el azote del ébola

Sanitarios y sindicatos denuncian fallos en el protocolo para evitar el contagio del virus

El religioso español infectado por ébola llega a Madrid

Y. G.

Mientras el Ministerio de Sanidad ha iniciado una investigación encaminada a conocer cómo se produjo el primer caso de contagio de ébola fuera de África, en el otro lado, sindicatos sanitarios y asociaciones de enfermeros –la contagiada era auxiliar–, ponen ya sobre la mesa algunas cuestiones que dejan entrever que los protocolos seguidos pudieron no ser todo lo estrictos que deberían haber sido. Ambos sectores coinciden en que pese a que desde el punto de vista da de la salud pública se adoptaron medidas seguras, desde el punto de vista de la salud laboral lo fueron menos.

El presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, señaló que pedirán a las autoridades sanitarias una investigación "a fondo" tras el contagio de ébola de una auxiliar de enfermería del Hospital Carlos III de Madrid, donde tuvo contacto con el religioso fallecido el pasado 25 de septiembre, el misionero Manuel García ViejoManuel García Viejo. Según el Ministerio de Sanidad, la auxiliar de enfermería, que no tiene hijos, se marchó de vacaciones el día después. Y cuatro días después comenzó a sentirse mal y se puso en contacto con el servicio de salud laboral de su centro sanitario aunque siguió de vacaciones. No ingresó en ningún centro sanitario hasta la noche del domingo, pues hasta entonces la sintomatología era "vaga".

González Jurado sostuvo que este mismo fin de semana había recibido un "informe muy profundo y documentado" de un profesional que analiza el protocolo seguido en los hospitales en el tratamiento de los posibles casos de ébola. En este, según señaló, se pone de manifiesto que las medidas que se adoptan "son muy seguras desde el punto de vista de la salud pública, mientras que desde el punto de vista laboral presentan muchos problemas".

"No quiero alarmar sin estudiarlo en profundidad, pero se trata de una queja importante y muy bien documentada", dijo. En este sentido, añadió que "la protección de la profesión no es lo más importante para el sistema y a veces se la deja en una situación incómoda, cuando no indefensa". El informe, no obstante, sí recoge una protección adecuada para los pacientes.

Además, el máximo responsable del Consejo General de Enfermería, lamentó que desde que llegó el primer caso de ébola a España y se tomaron las primeras medidas no se ha informado ni se ha pedido opinión al colectivo enfermero. "No se nos ha hecho partícipes de los protocolos y en ningún momento se nos ha recabado opinión", denunció, según informa Europa Press.

"No nos valen paños calientes. Algo ha fallado y eso no se puede permitir. Vamos a pedir a las autoridades sanitarias una investigación en profundidad y si no se hace tomaremos las medidas necesarias", insistió. En su comparecencia, la ministra Mato no explicó qué ha fallado. Según aseguró, en todo momento permaneció activado el protocolo marcado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

CSI-F pide dimisiones

Por su parto, CSI-F pidió este lunes la dimisión del gerente del Hospital La Paz-Carlos III de Madrid, Rafael Pérez-Santamarina.

Fuentes del sindicato señalaron que, además, exigen una reunión urgente tanto con la Consejería de Sanidad como con el Ministerio de Sanidad para que se aclare "hasta el último detalle" lo sucedido con la enfermera así como de las medidas de prevención y de protocolo que se está adoptando en España.

Una auxiliar de enfermería de Madrid, primer caso de ébola fuera de África

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Por otro lado, lanzaron un mensaje de "cautela y tranquilidad" hasta que se conozcan "en profundidad" y con "rigor" todos los detalles de lo sucedido con la enfermera y el respeto a la confidencialidad de todos sus datos.

Por otro lado, el sindicato recordó que ya avisó de que el Hospital Carlos III de Madrid "no estaba preparado para atender este tipo de casos" y que el material utilizado, desde las mascarillas hasta los propios trajes, no eran los adecuados para atender a pacientes con ébola.

En agosto, poco antes de la llegada del sacerdote Miguel Pajares a España, el sindicato señaló que "el nerviosismo" imperaba entre los trabajadores tanto del Carlos III como de La Paz, ya que consideraban que no contaban con la preparación suficiente para atender casos como estos. "El pasado 8 de mayo, los delegados sindicales de prevención del Hospital de la Paz, que cuenta con 7.000 trabajadores, ya alertaron de esta situación en un escrito dirigido al gerente de este centro, con copia al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez. En la carta subrayaban que la forma de atención ante casos sospechosos de enfermedad por virus ébola seguía sin estar definida, así como la formación que deben recibir los profesionales", señalaba CSI-F en un comunicado.

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