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El azote del ébola

La orden religiosa se declara “contenta con el Gobierno” pese a que no atendió su solicitud de traer a todos los contagiados

El director de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Jose María Viadero, durante su comparecencia este viernes ante los medios de comunicación.

La ONG para el Desarrollo Juan Ciudad, vinculada a la orden de San Juan de Dios, informó este viernes en una rueda de prensa que están "contentos con el Gobierno", a pesar de que no trajo a España a las dos religiosas extranjeras contagiadas por el ébola que formaban parte del grupo del sacerdote Miguel Pajares, tal como solicitaron al Ejecutivo el pasado martes.

"Nosotros pedimos la repatriación de todos los infectados, pero luego el Ministerio [de Exterioresd] ha hecho lo que tenía que hacer", afirmó el director de Juan Ciudad, Jose María Viadero. "Tenemos que aceptar lo que el Gobierno ha decidido", sentenció. No obstante, la ONGD aseguró estar contenta con la coordinación y disposición de todos los ministerios que han participado en el operativo, en los que "había gente de vacaciones que ha hecho lo imposible para que los hermanos volviesen a España".

Según un comunicado difundido por la ONGD en la tarde del martes, se solicitó al Ministerio de Asuntos Exteriores la repatriación de Chantal Mutwameme (congoleña), Paciencia Melgar (guineana), y del religioso español Miguel Pajares. La petición incluyó, por tanto, a los religiosos aislados en el hospital de San José, en Monrovia (Liberia), que habían contraído el ébola mientras cuidaban al director del centro sanitario, Patrick Nshamdze, que falleció la semana pasada.

La directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, señaló el miércoles que la orden religiosa "solo ha pedido la repatriación de Miguel Pajares y Juliana Bonoha".

A pesar de que la ministra de Sanidad, Ana Mato, sigue sin comparecer antes los medios en toda esa crisis, la orden religiosa aseguró que "está informada de la situación" y que, en varias ocasiones, se puso en contacto con ellos. "La ministra ha llamado a los familiares para decir que está con ellos", afirmó Viadero.

El Ejecutivo español se hará cargo del coste económico

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó este viernes durante la rueda de prensa posterior a la reunión con el rey que será el Gobierno el que se hará cargo del coste. "Ignoro de dónde ha salido este debate. Lo va a pagar el Gobierno. Es de puro sentido común. Muchos españoles están siendo repatriados desde Libia estos días y el Gobierno los trae, como es nuestra obligación. Espero que la polémica quede zanjada", apostilló. El miércoles, Vinuesa sembró dudas sobre si la orden religiosa tendría que pagar el coste de la misión al asegurar que "la Orden de San Juan de Dios asumirá los gastos que tenga que asumir".

Desde la ONGD siguen sin aclarar si los dos misioneros españoles ingresados en el hospital Carlos III contaban con un seguro que les cubría su estancia en Liberia. Preguntados por el posible pago que debería afrontar la orden con motivo de los gastos generados por la repatriación de Pajares y Juana Bonohe –las declararaciones las hizo antes de que Rajoy descartara que pagasen por la operación– , Viadero sentenció que "por el momento no hemos recibido requerimiento económico desde ningún ministerio". En el caso de que, finalmente, hubieran tenido que afrontar algún pago, Viadero declaró que "asumiremos los gastos y responsabilidades que tengamos que asumir" y bromeó asegurando que "en caso de no hacerlo, nos tendrán que poner en la lista negra".

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En relación a lo que pudo haber costado el procedimiento de repatriación, Viadero aseguró haber escuchado cifras que oscilaban "entre los 40.000 y 500.000 euros".

"Los hermanos tienen lo adecuado para ser tratados"

En cuanto a la situación del resto de religiosos del hospital de San José que el Gobierno dejó en Liberia, la ONGD aseguró que "los hermanos tienen lo adecuado para que sean tratados. Otra cosa es que se puedan sentir solos". Además, el director aclaró que la situación en el país africano, donde "ningún hospital se encuentra abierto", es caótica. "Nos encontramos en un país donde puedes morirte por apendicitis. Además, la gente que se encuentra enferma no suele acudir a los hospitales porque allí estar enfermo se convierte en un estigma", sentenció.

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