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Consulta catalana 2014

Los partidos proconsulta creen que la querella de la Fiscalía contra Mas le acabará reforzando

El president de la Generalitat, Artur Mas, durante la reunión del Govern, este 18 de noviembre de 2014.

La querella de la Fiscalía se dirige contra Artur Mas (y dos de sus consellers), a quien atribuye cuatro delitos por su papel en el 9-N, pero no necesariamente le perjudicanecesariamente . Todo lo contrario. Más bien podría reforzarle, y así lo anticipan partidos proconsulta como ERC, ICV, EUiA o la CUP, como lo cree el PSC. Incluso CiU no se privó de remarcar que "toda la población ya ha visto la determinación del president, que es leal al pueblo de Cataluña frente a un Estado español incapaz de entender sus deseos". El jefe del Govern se sitúa en un mejor escenario de cara a unas eventuales elecciones plebiscitarias, posibilidad que sigue sobre la mesa. La lectura compartida por varios dirigentes era esta: la Fiscalía, en realidad, le está haciendo "un campañón". 

A simple vista, parece obvio que el escrito de la Fiscalía no se volverá contra Mas. En primer lugar, por toda la trompetería previa. El Gobierno de Mariano Rajoy, pese a la suspensión de los preparativos ordenada por el Tribunal Constitucional, no pudo impedir la consulta alternativa del 9-N, lo que agitó rápidamente las aguas en el PP, que culpaba tanto a la Fiscalía como al TC de no haber conseguido paralizar el proceso participativo. Dos días después de abrirse las urnas, la líder de los conservadores catalanes, Alicia Sánchez-Camacho, anunció que el Ministerio Público se querellaría muy pronto contra Mas. Sus palabras causaron estupor, porque evidenciaba la presión que estaba ejerciendo el Ejecutivo para forzar una respuesta penal, presión negada oficialmente. Un material que la Generalitat exprimió desde el primer minuto.

Luego siguió el baile en el seno del propio Ministerio Público. En síntesis: el fiscal superior de Cataluña, José María Romero de Tejada, rechazó interponer el escrito ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJC) por no considerarlo "procedente", pues no encontraba base legal suficiente. El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, decidió convocar para este miércoles a la élite de la carrera, la Junta de Fiscales de Sala, para testar si su propuesta –querella contra Mas, su vicepresidenta, Joana Ortega, y la consellera de Educación, Irene Rigau, por los delitos de desobediencia, malversación, prevaricación y usurpación de funciones–, recibía el respaldo de sus compañeros. Y lo logró. Sólo dos de los 24 fiscales de sala asistentes –la Junta se compone de 27 miembros, incluido su presidente, Torres-Dulce– mostraron sus muchas objeciones a la viabilidad de la iniciativa. Fueron el de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, y el jefe de lo Contencioso del Supremo, Pedro Crespo, aunque en la reunión se palparon igualmente "discrepancias técnicas". Es decir, diferencias sobre las personas a las que debía dirigirse la querella y los delitos de los que eran acusados. 

Habrá que esperar a los "próximos días", según fuentes oficiales del Ministerio Público, para conocer el texto exacto del escrito. Pero de lo que no hay duda es que querella habrá, y que la interpondrá la Fiscalía Superior de Cataluña, pese a su oposición, por la dependencia jerárquica. Los efectos de esa iniciativa, sin embargo, ya han comenzado a rodar. Y el principal beneficiario es el principal acusado: Mas

"Persecución política"

CiU mostró total tranquilidad. La querella, dijo el portavoz de los convergentes en el Parlament, Jordi Turull, no da miedo sino "pena", por tratarse de una "persecución política decorada jurídicamente". Ahí quedaba activado, en primer plano, el argumento estrella para la Generalitat: Cataluña (y, por tanto, su máximo representante, el president) es víctima de la hostilidad del Estado. Turull retó a actuar contra la Cámara y contra "todos los diputados que instaron al Govern a organizar la consulta". El "error monumental" del Gobierno no paraliza, sino que "estimula" a la Generalitat a "seguir adelante con el proceso", afirmó. Se le preguntó si el gesto de la Fiscalía reforzaba o no a CiU. Turull intentó esquivar la cuestión, pero tras sus palabras se traslucía un sí: "Toda la población ya ha visto la determinación del presidente Mas, que es leal al pueblo de Cataluña frente a un Estado español incapaz de entender sus deseos". 

"Con ánimo sereno" afronta el Govern la querella, dijo a su vez el conseller de Presidencia y portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, porque el escrito contra Mas por haber hecho posible el 9-N "no tiene ningún recurrido". 

