Los mejores universitarios de 2011 siguen esperando su premio fin de carrera

Han pasado ya más de tres años desde que acabaron la primera fase de sus estudios universitarios –la mayoría sigue formándose–, pero los 161 jóvenes que tuvieron los mejores expedientes en el curso 2010-2011 todavía siguen esperando sus Premios Fin de Carrera. Los galardones van de los 2.200 a los 3.300 euros y para obtenerlos es necesario acreditar una nota media de al menos nueve puntos, excepto en ingenierías y Arquitectura que es de ocho, así como méritos académicos y científicos. La convocatoria tiene una asignación económica 448.250 euros. 

El retraso en la entrega de estos galardones se ha convertido en norma en los últimos años, si bien los últimos premiados se quejan de que llevan casi doce meses detrás de una resolución que consideran que ya salió con demasiado retraso y en una fecha poco cómoda para recabar todo el papeleo necesario para este tipo de trámites. La convocatoria se publicó el ocho de agosto de 2013. Aunque desde entonces el Ministerio de Educación tenía seis meses para fallar los premios, este departamento pidió un aplazamiento y finalmente la lista de premiados se publicó en el BOE del pasado 6 de mayo. El problema es que, aunque se saben premiados, la entrega del dinero sólo llega después de la celebración de una gala a la que todavía no han sido convocados. De hecho, los galardonados aseguran que se enteraron de que habían sido premiados por el boletín oficial, que Educación no se ha comunicado con ellos en ningún momento y que cuando llaman al ministerio para preguntar por sus premios nadie sabe darles ninguna explicación.

Se da la circunstancia de que en la gala del año pasado un grupo de premiados negó el saludo al ministro José Ignacio Wert. Y algunos de los premiados temen ahora que el retraso guarde algún tipo de relación con este hecho. "Personalmente no le veo otra explicación. Si no quieren hacer la gala, que no la hagan, pero sí queremos que nos den lo que nos pertenece. No cuesta nada mandar un correo y decirnos cómo está el proceso. Que el Ministerio de Educación no tenga educación es surrealista", asevera José Luis Vicente, premiado por sus excelentes resultados en la titulación de Ciencias Ambientales. Estudiante de doctorado en la Universidad de Jaén, Vicente se marchará a hacer una estancia de investigación a partir de agosto a Escocia. "Ya contaba con ese dinero, tengo una beca de 1.000 euros al mes y sólo la habitación allí en un piso compartido me cuesta 700", señala. 

Aunque sin éxito, también intentó recibir algo de información por parte del ministerio Marta Ferrater, premiada por sus resultados en la carrera de Geología. "He llamado varias veces al teléfono de atención que se propone en la web, pero a pesar de que son muy amables, no saben nada. La última vez me dijeron que quizá no nos decían nada porque estaban buscando un lugar donde realizar la entrega", sentencia. Esta joven cree que quizá el ministerio está retrasando la celebración de la gala para después hacer la entrega sin dar mucho tiempo a cambiar planes, en el caso que alguno de los premiados no esté en España, por ejemplo, y así tener menos posibilidades de que alguien niegue otra vez el saludo. Aunque advierte: "Si querían minimizar el impacto mediático de estos premios debido a lo de la negación del saludo el año pasado, no lo lograrán, al contrario, cuando más tarden será peor".

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infoLibre preguntó a medio día del lunes al departamento de comunicación del Ministerio de Educación si había fecha prevista para celebración de la gala y, por tanto, la entrega del importe de los premios a los galardonados. También si en algún caso este departamento se plantea suspender la gala para evitar desplantes como el del año pasado y si, como aseguran los premiados, nadie del ministerio se ha puesto en contacto con los premiados. A última hora de la tarde del martes este periódico todavía no había obtenido respuesta alguna. 

Mientras tanto, algunos de los galardonados ya han comenzado a impacientarse porque, como José Luis Vicente, contaban con ese dinero para completar su formación y afrontar el pago de matrículas de otros estudios o ayudar a sufragar los gastos de sus estancias en centros extranjeros. Y son muchos los que se dicen indignados, aunque tienen visiones diferentes. "Tan sólo queremos que se haga saber la situación en la que nos encontramos los alumnos de los que presumen para lo que quieren y nos omiten para lo que les conviene", se queja otra premiada que prefiere que no se publique su nombre. De hecho, esta joven, que obtuvo un 9,055 de nota en la carrera de Fisioterapia ha pospuesto un máster que pensaba hacer con el dinero del premio. 

Héctor Sánchez, premiado por sus resultados excelentes en la carrera de Bioquímica en la Universitat de València, pone el acento en la tardanza en la convocatoria de los premios. "La resolución de los premios ha sucedido tres años después de acabar la carrera y eso ha provocado, por ejemplo, que no he podido acreditar este premio para la búsqueda de trabajo tras acabar la licenciatura", se queja. No obstante, no atribuye la demora al actual Gobierno, sino que "comparte la culpabilidad con el anterior Ejecutivo, que fue el que empezó a acumular este gran retraso en la convocatoria de los premios. Este Gobierno se ha limitado a no recuperar este retraso", detalla.