Un Rajoy decidido a aprobar la elección directa de alcaldes pide a la oposición que “deje de criticar”

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, insistió este domingo en Soutomaior (Pontevedra) en que su Gobierno va a llevar a cabo su reforma electoral para la elección directa de alcades, así como otras iniciativas para "mejorar las instituciones y fortalecer la democracia". El PP ha presentado ya sus propuestas y está dispuesto a "sumarse" a las que presenten las otras fuerzas políticas, dijo. Además, definió su reforma electoral en los ayuntamientos como "la posibilidad de fortalecer el vínculo democrático a nivel local". 

Durante el acto del inicio del curso político, Rajoy señaló que su Gobierno quiere "tomar decisiones". Y se mostró "dispuesto a hablar" de cuestiones como el aforamiento de cargos públicos, los "procesos penales y responsabilidades públicas", la regulación de los indultos, o el "fortalecimiento" de las iniciativas legislativas populares. "Claro que hay que hablar de eso", señaló, y pidió a los grupos políticios que, si no aceptan esa oferta de acuerdo y diálogo, "dejen de criticar, que es lo más fácil". Más adelante, y en relación a los que cuestionan la recuperación económica publicitada por el Gobierno, Rajoy instó a "dejar de lado a aquellos que no tienen más objetivo que decir lo mal que van las cosas".

Rajoy planteó además, dentro de esa bateria de propuestas que el Gobierno ha bautizado como de regeneración democrática, un debate con las fuerzas políticas para hablar sobre "un gran acuerdo para limitar los gastos derivados de las campañas electorales". El presidente recordó el "gran esfuerzo" hecho en la Transición para que hoy España tenga una "democracia consolidada", y reiteró que, pese a los avances, los españoles tienen la "responsabilidad de mejorar las instituciones y fortalecer esa democracia". "Queremos instituciones cada vez más transparentes, un país donde quien la hace la paga, donde la justicia premie a los buenos y se castigue a los que no lo son", dijo.

El presidente sostuvo que el Gobierno está "en condiciones" de "bajar" los impuestos "gracias a todas las reformas". En este sentido, subrayó que el año 2014 "va a ser el año de la recuperación", mientras que el 2015 "el de la bajada de impuestos, del afianzamiento del crecimiento y del empleo, y de perseverar en esfuerzos reformistas". De todos modos, remarcó que, "a pesar de las buenas cifras", el Gobierno "no va a bajar la guardia". "No va a poner el piloto automático", aseguró.

"Las reformas piden otras reformas igual de audaces y comprometidas", destacó Rajoy, justo antes de incidir en que "España está en disposición de plantar una guerra sin cuartel contra el paro". Y dio las gracias a "una gran mayoría silenciosa" que apoya sus políticas, de los que dijo: "Son más de los que parece".

Sobre el desafío soberanista en Cataluña

Mariano Rajoy se refirió también al desafío soberanista en Cataluña, aunque sin nombrarlo expresamente, y subrayó que "la ley está por encima de todo", por lo que no va a "consentir" que "nadie viole la ley", al tiempo que advirtió de que "lo que es España se decide entre todos".

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Durante su intervención en el acto de inicio del curso político, Mariano Rajoy recordó que "la soberanía nacional radica en el conjunto del pueblo español". "Lo que sea España, se decide entre todos. Estamos orgullosos de nuestra nación, y queremos opinar sobre lo que es nuestro país", indicó el presidente del Gobierno.

"No hay democracia sin ley, y la ley está por encima de todo. Todos estamos obligados a cumplirla", recordó Rajoy, quien señaló que "la unión hace la fuerza y la división siembra discordia".

Mariano Rajoy afirmó que el Gobierno es "partidario de hablar", pero precisó que "un presidente del Gobierno no puede consentir que nadie viole la ley". "Y yo no lo voy a hacer. Espero que todos actúen con la responsabilidad que la ocasión requiere", concluyó.