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El futuro del PSOE

Las diferencias en el debate de los tres candidatos al liderazgo del PSOE

No se trataba de un debate electoral al uso. Aquel en el que se confrontan ideas y se producen choques duros. Fue un debate entre candidatos de un mismo partido, separados más por perfiles, trayectorias y acentos que por verdaderos muros programáticos. Lo que se esperaba. Lo que se quería. Que el PSOE no entrase en una dinámica de confrontación agresiva entre los tres aspirantes a ocupar el trono de Alfredo Pérez Rubalcaba. 

Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias rivalizaron en su primer y único debate antes de la votación de los 197.468 militantes por las propuestas de regeneración democrática –transparecia, aforamientos, indultos, apertura del partido–, coincidieron en mantener el calendario de primarias abiertas para noviembre, defendieron el impulso de la agenda de derechos sociales y civiles. Los tres prescribieron la receta federal para resolver el desafío soberanista con Cataluña. Los dos diputados, aunque chocaron en las formas –ambos se afearon sus traspiés en campaña–, en el fondo estaban de acuerdo en que la solución pasa por la Declaración de Granada que el partido pactó hace justo un año. Pérez Tapias, como en casi todos los temas, se desmarcó con más rotundidad: hay que ser "valientes" y pasar por una consulta a los catalanes previa a la modificación de la Carta Magna. Él es el más lejano a la ortodoxia, la voz más socialista que socialdemócrata. 

Los tres protagonizaron un largo encuentro de 115 minutos en la sede federal, en Ferraz, moderados por la periodista de La Vanguardia y presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Carmen del Riego, que se afanó en que los aspirantes se metieran más en harina y no pasaran de puntillas por los temas. Ella logró desencorsetar el debate, imprimirle algo más de ritmo. Pero no hubo acritud, ni interrupciones entre los tres aspirantes. Ninguno cometió errores ostensibles, patinazos que marquen el final de la campaña hasta la votación del 13 de julio. Más diplomacia y buenas maneras, lo que permitió dejar a todos satisfechos y decir que quien ganó realmente fue "el PSOE".

Primarias, diseño de la ejecutiva, renovación democrática, puertas giratorias... Un debate muy político, pero menos económico. Escasearon medidas contra el paro, o de lucha contra el fraude y los paraísos fiscales, o concreción de la reforma tributaria, o de concepción de Europa... Abundaron también las referencias a los orígenes de cada aspirante. Sánchez se presentó como "militante de base", que persigue un "cambio desde abajo" y "no dirigido" y que no ha estado nunca en la ejecutiva federal, a diferencia de su principal rival. Madina se dibujó como el candidato "autónomo" que se peleó por un congreso abierto y que no dispone del apoyo de ningún aparato –"Soy lo que veis, aquí no hay nada más"–. Minimizó los kilómetros recorridos de los que presumió el madrileño, porque él conoce "el alma", el "cuerpo", las ideas del PSOE desde hace años. Y Pérez Tapias se presentó como "el primero en concordia", no el candidato de la discordia, como se le ha motejado por ser el tercero en liza y el tercero presumiblemente en apoyos de las bases.

01. Las primarias

Al lanzar su candidatura al congreso, el pasado 13 de junio, Madina ya avanzó que quería que las primarias abiertas para la elección del candidato a la Presidencia del Gobierno se celebrasen cuando estaban previstas. O sea, el próximo noviembre. Consciente de que ese era punto diferencial, nada más arrancar el debate reiteró su compromiso "firme" a convocar las primarias para "la última semana" de noviembre. Para el 30. Y pidió a sus compañeros que se pronunciaran. 

Sánchez se vio obligado a concretar. Hasta ahora, no había apalabrado ninguna fecha, porque consideraba que había que ir "partido a partido" y deslizaba que quizá era conveniente hacerlas incluso tras las autonómicas y municipales. En cualquier caso, era una decisión que el partido debía tomar. Después de que Madina lanzara su carta sobre la mesa, Sánchez dijo que él, si gana la Secretaría General, también convocará lar primarias abiertas para noviembre. Pero su principal "objetivo", "sobre todo", remarcó es que haya "más alcaldes y presidentes" socialistas en 2015. 

Pérez Tapias anunció desde el primer momento que su billete es sólo para la Secretaría General, no para las primarias abiertas. No se presentará a ellos. "A muchos les produce cierto vértigo por aquello de la bicefalia, a mí me da mucho más dolor de cabeza los presidencialismos, los personalismos y la acumulación excesiva de poder". El aspirante de Izquierda Socialista defendió la "división de poderes" dentro del PSOE, una posición neutral del secretario general, la diferenciación de los papeles institucional y orgánico. Tapias, además se comprometió también a convocar las primarias en noviembre. 

