Escándalo de las tarjetas

IU Madrid rebaja el tono del conflicto con la dirección federal y pide tiempo para aplicar las sanciones

Es lo que a los políticos les gusta llamar bajar el soufflé. Enfriar el conflicto. Con esa intención entró este jueves la dirección de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM) en la reunión con el núcleo duro de la cúpula federal. Intentar que el enfrentamiento radical a cuenta de la depuración de responsabilidades políticas por su participación en la gestión de Caja Madrid y Bankia. Apaciguar la tensión con el objetivo de que se dé a IU-CM más tiempo para cortar cabezas, siempre que se demuestre "con hechos", y "no opiniones", que hay que hacerlo, en palabras del coordinador regional, Eddy Sánchez. Al menos, hasta que pasen las primarias abiertas para la elección de sus cabezas de lista a las autonómicas y las municipales, que se rematan el 30 de noviembre. 

La reunión de ayer llegó tras una larga secuencia y la precipitación de los últimos acontecimientos en esta semana. El lunes, la Presidencia Ejecutiva Federal (PEF) de IU, formada por una setentena de dirigentes, aprobó, por aplastante mayoría –26 síes, 2 noes y 3 abstenciones– una contundente resolución en la que exigía "dimisión o cese de sus cargos públicos y orgánicos de quienes han sido coordinadores generales de IU-CM en los momentos en que se tomaron decisiones sobre Caja Madrid y Bankia y de quienes, desde la presidencia de Fundeste [la fundación de IU-CM], son responsables de la inadecuada gestión de la fundación". La PEF dio tres días de plazo a la federación para que concretase los nombres, aunque esa redacción, nada ambigua, señalaba a los hombres que se sucedieron en el liderazgo regional desde hace veinte años: Ángel Pérez (1993-2000), actual portavoz en el Ayuntamiento de la capital; Miguel Reneses (2000-2002), secretario de Organización de Cayo Lara y diputado en la Asamblea autonómica; Fausto Fernández (2002-2004), Fernando Marín (2004-2008), y Gregorio Gordo (2009-2012), hoy portavoz en la Cámara madrileña. Cuando el actual coordinador, Eddy Sánchez, tomó las riendas, en diciembre de 2012, el caso Bankia ya estaba en los tribunales. 

IU-CM replicó a las 24 horas. Su ejecutiva regional contestó con una agresiva resolución –respaldada por 13 votos a favor y 3 en contra–, en la que consideraba "inaceptable" el texto de la Presidencia Federal, avisaba del peligro de "ruptura" y subrayaba que era "irresponsable" forzar dimisiones ahora, cuando la federación vive su proceso de primarias abiertas. Ponía dos deberes a la cúpula de Cayo Lara: que la comisión de transparencia federal recibiese en audiencia a dirigentes, coordinadores y portavoces institucionales, y que las dos direcciones se reunieran de inmediato. El miércoles ya desfilaron exlíderes y responsables de IU-CM y Fundeste por Olimpo, como adelantó infoLibre, y habrá más comparecencias en los próximos días. Y ayer se produjo el encuentro entre las dos delegaciones en las dependencias del grupo de Izquierda Plural en el Congreso. 

La importancia de la 'Púnica' y las primarias

Por parte de la dirección federal acudieron Cayo Lara; el coordinador de la Presidencia y líder del PCE, José Luis Centella, y el (cuestionado) secretario de Organización, Miguel Reneses. Y en nombre de IU-CM, su líder, Eddy Sánchez, y sus responsables de Organización, Comunicación y Relaciones Políticas, Carlos Paíno, Lidia Fernández y Libertad Martínez. Al término, la federación madrileña remitió un comunicado, pero IU federal calló: no lanzó ninguna nota. 

IU-CM, a diferencia de la resolución del martes, optó por aparcar las sentencias gruesas, en un evidente gesto de distensión. Contó que el equipo de Lara trasladó "el contexto y el contenido de la resolución de la Presidencia", como Sánchez y los suyos hicieron llegar "los contenidos y el contexto" en el que se produce el texto de la ejecutiva regional: "La trama Púnica y las primarias internas, que están consiguiendo un gran despliegue". IU-CM también mostró "su disposición a colaborar plenamente con la dirección federal y la comisión de transparencia". Y concluye la nota así: que la cúpula regional trasladó "que una vez conocida la resolución de la comisión de transparencia, realizada tras las numerosas comparecencias de Madrid, obrará en consecuencia". 

