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Sanidad

Sanidad admite que en la cocina del hospital de Melilla hay “insectos rastreros”

Vista general del Hospital de Melilla.

E. H.

El Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa), el organismo público del Ministerio de Sanidad que gestiona la sanidad pública en las dos ciudades autónomas, admite en una nota de prensa que en la cocina del hospital de Melilla –el único, junto al de Ceuta, que gestiona directamemte el departamento de Ana Mato– existen "infinidad de recovecos, desagües, escondites y huecos entre las paredes y el alicatado [...] que pueden fomentar la aparición de insectos rastreros". Así lo asegura en una nota de prensa en respuesta a una denuncia del sindicato UGT sobre el estado de estas instalaciones que fue adelantada por el periódico El Faro de Melilla

El sindicato había solicitado al Ingesa que cerrara la cocina hasta que las instalaciones fueran desinfectadas y exigía un tren de lavado nuevo porque el actual se encuentra averiado "desde hace meses". UGT denunció así las condiciones sanitarias en las que tenían que desempeñar sus funciones los trabajadores y acusó a la empresa adjudicataria de ese servicio de "dejación de funciones". 

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En nota de prensa, el Ingesa responde "a las alarmantes noticias aparecidas en prensa local" y admite que la situación en la que se encuentra la cocina "fomenta" la aparición de ese tipo de insectos –cucarachas, según el sindicato– "más aún en la época estival cuando se produce la eclosión de los huevos que pudieran haber depositado". En este sentido, la comunicación enviada a los medios, el gerente de Atención Sanitaria del Ingesa señala que la cocina del hospital está en funcionamiento desde el su apertura, el 20 de abril de 1990, y que fue "construida con criterios de la época y remozada en el año 2000 con discutible acierto". 

No obstante, Pedro S. Villarroel asegura que, por esa razón, se realizan cada quince días desinsectaciones específicas de todas las instalaciones de la cocina y la maquinaria "susceptible de ser habitáculo preferido de estos insectos". De hecho, asegura que desde el inicio del verano se han realizado ocho intervenciones de este tipo. E informa de que debido a las últimas desinsectaciones agresivas y consecutivas se han tenido que dejar transcurrir más de dos semanas entre una y otra. En cualquier caso, señala que los controles higiénico sanitarios que realizan las empresas adjudicatarias "garantizan en todo momento la salubridad [de la cocina] y la seguridad alimentaria". 

Respecto al tren de lavado, señala que arreglar la rotura de uno de sus motores fue imposible porque el fabricante no disponía de la pieza necesaria para su reparación y que finalmemte se optó por encargar la construcción de las piezas dañadas del motor en una empresa de fuera de Melilla. Finalmente, el fabricante localizó un motor nuevo completo que se instaló el pasado martes dos de septiembre. 

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