La promesa de los tres contrincantes aboca con toda seguridad al PSOE a otro proceso interno en apenas unos meses. ¿Se presentarán?, se les preguntó. Tapias, desde luego, no. Madina dijo que no encontraba una "razón" para "prohibir" al nuevo líder concurrir en las primarias presidenciales. Si pierde este domingo, no se presentará. Y si vence, valorará "a fondo" si compite o no. Sánchez no avanzó sus intenciones. La exministra de Defensa Carme Chacón ya dijo que renunciaba a este congreso y se reservaba para las primarias abiertas a la ciudadanía. 

Madina también se reivindicó como el que había logrado que todos los militantes puedan votar en este congreso para elegir a su secretario general. "Puse mi cara para que vosotros votárais. Si vosotros estábais, yo estaría", proclamó. "La democracia es patrimonio de todos. Cuando hablamos de un militante, un voto, no es sólo por la petición de un compañero, que lo agradezco [...], sino que es un éxito colectivo, de toda la militancia", le reprochó Sánchez.

02. La ejecutiva

Igual que Madina buscó en su primera intervención un primer pronunciamiento de sus rivales sobre las primarias, Sánchez hizo lo propio con la composición de la ejecutiva. Durante toda la campaña, al diputado madrileño no se le ha caído de la boca la expresión "cambio y unidad". En el debate, le dijo al parlamentario vizcaíno que quiere que siga en la dirección federal –en ella entró con el congreso de 2008, Rubalcaba le revalidó en 2012 y renunció a su vocalía al comenzar la carrera por el liderazgo– y a Pérez Tapias, que se integre en ella. 

Ninguno llegó a tanto. Madina recordó –"a Pedro y a mi querido José Antonio"– que había que aprender del cónclave de Sevilla de 2012, en el que Rubalcaba venció a Carme Chacón por 22 votos, una cita de la que el partido salió enormemente fracturado. Él anhela una ejecutiva "de unidad" e "integración", en la que tenga sitio "lo mejor" que tiene el PSOE, con dirigentes "que se sepan bien las materias" de las que sean responsables, que sean "referentes" y tengan "credibilidad". En otro punto del debate, señaló que no se conforma sólo con una ejecutiva paritaria, sino que quiere que hombres y mujeres estén empatados en cuanto a peso político. Tapias también habló de la necesidad de "unidad", tejiéndola desde la "pluralidad" y ahormándola desde un "proyecto común" y "reubicado a la izquierda". 

Esta vez, el secretario general tendrá más tiempo que nunca para armar a su dirección. Dos semanas, porque el congreso se celebrará en Madrid el 26 y 27 de junio

03. Apertura del PSOE y regeneración democrática

Lluvia de propuestas de los candidatos. Madina: limitar los mandatos institucionales y orgánicos a ocho años; regular el principio de una persona, un cargo (que cada militante tenga solo una responsabilidad, no varias); invertir el orden de los congresos (primero los locales, luego los provinciales, luego los regionales y finalmente, el federal, para que se vaya estructurando "y fortaleciendo" de abajo arriba). 

Pérez Tapias defendió a las claras la bicefalia en el PSOE, y que igual que hay paridad de género en el partido, propuso que el 40% de las ejecutivas y los comités (los órganos máximos de decisión en cada ámbito) no estén ocupados por cargos públicos, para que la militancia de base llegue a ellos y sean "protagonistas" de su vida. También abogó por consultas periódicas a los afiliados. 

Sánchez también quiere limitación de mandatos, que el Estado intervenga en el funcionamiento de los partidos para que un presidente del Gobierno sólo pueda ocupar la Moncloa ocho años, para que haya "aforamiento cero de diputados y senadores", se acabe con la financiación privada de las fuerzas políticas y las donaciones privadas de las personas físicas se limite a 2.000 euros al año (y no 100.000, como está fijado ahora), se impongan las primarias abiertas en todas las formaciones, se instale la paridad dentro de los partidos y no sólo para las listas electorales, y que se ponga fin a la presencia de políticos en las instituciones que son "garantes de la higiene democrática", por ejemplo, en el Tribunal de Cuentas. Si él gana el congreso, además, presidirá con su ejecutiva asambleas abiertas con los militantes una vez al año para rendir cuentas ante ellos. Y les consultará periódicamente sobre temas de calado, "sin caer en asamblearismos". 

