El PP rechaza que Rajoy explique en el Congreso su reforma de la ley electoral

Muchas preguntas y escasas respuestas. La propuesta que preparan el Gobierno y el PP para que en los ayuntamientos gobierne la lista más votada ha dejado de ser un elemento del debate político del verano. Ha trascendido de las ruedas de prensa y comparecencias de los dirigentes políticos, de las tertulias políticas y periodísticas y se ha colado en el debate parlamentario.

Este martes, el Congreso de los Diputados celebró una Diputación Permanente, el órgano que sustituye a los plenos fuera del periodo ordinario de sesiones. Y entre los temas que ocuparon el orden del día estuvo el de la denominada "elección directa de alcaldes". Una iniciativa, lanzada por Rajoy en un Comité Ejecutivo Nacional de su partido del pasado mes de julio sobre la que el equipo de política local de la formación conservadora lleva trabajando desde entonces. PSOE e Izquierda Plural solicitaron la comparecencia del presidente del Gobierno para aclarar sus intenciones con esta reforma que, según fuentes del partido, puede llevarse a cabo de forma unilateral. Y, en la fijación de posiciones, el representante del PP, Pedro González de la Serna, ya dejó claro que su grupo, el mayoritario en la cámara, iba a votar en contra.

¿Por qué? De la Serna recurrió a un argumento que lleva unos días agitando su partido. Se preguntó a qué viene tanta descalificación cuando ni siquiera hay una propuesta sobre la mesa. "Vamos a esperar a ver cuál es el planteamiento", invitó a los grupos. No pasa por alto no obstante, que este tema no parte de una invención del resto de partidos. Han sido miembros del PP los que, a lo largo de todo el verano, han venido alimentando la cuestión. Y dejando sobre la mesa la posibilidad de aprobar la reforma de la ley electoral en solitario. "Ni el presidente ni ningún miembro del Gobierno se han pronunciado de manera clara. No se ha puesto sobre la mesa un modelo", se defendía el diputado de PP. Tampoco el partido ha dado un golpe sobre la mesa para frenar todo lo que se ha ido diciendo sobre esta propuesta.

Fueron muchas las preguntas que los grupos plantearon al PP en el momento de la fijación de posiciones. Pocas respondió de la Serna, que optó por centrarse en que su partido lo único que pretende es "evitar pactos ocultos del día después". "Eso sí es un ataque a la democracia, sentenció. Y en que no se trata de una invención "de la noche a la mañana". "Desde las municipales de 1993 ha ido en nuestro programa [...] No somos seres extravagantes. Pero en eso tampoco hemos estado solos. Es que los demás partidos también lo han hecho", dijo. "¿Lo democrático es incumplir el programa electoral?", se preguntó. "No hemos cambiado nosotros, han cambiado ustedes", espetó a los socialistas en un intento de buscar a incoherencia a su negativa a consensuar esta reforma con el PP.

La portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, plagó su intervención de dudas y preguntas. "¿Por eso plantea su reforma?¿Para blindar por ley la mayoría absoluta que va a perder en las urnas?", cuestionó a los conservadores. Los socialistas, según sostuvo, no están cerrados al diálogo. Sí lo están a que esto tenga que hablarse ahora, antes de las municipales. "Rajoy tienen que venir a explicar si está dispuesto a modificar la reforma electoral solo con el apoyo del PP", añadió haciendo referencia a unas declaraciones del presidente del Gobierno de 2013 en las que garantizaba que no iba a tocar una ley tan básica como la electoral. "Donde jugamos todos, reformamos esas normas todos", añadió.

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Por su parte, Cayo Lara (IU), volvió a insistir en que el Gobierno quiere perpetrar un "golpe de Estado" a la democracia municipal, "blindarse un poder ilegítimo".

Pese a que el PP se empeña en mantener que este tema estaba en su agenda, Lara sospecha que es una improvisación de última hora. "En el plan de regeneración se excluía", subrayó.

PNV y UPyD pusieron el énfasis en que no puede reformarse esta ley a menos de un año para las elecciones. Y CiU, por su parte, se declaró dispuesto a negociar pero fue crítico con las formas. El diputado Sánchez Llibre censuró que el Gobierno haya planteado este debate en los medios de comunicación y no en el Parlamento.