Unión Europea

El Gobierno reclama a la UE una comisaría “de peso” para Arias Cañete

En plena negociación en la UE para el reparto de comisarías, el Gobierno no se conforma con la de Innovación, la que según varias fuentes correspondería a Miguel Arias Cañete. La vicepresidenta del Gobierno admitió este viernes que el Ejecutivo trabajará para que su representación en las instituciones europeas sea acorde al "peso y la trayectoria" de España. La consecución de más poder en las instituciones europeas fue una de las promesas que Mariano Rajoy más agitó en los últimos meses del Gobierno de Zapatero. Con el PP en la Moncloa, sostenía, España recuperaría el lugar que merecía en Europa. 

Sin dar nada por cerrado, Soraya Sáenz de Santamaría subrayó este viernes en la rueda posterior al Consejo de Ministros que en la actualidad no se da nada por cerrado porque los candidatos a comisario están siendo entrevistados por el próximo presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker. Pero advirtió de que la futura competencia del exministro de Agricultura debería estar acorde a la "trayectoria", a la "población" y "a lo que representa España en la Unión Europea". Sobre este último aspecto, añadió que "hoy por hoy", España es "el país que está encabezando el crecimiento de la zona euro". Y que ha hecho un programa de reformas muy a tener en cuenta" puesto que ha sido valorado positivamente no sólo por la UE, sino también por otros organismos internacionales. "Yo creo que eso demuestra que España ha vuelto con mucha fuerza y para eso trabajaremos. Para que nuestra representación sea acorde con ese peso y sobre todo con la trayectoria que hemos tenido en la UE y con la que, además, nos hemos ganado los españoles a pulso por el esfuerzo que hemos hecho durante toda la crisis", mantuvo al tiempo que insistía de nuevo en que mientras otros países se han "estancado", España lidera ese crecimiento.

En los últimos meses, las fuentes del Ejecutivo y del PP coincidían en que Rajoy estaba moviéndose para ubicar a su amigo Cañete en una comisaría económica "de peso, potente". Y citaban ejemplos: Competencia, Asuntos económicos y monetarios y Comercio Exterior. Competencia, con rango de vicepresidencia, corresponde todavía a un español, el socialista Joaquín Almunia. Este hecho restaba posibilidades de que otro español repitiese en el mismo puesto. Ahora, la posible presidencia del Eurogrupo para De Guindos a partir del próximo verano, alejaba esta posibilidad, según las citadas fuentes. La pelota, no obstante, está en el tejado de Juncker, que tiene en sus manos elaborar el mapa de poder de la Comisión Europea contemplando las demandas de los diferentes países. Hay un puesto para cada país. Nadie queda fuera. El misterio está en ver el puesto reservado para cada uno. Y esta semana aparecieron los primeros borradores en los que se confirman los temores del PP que apuntaban a que Cañete se quedaba fuera de las carteras del área económica. Independientemente de la competencia que se le asigne, a lo largo de este mes tendrá que someterse a un examen del resto de miembros de la comisión. Esta audiencia –hearing en inglés– podrá seguirse por la página web de la institución.

Este mismo jueves, Cañete volvió a reclamar una cartera "importante" para España en la reunión que mantuvo con Juncker.

El caso de Guindos

"Veremos a ver lo que pasa". Con esta expresión intentaba zanjar el ministro de Economía la polémica desatada sobre su posible incorporación al la presidencia del Eurogrupo y la resistencia del actual responsable a abandonar la silla hasta que acabe su mandato el próximo verano. Luis de Guindos, que compareció en rueda de prensa junto a la vicepresidenta y a la ministra de Empleo, señaló que Europa está pasando un momento económico "difícil" y resaltó la importancia del Eurogrupo como institución. Acto seguido, expresó su "máximo respeto" por el actual –Jeroen Dijsselboem– y el anterior –Jean Claude Junker– presidente de este órgano.

Antecedentes

A comienzos de 2014, cuando ya empezaban a prepararse las elecciones europeas, el equipo de Rajoy empezó a mantener contactos de alto nivel en las instituciones europeas y con otros países de cara al reparto de juego postelectoral. La cita clave fue el congreso que el PP Europeo (PPE) celebro en Irlanda los días 6 y 7 de marzo y en el que se decidía el candidato de los conservadores europeos a presidir la Comisión. No fue hasta ya iniciada la votación cuando los dirigentes del PP español con derecho a voto recibieron la orden de por quién tenían que votar. Optaron por el luxemburgués Juncker frente al francés Michel Barnier. Optaron por la opción de Angela Merkel. Pero en el último momento, sin descartar, en un principio, la presentación de un candidato propio.

Fuentes conocedoras de estos contactos aseguran que, en sus negociaciones de aquellos días con la canciller alemana, Rajoy no rebajó sus exigencias: una comisaría potente con rango de vicepresidencia. Y la presidencia del Eurogrupo para su ministro de Economía. Hay quien cree en el PP que los resultados electorales, con la pérdida de ocho escaños y 2,6 millones de votos, y las polémicas declaraciones machistas de Miguel Arias Cañete en plena campaña, no han remado mucho a favor. Ahora, Juncker, el candidato por el que votó el PP de Rajoy es la persona que tiene la última palabra.

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