04. El combate a la corrupción

Los tres aspirantes quieren endurecer las medidas para luchar contra la corrupción. Lo dijeron en cuanto Del Riego les preguntó y les sacó a colación el caso de los ERE en Andalucía. En este punto, Sánchez y Madina se mostraron más próximos. Ambos elogiaron la actitud de la Junta, tanto en los tiempos de José Antonio Griñán (cuando estalló el escándalo) como con Susana Díaz. Quizá con mayor vehemencia Sánchez, que se quejó de la larga instrucción de la jueza encargada del caso, Mercedes Alaya. Un lamento muy oído en el PSOE andaluz. Él fue también quien primero citó a la presidenta de la Junta, la primera "preocupada" por el caso ERE. Pérez Tapias se desmarcó de esa valoración más complaciente. Los socialistas se habrían ahorrado buena parte de su desgaste si el PSOE-A hubiera asumido responsabilidades políticas antes. 

El diputado madrileño planteó, exhibiendo el volumen de resoluciones de la Conferencia Política, endurecer el Código Penal en los delitos relacionados con la corrupción, restringir los indultos (tasando los hechos objeto de perdón) y hacer que aquel cargo público al que se le abra juicio oral dimita automáticamente. Él es el candidato, se presentó, de la "honradez intransigente". 

Madina también puso el listón de la dimisión en la apertura de juicio oral, y lo plasmaría, señaló, en un código deontológico del PSOE. Pero citó otras medidas: crear una sala específica de la Audiencia que canalice todas las causas de corrupción, que las empresas no financien a los partidos y los particulares que lo hagan sea de forma "transparente", que el Consejo de Ministros no pueda indultar por casos de corrupción y que se lleve al Boletín Oficial del Estado la Ley de Transparencia británica, la "más avanzada" del mundo, para que se conozca qué se hace con cada euro recaudado. 

Pérez Tapias elevó el umbral de tolerancia: la dimisión de un cargo socialista debe producirse en cuanto se le impute. "Permisividad, ninguna". Porque lo que está en juego es la "credibilidad". 

05. Los aforamientos

"Aforamiento cero para diputados y senadores". Propuesta de Sánchez. Nada de cargos públicos que sean juzgados en una sala especial. Discrepó Madina –"Pedro, esto es serio"–, porque la función parlamentaria "tiene siglos y siglos de historia" y merece ser "protegida". Puso un ejemplo: si "atraca una panadería", debe ser procesado por un juez ordinario, pero un diputado o senador debe disfrutar de cierta coraza si un sindicato ultraderechista quiere meterle una querella por defender los derechos de los trabajadores. "Tengo que estar protegido en el ejercicio de mis funciones. Como es serio, hablamos en serio. Protejamos lo que debe ser protegido". Pérez Tapias no aludió a los aforamientos. 

06. ¿Monarquía o república?

La prudencia también orientó las respuestas de Sánchez y Madina respecto a la Jefatura del Estado. El primero aseguró que lo que debe hacer el PSOE es "reivindicar su sentir republicano" –"somos republicanos", recalcó– y ser "coherente" con su historia política, como una fuerza que fue partícipe del consenso constitucional. Ahora, ha de aprovechar "el punto de inflexión" que se abre en la sociedad española para "afrontar un proceso de regeneración política" profunda y cerrar la "brecha" de desconfianza entre la ciudadanía y las instituciones. 

El diputado vasco sólo citó dos prioridades en su reforma constitucional. Uno, que se proteja en la Carta Magna la inversión en educación y sanidad para que no se repita la "pesadilla" del Gobierno de Mariano Rajoy, que se está "cargando" el modelo social. Y dos, que se aborde el diseño de una España federal, porque el PSOE "tiene un consenso interno" alcanzado hace un año en Granada. "Voy a decir lo mismo todos los días –dijo, atizando a Sánchez por cambiar de criterio–, porque es la posición del PSOE y la hago mía". Ello incluye respetar la singularidad de las distintas comunidades, dotarlas de una mejor financiación o hacer del Senado una verdadera Cámara de representación territorial. Porque si esto último no se consigue, lo mejor es "cerrarlo", para "abaratar costes y simplificar" el trámite legislativo. 

