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Los abusos de la banca

Olivas elude su responsabilidad en Bancaja alegando que no tenía poder y que cobraba 20.000 euros anuales

José Luis Olivas, expresidente de Bancaja

"Si en un futuro se analizara cualquier hecho relativo a Bancaja o Banco de Valencia como atribuible a su presidente, sería en sí un error derivado de argumentos más mediáticos que jurídicos, dado que su labor es como la de cualquier otro consejero y ajena a la tarea ejecutiva del día a día de ambas entidades".

Así se defiende Olivas en un escrito dirigido en su nombre por su abogado al magistrado que instruye en la Audiencia Nacional el caso Bankia, Fernando Andreu. El que fuera expresidente de Bancaja entre enero de 2004 y hasta su integración en Bankia, en diciembre de 2010, asegura que la unica diferencia entre el presidente de Bancaja y el resto de consejeros es que él tenía "un voto de calidad en caso de empate", circunstancia que, destaca, "no se produjo en ningún momento", especifica el documento al que ha tenido acceso infoLibre.

Dimisiones

Olivas, que con la integración pasó a ser vicepresidente de la entidad fusionada, dimitió en octubre de 2011 de su cargo de presidente del Banco de Valencia. Lo hizo unas semanas antes de la intervención por parte del Banco de España de la entidad valenciana. Y un mes después, el 22 de noviembre, Olivas también abandonó la vicepresidencia de Bankia.

La palabra "presidente puede llevarnos a engaño", porque semánticamente, según Olivas, se asocia al máximo responsable ejecutivo, "pero mercantilmente ello dependerá de los Estatutos de cada entidad". Y en este caso, destaca el escrito, los estatutos de Bancaja "prueban que José Luis Olivas no tenía ninguna facultad cuya acción u omisión pueda servir de causa de imputación de ningún tipo".

20.000 euros

Y la "mejor prueba" de que su papel era "meramente" el de presidente no ejecutivo de Bancaja, siempre según el escrito dirigido al magistrado, era que el sueldo que cobraba por llevar a cabo su labor como presidente "siempre fue inferior a 20.000 euros anuales".

La ley valenciana de cajas impedía la remuneración de los presidentes de las cajas de ahorros, aunque sí les habilitaba para que cobraran dietas, aunque siempre por debajo del sueldo asignado al presidente de la Generalitat Valenciana, que era de unos 700.000 euros anuales.

3,3 millones

Precisamente el hecho de que Olivas asegure que cobraba menos de 20.000 euros contrasta con el contenido de un certificado de una reunión de la comisión ejecutiva del Banco de España del 5 de julio de 2013, en el que se dá cuenta de que la Generalitat Valenciana no había reclamado los 3,3 millones de euros que Olivas había cobrado entre 2007 y 2012 de forma irregular en dietas como consejero de Iberdrola en representación de Bancaja.

Según consta en el informe sobre política retributiva publicado por los administradores del Fondo de Reestructuración Ordenado Bancario (FROB) con motivo de la convocatoria de la junta general de accionistas, que se celebró el 14 de mayo de 2012, José Luis Olivas recibió en dietas 73.000 euros devengados en 2010 y 91.000 por los 10 meses que ocupó la presidencia en 2011. En total, 164.000 euros. El diario Información de Alicante eleva la cifra de lo percibido por Olivas en 2011 a los 1,6 millones de euros. 

Además, en su declaración como imputado ante el propio juez Andreu, Olivas reconoció que en 2011, ya en Bankia, ganó más de 650.000 euros por sus cargos en en el grupo BFA-Bankia.

"Mero representante físico"

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Pero el escrito exculpatorio de Olivas va más allá, asegurando que aunque comúnmente era nombrado como presidente de Banco de Valencia, en realidad el auténtico "presidente era la persona jurídica Bancaja "y no el señor Olivas, quien había sido designado "mero representante físico".

Y para ejemplificar al juez su razonamiento, el letrado de Olivas incluye "una analogía". "En el caso que ahora nos ocupa es como si se pretendiera imputar a parte del consejo de administración de un hospital las consecuencias de una posible mala praxis médica ocurrida en un quirófano".

Además, Olivas incluye otra línea de defensa, que consiste en que las decisiones del consejo de administración de Bancaja se adoptaron bajo recomendación de la "línea ejecutiva de la entidad", algo que, según el escrito, excluye de responsabilidad al que fuera el presidente de la entidad valenciana.

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