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Manifestaciones

Las mujeres no bajan la guardia

Protesta contra la futura Ley del Aborto.

Sienten que han ganado una batalla. Pero siguen en estado de alerta. Los colectivos de mujeres vuelven a la calle este domingo porque, dicen, todavía hay mucho que reivindicar. No ocultan que en estas convocatorias habrá lugar para la celebración, pues consideran que a la renuncia por parte del presidente del Gobierno a tramitar en esta legislatura la reforma que eliminaba el aborto como derecho de las mujeres y la dimisión del ministro que la impulsó ha contribuido el trabajo reivindicativo que han venido desarrollando en los últimos años. Sin embargo, defienden que no hay que bajar la guardia. Y entre las amenazas todavía presentes señalan la sentencia que está pendiente en el Tribunal Constitucional al recurso contra la ley de plazos y las modificaciones previstas en la posibilidad de abortar de las mujeres de 16 y 17 años. Además, reclaman al Gobierno que no juegue con los derechos de las mujeres por intereses electorales.

"La sensación, por un lado, es de festejo por lo sucedido esta semana tras tres años de lucha para detener una contrarreforma que no respetaba a las mujeres y que nos hacía salirnos de lo que es la norma en Europa. Pero también estamos alerta porque el aborto libre en condiciones de seguridad es un derecho del que todavía carecen muchas mujeres en el mundo. Y porque en España todavía no se han acabado las amenazas. Queremos que este día sea un punto de inflexión y que se cierre una etapa que ha sido muy dura para las mujeres. Por eso reclamamos al Ejecutivo que deje de utilizar a las mujeres como arma arrojadiza y como elemento de su cálculo electoral", dice Isabel Serrano Fuster, ginecóloga y portavoz de la plataforma Nosotras Decidimos

La realidad es que la retirada de la ley ha devuelto protagonismo a los recursos que el Partido Popular y el Gobierno de Navarra interpusieron en el Tribunal Constitucional en 2010 contra la actual ley de plazos. Tal y como detalló infoLibre este miércoles, documentos internos del PP dejan entrever que los conservadores no contemplan la posibilidad de retirar este recurso. Aunque será una decisión colegiada, el ponente de la sentencia por la que se dilucidará si la actual ley de plazos es conforme a la Constitución es el magistrado Andrés Ollero Tassara.

A él se dirigen ahora las miradas de los colectivos feministas, pues Ollero es un antiabortista confeso. En el pasado, por ejemplo, ha manifestado que dejar a una madre abortar "es autorizar un acto de guerra contra su hijo" (1987) o ha criticado que España se hubiera convertido con la ley de 2010 en el "paraíso del turismo abortista" (2012). Además, tal y como informó este diario, la única forma de que se abstuviera de la votación es que él mismo renunciara –algo que ya ha dicho que no va a hacer– pues no cabe recusación contra él. 

Cambios sobre menores

"Estamos contentas, la sensación es que hay cosas que celebrar porque hemos logrado un triunfo importante pero estamos preocupadas ante lo que pueda pasar en el Constitucional, más aun teniendo en cuenta que el ponente no es una persona que haya mostrado respeto por las mujeres", señala por teléfono desde la floristería que regenta en Gijón Begoña Piñero. Ella es miembro de la histórica asociación feminista Tertulia Les Comadres que impulsó la iniciativa del Tren de la Libertad y la masiva manifestación del pasado 1 de febrero en Madrid. Este domingo se manifestará en Oviedo pues, al contrario que en aquella fecha, la movilización no está centralizada en Madrid y hay convocatorias en más de 20 ciudades, coincidiendo con otras que se celebrarán en varios países en el marco del Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Por otro lado, Piñero también se refiere al cambio que el Gobierno ha anunciado que hará en las condiciones en las que bajo el paraguas de la ley de 2010 pueden abortar las mujeres de 16 y 17 años. Tras varias modificaciones durante su tramitación y desarrollo, esta norma estableció finalmente –a través de un real decreto– que las jóvenes de esa edad pueden decidir por sí mismas abortar aunque, para hacerlo, tienen que ir acompañadas por uno de sus padres como forma de garantizar que están informados. Sólo si la menor alega conflicto familiar el aborto se puede realizar sin consentimiento paterno, aunque para eso hace falta un informe médico por escrito que acredite que la decisión de no contarlo a los progenitores está fundada.

Lo que parece más probable es que el Gobierno deje esta cuestión tal y como estaba prevista en el anteproyecto al que finalmente renunciará. Este texto establece que las chicas de 16 y 17 años precisarán para abortar del "consentimiento expreso de ella y el asentimiento de los titulares de la patria potestad" y que en el caso de que haya desacuerdo entre los tutores y la menor o ella alegue conflicto familiar para no contarlo en casa será un juez el que resolverá. "Nosotras queremos que la ley de 2010 se quedé como está", señala Piñero. 

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Futuro 

En el movimiento feminista hay también quien piensa que la reforma del aborto que planteaba poner en marcha el Gobierno del PP visibilizaba una ofensiva que siempre ha estado ahí. Y por eso sigue siendo necesario salir a la calle. Patricia Martínez, que es copropietaria en Madrid de la librería Mujeres&Compañía, especializada en narrativa escrita por mujeres, también se manifestará este domingo. Para ella, que participa en el movimiento feminista más alternativo, es imprescindible seguir trabajando en lo local y llevando a cabo acciones que rompen el espacio público y logran visibilizar la realidad de las mujeres. "La preocupación está en el ambiente porque vemos regresión de derechos en muchos frentes. Aunque Rajoy ha dimitido nos deja otras de las medidas que promovió como la ley de tasas", asevera. 

Ahora, dice Serrano Fuster, lo que reivindican plataformas como Nosotras Decidimos es que se cumplan los programas de educación sexual, prevención de embarazos no deseados y educación que están previstos en la ley de plazos de 2010 y a los que, asegura, tanto han afectado los recortes. En este punto tiene especial importancia cómo puede incidir la reforma local aprobada por el Ejecutivo y que arrebata a los ayuntamientos las competencias limitadas que tenían en educación, sanidad y servicios sociales, que pasarán a partir de 2016 a manos de las comunidades a pesar de que no tendrán recursos extra para gestionarlos. 

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