Tapias entró más al trapo. Cargó contra el proceso de abdicación de la Corona del rey Juan Carlos en su hijo Felipe VI. "Otro procedimiento exprés, el Parlamento debe dignificarse a sí mismo", denunció. Y agregó que si al hilo de la sucesión el debate sobre monarquía o república sale de nuevo, no se puede "hurtar" a la ciudadanía un referéndum. "La monarquía tiene un déficit de legitimación. En un proceso constituyente, dadas las condiciones adecuadas, y desde nuestras posiciones democráticas, ese referéndum puede realizarse y nosotros mantener las posiciones republicanas de este partido a las que obliga su memoria. Eso no supone, ni mucho menos, una falta de respeto a quien ostenta la Jefatura del Estado, Majestad Felipe VI, ni una quiebra del pacto constitucional". El candidato de Izquierda Socialista, por cierto, rechazó el argumento de Madina respecto al Senado. "Debe existir, la cuestión es que funcione bien". España, arguyó, no puede "prescindir" de una Cámara territorial.

07. LAS Puertas giratorias

La cuestión de las puertas giratorias aproximó más a Sánchez y a Pérez Tapias. Ambos se comprometieron a "cerrarlas" tajantemente, sin miramientos. Madina puso bastantes más cautelas. 

El tema fue suscitado por un militante de Granada, invitado por el equipo del madrileño. Este respondió que "no habrá" trasvases entre la Administración y la empresa privada si él conquista el liderazgo del PSOE. De nuevo, se agarró a lo aprobado en la Conferencia Política del pasado noviembre, que él coordinó, para recordar que ya se decidió que ex altos cargos no podían formar parte de las cúpulas de cualquier compañía que forme parte de un sector estratégico de la economía. Sánchez reivindicó el valor de "ejemplaridad" que predicaba "Pablo Iglesias, el bueno" –el fundador del PSOE, no el líder de Podemos– y adelantó que cuando abandone la política se irá con los bolsillos vacíos. "Saldré igual que entré, sin compromisos en ningún consejo de administración". Una enmienda en toda regla al comportamiendo de dirigentes como el expresidente Felipe González, a sueldo de Gas Natural Fenosa –empresa que comenzó a privatizar– por 126.500 euros al año. 

Tapias dijo que cuantas más puertas giratorias se abren, más se cierran las del partido. Las puertas giratorias "hay que cerrarlas" porque "no son éticamente defendibles, ni políticamente justificables y estéticamente son feísimas, dañan la vista y es escandaloso ver el listado de personas que las cruzan". 

Madina reconoció que hay "casos enormemente escandalosos" y propuso que no se vuelva a repetir la "fabricación de incompatibilidades para los gobiernos autonómicos y central en sectores en que han estado trabajando para proyectos legislativos". Pero ojo, hay que regular esta cuestión, aseguró, "con la temperatura legislativa" adecuada, para no "condenar a nadie a la muerte laboral después de prestar un servicio público" y para que la política pueda atraer "talento", porque si se pasa de frenada, "nadie querrá entrar en política". La tesis que el PSOE sostuvo cuando el tema pasó recientemente por el Congreso

08. LAs primeras medidas

El invitado por Madina preguntó las prioridades de cada uno de los aspirantes. Las de Sánchez, como secretario general, son estas: volcarse en la preparación de las municipales y autonómicas de mayo de 2015, convocar las primarias para noviembre y proponer que se acabe la financiación privada de los partidos. Como presidente, derogaría la refoma laboral, la local e impulsaría una Ley de Muerte Digna

Para el diputado vasco, lo primordial es configurar una ejecutiva de unidad, hacer la mejor campaña de locales y autonómicas de la historia del PSOE desde 1982, parar la elección directa de alcaldes, reencontrarse con quien estuvo "al lado" del partido y se "escapó" (los colectivos sociales, las plataformas ciudadanas). Si alcanzase la Moncloa, derogaría todas las leyes regresivas del Ejecutivo de Rajoy (reforma laboral, Ley del Aborto, Ley de Seguridad Ciudadana, Ley del Poder Judicial "que dispara al corazón de la libertad de prensa, reforma local...), convocaría una mesa de diálogo con los sindicatos y la patronal y llamaría a Artur Mas para asegurar el "mantenimiento de la convivencia" de Cataluña en España. 

Pérez Tapias coincidió con Madina en que había que revitalizar los espacios de diálogo con aquellos que están fuera del PSOE, para estar del lado de las mareas ciudadanas y los movimeintos. También lucharía por situar al PSOE en la izquierda con una política alternativa "transformadora" y se negaría en redondo a cualquier gran coalición, porque esa es una "gran trampa". También publicaría las cuentas del partido y su financiación. Dado que no se presentará a las primarias, recomendaría al candidato a la Moncloa que desandara lo hecho por el Gobierno en sanidad y educación, que afrontara los retos de una Unión Europea "fragmentada" y "desdibujada" –para plantar cara a los euroescépticos y los nacionalismos xenófobos–, que centrara los esfuerzos en el paro y que resuelva el desafío soberanista con "valentía". 