Mas, en realidad, había logrado colocar el foco sobre él mismo antes y después de abrirse las urnas. Tras dar por liquidada la primera consulta, la que él convocó por decreto y que suspendió el TC, se sacó de la manga un conejo de la chistera, el proceso participativo, primero ridiculizado por las otras fuerzas del frente proconsulta y después aplaudido por ellas. La segunda impugnación del Ejecutivo de Rajoy no hizo sino hinchar la participación. Al final, se acercaron 2,3 millones de catalanes, el 80,76% de los cuales se pronunció a favor de la independencia. El president no se escondió y se responsabilizó del operativo, e incluso compareció en rueda de prensa al término de la votación. 

No quedó duda, en los días posteriores a la consulta alternativa, que el vencedor moral había sido Mas. El president al que muchos habían dado por muerto, acorralado por ERC, había sobrevivido al desafío, dándole la vuelta a un escenario adversario y capitalizando el "éxito" de la votación. Ahora podría volver a ocurrir lo mismo. 

"No sé qué más regalos puede hacer Rajoy a Mas"

"Sí, podría ser que en principio reforzara la querella a aquellos contra los que se dirige. Podrían fortalecer a Mas, pero ya se verá. Veremos lo que pasa, porque la gente es más inteligente de lo que creemos", señalaban ayer miércoles, prudentes, fuentes oficiales de los republicanos a este diario. Un miembro de la ejecutiva de Oriol Junqueras iba algo más allá: "Está claro que la actuación de Torres-Dulce ayuda al president a afianzarse, pero mi impresión es que intentará ganar tiempo y alargar su mandato". "Se equivocan" quienes creen que "van a parar el proceso querellándose contra millones" de personas que ejercieron su derecho democrático el 9-N, sostuvo en rueda de prensa el portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch. 

En ICV y EUiA la valoración era coincidente: el Gobierno, a través de la Fiscalía, le está "haciendo un campañón" a Mas. "Es que Rajoy se lo está poniendo a huevo, no sé qué más regalos le puede hacer –expresaba este miércoles un máximo responsable ecosocialista a infoLibre–. No se puede hacer peor: el PP, que al principio minimizó la consulta alternativa, luego enloqueció, la recurrió pero no pudo prohibirla, y después de dar mil vueltas, consigue que la Fiscalía presente la querella. Mas, un tío que es establishment puro, es hoy un héroe, una víctima del Estado". 

"Es un refuerzo de Mas en toda regla –opinó Quim Arrufat, diputado de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP)–. No sé si el Gobierno actúa con una ceguera absoluta o hay una intención realmente detrás. Es decir, que una vez que Rajoy ha visto que la consulta no ha sido devaluada, le conviene más fortalecer al president, un hombre de orden, que provocar una victoria de ERC, abiertamente independentista". 

En el PSC, la lectura de a quién beneficia el escrito de Torres-Dulce es coincidente. "Esta querella es lo mejor que le podía pasar a Mas, porque así coge ventaja frente a ERC. Le hace un héroe y puede vender que hace historia. Esto es pura propaganda electoral. Si Rajoy cree que con esto liquidaba a Mas, se equivoca", indicaron desde el círculo del primer secretario, Miquel Iceta. 

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Esperada conferencia del president

La percepción, tanto en ICV como en la CUP y en el PSC es que la convocatoria de elecciones anticipadas está más cerca. Apuntalan esa idea tanto los mejores datos de las encuestas –apuntan a una mejora de CiU o, al menos, un frenazo de la caída– como los últimos acontecimientos. El próximo martes 25, el president pronuncia la esperada conferencia Tiempo de decidir, tiempo de sumar, donde se espera que anuncie su hoja de ruta. Una cita a la que ha invitado, por cierto, a los grupos parlamentarios. Convergència trabaja ya en una candidatura lo más amplia posible, con independientes y figuras señeras del soberanismo. Se visualizaría así lo que en los círculos catalanes se llama el partit del president, una lista nuclada en torno a Mas que pretende difuminar las siglas de CiU, lastrada por los casos de corrupción y el escándalo que afecta al patriarca, Jordi Pujol, y a sus hijos. ERC, desde luego, sigue rehuyendo la suma con CiU, y sólo se ofrece a pactar un programa con el objetivo de la independencia. Exige elecciones "constituyentes" y un Govern de concentración posterior a las urnas

Aquellos que hace sólo unos días pensaban que Mas iba a intentar aguantar el tirón, esquivando un anticipo electoral peligroso para los intereses de su partido, presienten ahora que el president ha cambiado de opinión, consciente de que tiene el viento de cara y de que gestos como los de la Fiscalía no hacen sino ayudarle a remontar. Tal vez baje de sus 50 escaños, pero quedar por delante de los republicanos sería una victoria en esta coyuntura. Y, sobre todo, le permitiría capitanear el Ejecutivo por tercera vez. 

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