Los intereses del futuro eurocomisario

Cañete intenta hasta última hora eliminar obstáculos para asegurar su elección como comisario de Energía y Acción Climática

El candidato del PP, Miguel Arias Cañete, durante un mitin celebrado este 20 de mayo en la plaza de Trascorrales de Oviedo.

Miguel Arias Cañete comparecerá este miércoles por la tarde ante las comisiones de Industria y Medio Ambiente del Parlamento Europeo para someterse a un examen crucial para su nombramiento como comisario de Energía y Acción Climática. El exministro de Agricultura llega a ese examen situado en el ojo del huracán de una batalla política por sus conexiones con el sector del petróleo y cuyo resultado dependerá de si se mantiene intacto el pacto entre conservadores y socialdemócratas. Incluso su partido, el PP, admite que Cañete afronta una situación problemática, pero confía en que no termine siendo el eslabón más débil en la cadena de los comisariables que hoy están en la cuerda floja.

Con una manifestación convocada en Bruselas frente a la sede del Parlamento apenas tres horas antes de que a las seis de la tarde comience el examen y con una campaña en internet que a las diez de la noche había sobrepasado las 77.000 firmas contra su nombramiento, Cañete modificó este martes por la mañana su declaración de intereses.

La “actualización”, término empleado por el PP, tuvo por objetivo incorporar al formulario el sueldo que cobró del PP entre 2008 y su designación como ministro en diciembre de 2011 en lo que su partido interpreta como una muestra de su deseo total de "transparencia". En la práctica, la corrección del formulario busca allanar un camino que por horas se ha ido haciendo más pedregoso, el de su nombramiento para la doble cartera de Energía y Acción Climática.

Nominado para el cargo en la Comisión que presidirá Jean Claude Juncker, el pacto entre conservadores (PPE) y socialdemócratas (S&D) parecía asegurarle una elección sin sobresaltos.

Pero la sombra del conflicto de intereses por su participación hasta hace dos semanas en dos compañías petroleras de su familia ha movilizado a los grupos a la izquierda de los socialistas –Izquierda Unitaria (GUE/NGL) y Los Verdes- así como a UPyD (adscrita al ADLE, el grupo liberal). Y amenaza con abrir una brecha en las filas socialdemócratas, donde los parlamentarios del PSOE solo suman 14 de 191 escaños. La semana pasada, la dirección socialista difundió un mensaje: si Juncker mantiene a Cañete al frente de Energía y Acción Climática, sus eurodiputados darán un no a la nueva Comisión Europea o, como mínimo, se abstendrán. Pero el debate sigue abierto.

El examen del miércoles tarde en la sesión conjunta de las comisiones de Industria y Medio Ambiente no incluye votación final. Pero, una vez finalizado, los coordinadores de cada grupo parlamentario deben acordar un dictamen: apto como comisario, no apto o competente pero… para otra cartera. Y en ese dictamen la llave está en manos de los socialdemócratas, como saben –y temen- los socialistas españoles.

En sus respuestas al cuestionario escrito previo al examen oral de este miércoles, Cañete ha prometido abstenerse en cualquier asunto que pueda afectar a sus intereses directos o indirectos, por ejemplo los de su familia. Pero “¿cómo lo haces si todo lo que tienes que hacer, Energía y Cambio Climático, está relacionado con la industria petrolera?”, se preguntaba este martes en declaraciones al diario El Mundo la eurodiputada belga Kathleen Van Brempt, miembro de la comisión de la comisión de Industria y, sobre todo, una de las vicepresidentas del grupo socialdemócrata.

“Más del 50% -añadió Van Brempt en referencia a la doble cartera asignada a Cañete- está relacionado con cómo elegir el equilibrio entre energías. En este caso no es aplicable abstenerse”. 

Campaña en internet y manifiesto de eurodiputados

La gran duda no estriba ahora en qué harán los conservadores sino si en las filas socialdemócratas habrá o no fugas. Dos eurodiputados de ese grupo, el segundo en número de escaños (191 frente a los 221 del PPE) suscribieron este martes el manifiesto contra Cañete rubricado por 76 parlamentarios. El texto fue una iniciativa conjunta de Equo, la formación española que ha articulado la estrategia del grupo de Los Verdes en este asunto, Izquierda Unida y Podemos, ambas adscritas al grupo Izquierda Unitaria.

De momento, solo el socialdemócrata alemán Jo Leinen y su correligionaria sueca Soraya Post se han desmarcado del pacto fraguado para aupar al conservador luxemburgués Jean Claude Juncker a la presidencia de la Comisión y al alemán del SPD Martin Shulz a la cúpula del Parlamento Europeo.

Pero, para empezar, los socialistas españoles, presionados desde la izquierda, ven como una enorme rueda de molino la opción de tragar con una Comisión donde la doble cartera de Energía y Acción Climática lleve grabado el nombre de Miguel Arias, el exministro que hasta hace apenas quince días mantuvo acciones en dos compañías petroleras familiares –Petrologis Canarias y Petrolífera Dúcar- controladas por una compañía holandesa (Havorad BV) que tuvo como accionista único a otra empresa radicada en el paraíso fiscal de las Antillas Holandesas. Havorad BV controla asimismo un tercio de la filial panameña de Cepsa.

Y no se trata solo de la situación del PSOE. Porque, para continuar, el presidente del grupo socialdemócrata, el italiano Gianni Pittella, pretende marcar su territorio frente al alemán Schulz. Y para finalizar, nadie se atrevía este martes a vaticinar qué harán los socialdemócratas alemanes (27 escaños), el segundo gran bloque nacional en ese grupo después del formado por los italianos (31). El PSOE apenas dispone de 14 asientos en la Cámara.

“Es el candidato que menos gusta”, resumió ayer una fuente parlamentaria socialdemócrata al tiempo que exponía el dilema al que su grupo se enfrenta: “Si tumbamos a Cañete, los conservadores están dispuestos a tumbar a [Pierre] Moscovici”, el eurodiputado socialista (del PSF) francés nominado por Juncker como futuro comisario de Economía y Finanzas. Uno de los eurodiputados de la conservadora UMP francesa (englobada en el PPE), Alain Lamassoure, explicitó la amenaza en una comida con periodistas galos. "No habrá un solo muerto; será cero o dos", informa Ludovic Lamant, corresponsal de Mediapart en Bruselas.

Cañete corrige su declaración de intereses e incorpora su sueldo del PP la víspera del examen en la Eurocámara

El PP admite que hay problemas

Que Cañete se enfrenta a problemas es un hecho que admite también el PP, testigo del malestar que su nombramiento suscita en sectores de la Eurocámara.

El exministro de Agricultura pertenece al grupo de candidatos en la cuerda floja, el mismo en que se encuadra el húngaro Tibor Navracsics, nominado por Juncker como comisario de Educación, Juventud y Ciudadanía pese a su proximidad al primer ministro Viktor Orban, muy cuestionado por sus políticas restrictivas en materia de libertades civiles. A ese círculo de aspirantes bajo la lupa pertenece igualmente el británico Jonathan Hill, antiguo miembro de un lobby y quien, salvo cambios, asumirá nada menos que la cartera de Regulación Financiera.

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