"Este es el comienzo de una amistad", sentenció Joaquín Sabina
robando la frase de Humphrey Bogart en
Casablanca en la conversación telefónica que mantuvo este domingo en
Salvados con Pablo Iglesias. El director del programa,
Jordi Évole, sorprendió al final de la emisión al líder de Podemos, que se hallaba en Quito (Ecuador), con una llamada telefónica a Montevideo (Uruguay), donde al otro lado del móvil se hallaba un divertido Joaquín Sabina, embarcado en su gira
500 noches para una crisis.
Era la primera vez que ambos hablaban y la conversación se producía tras la polémica surgida por unas declaraciones del músico en las que sugería a Podemos "
reciclarse un poco, adaptar su discurso al siglo XXI", superando algunos aspectos del "marxismo del siglo XIX". Le respondió Juan Carlos Monedero, miembro del grupo promotor de Podemos, quien afirmó que "cada uno tiene que hacer lo que sabe hacer" y aconsejó a Sabina que se dedique a "hacer canciones, porque su cultura artística no está a la altura de su comportamiento político".
El músico explicó que no estaba molesto con Iglesias sino con Monedero, pero el líder de Podemos le excusó. "Si a alguien le gusta tanto o más que a mí Sabina es a Juan Carlos", dijo. "Dile de mi parte que nos hagamos un día una comidita", sentenció el cantante. Hechas las paces, Sabina soltó un "
si no hubiérais aparecido [por Podemos] habría que haberos inventado".
El cantante le invitó a subir un día al escenario a cantar porque le habían dicho que el líder de Podemos no lo hacía mal. Iglesias confesó que la noche anterior había estado entonando en una cena junto al presidente de Ecuador,
Rafael Correa, y el canciller,
Ricardo Patiño, el tema de Carlos Puebla
Hasta siempre comandante. "Por desgracia no canto muy bien", confesó el político. "Un día te subiré al escenario y te vas a joder, vas a perder votos", bromeó Sabina.
Évole llega a plantearle a Iglesias que si Podemos llega al Gobierno coloque a Sabina como ministro de Cultura. "No me metáis en la casta por favor", sentencia el músico. "Espero que lo vuestro dure más que
dos peces de hielo en un whisky on the rocks" , avanzó Évole. Sabina se puso serio entonces y dijo: "
Si tiene que haber alguna trinchera, en primera línea no, porque soy muy cobarde, pero en la retaguardia, que me guarden un sitio, en la suya, en su trinchera". El líder de Podemos le respondió: "Por supuesto que sí,
en un sitio de combate privilegiado".
Hombre, pues hay que reconocer que el "bocas" de Juan Carlos Monedero acertó en los del comportamiento político de Sabina
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