El juzgado de primera instancia número 54 de Madrid ha condenado a Bankia a
indemnizar a un matrimonio estafado con las preferentes con 140.300 euros, más los costes del proceso. El fallo, emitido el pasado mes de mayo, declaró
nula la orden de suscripción que emitió entonces Caja Madrid, así como el
canje de estas participaciones por acciones de Bankia, al que se vieron obligados debido a las medidas adoptadas por el Fondo de Reestrucutración Ordenada Bancaria (FROB) -máximo accionista de Bankia- en mayo 2013.
En esta sentencia a la que ha tenido acceso
infoLibre el juez alega que "los demandantes son personas con
cultura muy limitada y nulos conocimientos financieros", detallando que la esposa
"apenas sabe escribir" y ambos tienen "escasos recursos económicos". Además, el marido está jubilado, es pensionista y padece un cáncer de próstata, mientras que su cónyuge
fue víctima del conocido como síndrome tóxico en los años ochenta "por el que fue declarada incapacitada, percibiendo una indemnización de cuarenta millones de las antiguas pesetas".
El matrimonio era cliente de Caja Madrid "desde hacía más de veinte años" y tenían "plena confianza" en sus trabajadores. No obstante, cabe destacar que eran clientes minoristas, que encajaban con el perfil "conservador", ya que "nunca invirtieron en productos complejos o de riesgo" hasta la emisión de preferentes en 2009. Fue en este año cuando adquirieron las participaciones, sin ser "conscientes de haber adquirido (...) un producto complejo, perpetuo y de alto riesgo", con el dinero que la esposa había recibido como indemnización por la enfermedad que le provocó el síndrome tóxico.
Cuando esta pareja
comenzó a sospechar de las participaciones adquiridas, debido a las primeras informaciones que denunciaban una posible estafa en Caja Madrid, fueron a su sucursal habitual, donde los trabajadores
les aseguraron que sus ahorros no estaban en peligro. Aunque quedaron más tranquilos, las noticias sobre las preferentes se seguían sucediendo, por lo que
un día decidieron solicitar la devolución del dinero invertido: fue en ese momento cuando se enteraron de que los 140.000 euros estaban invertidos en preferentes a perpetuidad.
El síndrome tóxico es el nombre de una dolencia —aunque también se utiliza para referirse a este caso específico— que
acabó con la vida de cerca de 600 personas y afectó más de 25.000 en España en la década de los ochenta. Aunque al principio se desconocía su origen, pronto salió a luz la causa: algunos aceiteros
adulterararon aceite de colza y lo destinaron al consumo humano. En 1989, un total de trece aceiteros fueron condenados por este caso, con penas que llegaban
hasta los veinte años de prisión.