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Asamblea fundacional

Iglesias hace del liderazgo fuerte y unipersonal la clave de su estrategia para alcanzar la Moncloa

Pablo Iglesias, en su discurso de apertura de la asamblea ciudadana de Podemos, este 18 de octubre en el Palacio Vistalegre de Madrid.

El objetivo de Pablo Iglesias es llevar Podemos a la Moncloa. Así lo repitió en multitud de ocasiones tanto este sábado, en su discurso de inauguración del encuentro que se está celebrando en el Palacio  istalegre, como en sus apariciones ante los medios e incluso en el borrador de principios políticos que ha presentado junto a su equipo para someterlo a votación. Y ese es el motivo clave para que busque establecer un liderazgo fuerte y unipersonal en el partido en lugar de dividirlo en tres, según explica Carolina Bescansa, encargada de la Unidad de Análisis Político de Podemos y miembro del grupo promotor del partido.

Durante el turno de preguntas que tuvo lugar en el acto del sábado, Iglesias defendió su modelo y expresó sus dudas acerca del borrador del equipo Sumando Podemos, encabezado por el eurodiputado Pablo Echenique y que plantea una dirección tripartita y una toma de decisiones de carácter más asambleario, así como que un porcentaje de los órganos de dirección se elija por sorteo. El líder de Podemos fue muy claro en este sentido: "Tres secretarios generales no le ganan las elecciones a [Mariano] Rajoy ni a Pedro Sánchez, pero uno sí”.

“Una de las razones por las que nos tienen miedo es porque somos eficaces”, señaló igualmente Iglesias. Y precisamente el de eficacia fue uno de los conceptos centrales de la intervención del líder de la formación, que en todo momento dejó claro que tiene la vista puesta en llegar al Gobierno. En este sentido Bescansa afirma, en declaraciones a infoLibre, que lo más efectivo para que Podemos sea "capaz de desplazar al Partido Popular" del Gobierno es que el discurso esté centralizado en una sola persona para transmitir "una presentación pública más coherente".

"Nosotros queremos una organización capaz de cambiar las cosas de verdad, y eso no es algo que pueda hacer una persona sola, sino que requiere de la inteligencia de muchas", explica la dirigente, que no obstante admite que para conseguir "articular" los mensajes que se quieren transmitir a la opinión pública con claridad "es necesario visibilizar en una única voz el discurso de la organización". Sin embargo, según asegura Bescansa, que exista –de ganar la votación el modelo propuesto por Iglesias– un único secretario general no conllevaría automáticamente que todos los mensajes pasasen por él.

Un líder arropado por portavoces temáticos

"Hemos diseñado un modelo en el que intentamos que el Consejo Ciudadano [el máximo órgano entre congresos de Podemos] opere en clave de organización temática", relata la responsable de Análisis Político. ¿Qué significa esto? Que, según la propuesta del grupo promotor, este órgano se configuraría en áreas de trabajo especializadas –economía, asuntos jurídicos...– que ocuparía "gente especializada" elegida por la militancia. Y los responsables de estas áreas, explica Bescansa, también ejercerían de portavoces de sus respectivas competencias junto al secretario general.

El equipo de Echenique responde a Iglesias que no piensa “echarse a un lado”

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"Me parece un equívoco generalizado que se crea que el hecho de que exista [en su propuesta] un sólo secretario general signifique que sólo hay un portavoz", se queja la dirigente, que recuerda que su grupo renunció a la denominación inicial del líder del partido –en el primer documento al cargo de secretario general se le llamaba portavoz– precisamente para que no diera la impresión de que tan sólo existe una voz autorizada. "Nuestro modelo no hace descansar la responsabilidad en una persona, sino en los equipos, con independencia de que en términos comunicacionales trabajemos sobre una única voz", abunda en este sentido.

Ante el temor de que la concentración del poder en una única persona pueda generar personalismos y un liderazgo exacerbado, Bescansa explica que su documento organizativo plantea mecanismos para evitar estas prácticas. "Los temores que puede suscitar un liderazgo como el de la vieja política, donde los líderes se han convertido en personas que dirigen de forma nada democrática sus propias organizaciones, queda completamente anulado con la figura del revocatorio [para celebrarlo es necesario que lo solicite un 20% de los afiliados] y con la atribución de competencias tan importantes a la Asamblea Ciudadana y al Consejo Ciudadano", señala.

La dirigente se refiere a los amplios poderes de los que gozaría el conjunto de la militancia si el documento organizativo propuesto por el equipo promotor saliese adelante: la Asamblea Ciudadana –el total de afiliados– sería la encargada, entre otras cosas, de aprobar las listas y programas electorales o los eventuales pactos con otras fuerzas políticas, y también tendría capacidad de convocar referéndums vinculantes si así lo solicitase al menos el 10% del censo. El Consejo Ciudadano, igualmente, también estaría capacitado para convocar este tipo de consultas, al igual que el secretario general.

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