No hubo forma de recabar la versión del federal, por boca de los tres dirigentes presentes en la reunión en el Congreso. Fuentes oficiales, no obstante, sí señalaron que no estaba previsto el envío de ningún comunicado en las próximas horas, y que en todo caso Lara podrá responder a las preguntas de los periodistas en una rueda de prensa, este viernes a las 16.30 horas, en la Cámara baja. Miembros del equipo de Lara, no obstante, sí palparon un cierto ánimo de "rebajar la tensión" por parte de IU-CM y entrevieron la voluntad de la federación de "asumir la resolución de la Presidencia", aunque no ahora. 

La caída de Antero Ruiz como prueba

El propio Eddy Sánchez ofreció su visión del encuentro a infoLibre. "Lo que queríamos trasladar, porque la reunión la pedimos nosotros, es un mensaje de voluntad plena de colaboración con la comisión de transparencia en aquello que se nos requiera, y también la seguridad de que actuaremos, siempre que las peticiones se basen en hechos, y no en opiniones, siempre que durante las investigaciones surjan elementos empíricos". El líder autonómico pone como prueba que la dirección disparó contra el diputado Antero Ruiz, por haber consentido que en 2009 la mano derecha de Miguel Blesa en Caja Madrid, Enrique de la Torre, pagase con su tarjeta black la fianza del recurso que IU-CM presentó contra una decisión del Gobierno de Esperanza Aguirre. Fue el único hecho que investigó la comisión interna en torno a la gestión de la entidad, algo que soliviantó a las federaciones. "Había hechos objetivos y actuamos", recordaba el líder madrileño. Ruiz se negó a devolver su acta, así que le suspendió cautelarmente de militancia y se le abrió expediente sancionador. 

Sánchez cree que el aumento de la tensión y el evidente malestar de las federaciones con Madrid se debe a la "falta de comunicación" de las últimas semanas, que la dirección regional justifica por la eclosión de la operación Púnica –que ha tocado de lleno Madrid por la detención, entre otros, del exnúmero dos del PP Francisco Granados y de seis alcaldes madrileños– y por el esfuerzo movilizador de las primarias abiertas. "Nos concentramos en ambas cosas y pudo dar la sensación en otros territorios de que IU-CM pasaba de depurar responsabildades y no es así", explicaba anoche. 

La federación quiere que se culminen todas las comparecencias pedidas, y entiende que eso llevará su tiempo, por lo que la redacción de las conclusiones no puede ser inmediata. Y pide que "se tengan en cuenta las primarias y se las proteja". La idea que traslada la cúpula de Sánchez es que forzar la caída de pesos pesados como Pérez, Reneses o Gordo –los tres hombres más señalados por todos– dinamitaría la organización y la sumiría en una guerra interna. 

Sánchez niega que IU-CM esté urdiendo una "maniobra dilatoria". "No queremos dilatar nada, porque queremos colaborar con la comisión de transparencia, porque no hay nada que ocultar. Pero queremos que se valoren positivamente nuestras primarias y que se sepa nuestra opinión desfavorable a la petición de responsabilidades que se base en elemenos no sólidos o improvisados". 

Voluntad de que "el barco llegue a buen puerto"

El coordinador regional sostenía anoche que había recibido buen feeling del equipo de Lara, la voluntad de que "el barco llegue a buen puerto". En plata: que las cosas se relajen y que el clima se destense de cara al decisivo Consejo Político Federal de este domingo. Es el máximo órgano de presentación de IU, y en el orden del día no figuraba este asunto de las tarjetas, sino la defensa del informe político de Lara y la cuestión clave del calendario de las primarias federales para la elección del candidato a la Moncloa, que podrían ubicarse a principios de 2015. Si no se pusiera el pie en el freno, la cita del Consejo podría embarrarse con las acusaciones cruzadas entre las federaciones y Madrid.

IU-CM, pues, pretende desactivar el ambiente de hostilidad. Distinto es que lo consiga. Sánchez comentó a este diario que este viernes hablará con la cúpula federal por si considera conveniente que converse con los demás barones para explicarles de primera mano la visión de Madrid y para amortiguar la presión interna. "Queremos evitar malentendidos, y lanzar mensajes decididos", reiteraba Sánchez.

El Consejo Político decidirá si concede una tregua a Madrid o le exige aplicar ya la resolución de la Presidencia. A priori, y como analiza un veterano dirigente, parece complicado "rebobinar", porque la decisión del lunes es firme y el consenso interno para finiquitar este incómodo culebrón con dimisiones, amplísimo. 

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