09. Cataluña

Las posiciones de partida de Sánchez y Madina son bastante semejantes. Ambos se atienen a lo escrito en la Declaración de Granada: camino hacia una España federal. Pero ambos se arañaron por sus errores durante la campaña. El diputado vasco, que dijo en la Ser que veía bien una consulta "si es dentro de la legalidad", aunque luego rectificó (añadió que sólo cabe si votan todos los españoles), se encontró con el reproche directo del madrileño: "Discrepo de Eduardo y José Antonio porque no creo que se tenga que hacer un referéndum ni pactado ni legal". Sánchez hizo hincapié en una idea que subrayan mucho los socialistas andaluces: sí a reducir las desigualdades territoriales, y sí a reconocerse en la diversidad. Pero hasta ahí. El marco es la reforma constitucional

Reproche por reproche. Madina tiró de unas declaraciones de Sánchez, cuando afirmó que cabría hablar de Cataluña como nación. "No estoy de acuerdo, Pedro, ni contigo, mi querido José Antonio, con que tengamos que ir a una discusión sobre el perímetro de las naciones, las fronteras, según el día de la semana. No voy a decir que España es una nación los lunes y dos naciones los jueves. Voy a decir siempre lo mismo", que España tiene "derecho a decidir una reforma constitucional en clave federal". La Declaración de Granada, en síntesis. No obstante, recordó que hay un artículo en la Carta Magna, el 92, que regula los referendos. 

"Seamos valientes", retó Pérez Tapias. Su propuesta es muy distinta a la de sus compañeros. Quiere un "Estado plurinacional" y quiere que sepa "qué piensan los catalanes", vía "referéndum consultivo, no decisorio", para así orientar la reforma constitucional. Una vez hecha, entonces sí será el momento de un referéndum en toda España. 

Los tres apoyaron al PSC, a su líder dimisionario, Pere Navarro, y al entrante, Miquel Iceta. Pero sólo Madina planteó "mejorar" el marco de relaciones con el partido hermano. Hace un año se intentó avanzar en el protocolo que liga a PSOE y PSC. Fue imposible por diferencias entre Ferraz y las federaciones. 

10. Los errores DEL PASADO

Una joven militante invitada por Pérez Tapias fue la encargada de colar el episodio autocrítico, lo que forzosamente obligaba a todos los aspirantes a echar la vista atrás y enjuiciar los Gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero. Sánchez enumeró tres traspiés básicos: la reforma fiscal de 2006 –debió de ser "más progresista y más socialista"–, el indulto al banquero Alfredo Sáenz (ya con el Ejecutivo en funciones), y que se nombrara a Miguel Ángel Fernández Ordóñez –uno de los que más alentaron los recortes– como gobernador del Banco de España. Dio un cuarto, más a modo de reflexión: la propensión de los socialistas a "autoflagelarse". Él llamó a quitarse "complejos" y a reivindicar la labor de los Gabinetes del PSOE. 

El parlamentario vasco censuró que en los últimos mandatos socialistas no se pusiera coto a la politización de las cajas de ahorro ni se luchara contra los desahucios, que no se denunciara el Concordato con la Santa Sede y que no se aprobara la Ley de Igualdad de Trato, norma que llevaría al primer Consejo de Ministros socialista.

Pérez Tapias centró su crítica en la reforma del artículo 135 de la Constitución (que él no apoyó en el Congreso cuando era diputado), un error no sólo de Zapatero sino del grupo y del partido, que "no supo reaccionar" frenta a las exigencias de Bruselas. El candidato de Izquierda Socialista cuestionó asimismo los pactos de gobierno "a cualquier precio". Caso claro, por sintomático: el de Ponfederrada, el año pasado, cuando el PSOE respaldó una moción de censura contra el alcalde del PP con la firma de un condenado por acoso.

En definitiva, no hubo sangre, ni patinazos de ninguno de los tres candidatos. Los tres equipos glosaron la actuación de su aspirante. Los de Sánchez, su propuesta de "integración" y su "chute de iniciativa y energía", informa Europa Press. Los de Madina, que trascendió una "visión profundamente progresista", que es el contrincante "más solvente, más auténtico y con ideas más sólidas", sin "cambios de opinión". Y los de Pérez Tapias elogiaron cómo había estado mejor "cualitativa y cuantitativamente", y observaron "poco natural" al madrileño. Para todos, de cualquier modo, sólo destacó un ganador claro: el PSOE, por haber emprendido un "paso histórico". 

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