La Marea Blanca exige la recuperación del Carlos III como centro de referencia de enfermedades epidémicas

Miles de personas recorrieron este domingo el centro de Madrid en la vigésimo cuarta manifestación de la Marea Blanca. La marcha arrancó a las 12:00 horas desde la plaza del Museo Reina Sofía y, tras dos horas de reivindicaciones a lo largo del Paseo del Prado, se detuvo frente al Ministerio de Sanidad, ante el que se leyó un manifiesto reivindicativo de la Mesa Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (Medsap).

Esta nueva edición de la Marea Blanca se centró en la defensa de la atención pública a la salud mental y en la recuperación del Hospital Carlos III como centro de referencia a nivel nacional para el tratamiento de enfermedades epidémicas.

Unos minutos antes de la hora marcada para el comienzo de la marcha el punto de encuentro estaba repleto de manifestantes. La orquesta Solfónica 15M amenizaba la espera de los asistentes interpretando piezas musicales. 

Con la aparición de la pancarta que encabezó la manifestación, en la que se leía "No a los recortes, privatizaciones. Sí a la sanidad, servicios públicos", las miles de personas comenzaron a descender por la calle de Atocha hasta alcanzar la glorieta con el mismo nombre. La vía, cortada al tráfico, comenzó a llenarse de batas blancas, mascarillas y numerosas pancartas reivindicativas en las que podían leerse lemas como "Todos somos Teresa" –en referencia a la técnica de enfermería contagiada por el virus del ébola–, "Con 'Sanidad PP' al cielo pronto iré", "La sanidad no se vende...se defiende" o "Hay motivos para seguir luchando".

Por su parte, el sindicato de técnicos de enfermería USAE quiso mostrar su apoyo a su compañera Teresa Romero portando una pancarta que rezaba "Exigimos a las autoridades sanitarias que respeten a los profesionales. Todos con Teresa". Sosteniendo parte de la lona se encontraba José Ramón, hermano de la técnico de enfermería ingresada en el Hospital Carlos III.

En la glorieta de Atocha, la marcha se dividió y se realizó un abrazo simbólico a la fuente conmemorando la Declaración de Atocha sobre la salud mental. "Abrazaremos la fuente en apoyo a la salud mental al igual que hemos abrazado los hospitales cuando ha hecho falta", recordó el pasado viernes a los medios María Nieves Lozano, una de las portavoces de Medsap.

Después de juntarse nuevamente las dos pancartas que encabezaban la manifestación, se procedió a la lectura del primer comunicado. "La atención pública a la salud mental recibe agresiones ministeriales y de la gestión del consejero de la Comunidad de Madrid. El deterioro progresivo de las prestaciones y servicios de salud mental es evidente", se comenzó a escuchar por los altavoces que portaba el coche que acompañaba a la marcha.

La portavoz encargada de leer el texto también cargó contra las llamadas "consultas de alta resolución" que, según manifestaba entre aplausos, "se utilizan para maquillar las listas de espera". Además, en la lectura del comunicado también se denunció el incremento de "los servicios concertados con empresas privadas para camas psiquiátricas de media y larga estancia mientras se cierran servicios públicos".

Para finalizar, se exigió entre gritos de "¡Sí se puede!" la derogación de los decretos 51 y 52/2010; la retirada del Plan de Medidas de Garantía de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid; un debate en la Asamblea de Madrid sobre la "calamitosa situación de la asistencia pública en salud mental", según rezó el comunicado; la derogación de la ley 15/1997 que "permite la privatización de los bienes y servicios del sistema de salud"; y la derogación del Real Decreto Ley 16/2012 que "liquida el principio de universalidad y cambia el modelo de asistencia sanitaria".

Con la finalización del primer acto, la marcha se reanudó, entre aplausos, en dirección al Ministerio de Sanidad. Durante el camino, los manifestantes no dudaron en pedir la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, y del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, por su gestión durante la crisis del ébola. "¡Más batas blancas y menos sobres negros!", "¡Todos con Teresa!" y "¡Nada, nada, nada, para la privada!" fueron los lemas más coreados a lo largo de todo el trayecto.

"Ordenamos el cese de la ministra Ana Mato"

Sobre las 13:30, la manifestación se detuvo, finalmente, frente al edificio ministerial. La gente comenzó a agolparse poniendo sus pancartas de cara al Ministerio de Sanidad. Nuevamente, varias portavoces de la Medsap leyeron un segundo comunicado.

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Recogiendo el testigo que les habían cedido sus compañeras del primer texto recitado en la fuente de Atocha, la Medsap no dudó en resaltar la importancia de que la "opinión pública conozca que se trafica con las personas; que con total impunidad se están cerrando centros públicos y se están regalando para especular con la salud mental".

En cuanto al hospital Carlos III, en el que se encuentra ingresada Teresa Romero, los portavoces de Medsap denunciaron que "el desmantelamiento fue un error gravísimo". "Son ustedes los culpables de que hoy Teresa, a la que el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid faltó con bochornosas declaraciones, esté sufriendo mientras otros todavía permanecen en observación", criticaron.

Finalmente, entre una muchedumbre que estalló en aplausos y silbidos de cara al edificio ministerial, una de las portavoces de la Medsap ordenó "la inmediata destitución del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, el cese de la ministra Ana Mato" y exigió "el rendimiento de cuentas del presidente de la Comunidad de Madrid –Ignacio González– y del presidente del Gobierno –Mariano Rajoy–".