Reforma constitucional

El PSOE sólo logra por ahora el apoyo expreso de BNG y CC a su propuesta de abrir el debate constitucional

Pedro Sánchez, charlando con los ciudadanos que acudieron a la jornada de puertas abiertas del Congreso, este 4 de diciembre de 2014.

Frialdad. La propuesta del PSOE de crear una subcomisión en el Congreso para debatir sobre la reforma constitucional fue acogida con un rotundo rechazo por parte del Gobierno y del PP –y, por tanto, ya está abocada al fracaso– y con muchas reservas por la mayor parte del arco parlamentario, salvo Coalición Canaria (CC), el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Compromís-Equo, que sí prestaron un apoyo entusiasta. No hubo sorpresa en las filas socialistas. Sí confianza en que, cuando llegue el momento de votar la iniciativa, algunos grupos más la apoyarán. Y tratarán incluso de convencer al presidente del Gobierno de que salga de su "inmovilismo perpetuo". 

Pedro Sánchez, acompañado de los miembros de su ejecutiva Antonio Pradas y Meritxell Batet, llevó ayer jueves al registro de la Cámara baja la solicitud de creación de una subcomisión en el seno de la Comisión Constitucional con el objetivo de renovar el modelo de convivencia territorial (y recomponer así los "consensos rotos"), blindar los derechos sociales y ciudadanos e introducir medidas de regeneración democrática. Antes de hacerlo, el secretario general de los socialistas telefoneó a Mariano Rajoy para informarle de que iba a presentar la iniciativa, sin más demora. El jefe del Ejecutivo le respondió sin rodeos: no y no. No a poner en marcha un foro de estudio en el Congreso, no a las propuestas de carácter unilateral. No hay "demanda social", "no es oportuno ni necesario", no se puede "frivolizar" sobre un tema "serio" como es el marco de convivencia pactado en 1978, dijo textualmente José Antonio Bermúdez de Castro, secretario general del Grupo Popular. Un "disparate" que Sánchez quiera abrir la Constitución sin "saber a dónde se va y con quién se va", censuró a su vez el vicesecretario de Política Autonómica y Local, Javier Arenas. "Abramos el debate, sólo pedimos que se abra el debate", imploró el secretario general ante los medios.

Del PP depende, por descontado, el éxito de la iniciativa. Una vez registrada en la Cámara, debe calificarla la Mesa, y lo hará previsiblemente el próximo martes. El órgano de gobierno del Congreso, siguiendo una resolución de junio de 1996, enviará la propuesta a la Comisión Constitucional. Esta debe incluirla en el orden del día, y eso no ocurrirá, con toda seguridad, antes de febrero, ya que se ha cerrado la programación de la próxima sesión, el 10 de diciembre. Fijada la fecha, habrá debate. Cada grupo presente en la comisión –PP, PSOE, Izquierda Plural, CiU, PNV y los representantes del Mixto (Amaiur y ERC)– deberá pronunciarse y emitir su voto. Sólo en caso de pasar este trámite, la iniciativa llegaría al pleno, donde se aprobaría sin discusión previa. Pero lo esperable, dada la salida en tromba del Gobierno y del PP, es que la petición se frene y muera en la comisión

IU: dudas sobre la "credibilidad" y paso "insuficiente"

No sólo el PP despreció el paso dado por Sánchez. También IU, UPyD y ERC cargaron contra los socialistas, mientras que CiU vio "positivo" que se pueda debatir sobre una reforma de la Carta Magna. "Las grandes contradicciones" del PSOE cuando estuvo en el Gobierno y en la oposición "le quitan mucha credibilidad", dijo Cayo Lara desde Arrasate-Mondragón (Gipuzkoa). El coordinador de IU y presidente de Izquierda Plural, como en otras ocasiones, dio no obstante la "bienvenida" a lo que sean "medidas positivas". También se preguntó "cuál es la reforma" de la Ley Fundamental que plantea el PSOE, y "qué Estado federal quiere".

"A nosotros nos parece insuficiente. Se queda corta la propuesta de subcomisión –añadió a este diario el portavoz del grupo, José Luis Centella–. Queremos ir a algo más profundo, a un proceso constituyente. No queremos partir del entramado constitucional existente para reformarlo, como quiere el PSOE, sino construir una nueva Carta Magna de forma abierta y participativa". ¿No es pertinente siquiera abrir el debate? "No estamos en el posibilismo. Todos juegan un poco de farol porque saben que no se va a hacer. No obstante, no tenemos decidido qué votaremos. Eso lo tenemos que analizar en el grupo". 

Rosa Díez, portavoz de UPyD, tachó la iniciativa socialista de "un pelín propagandística", porque cuando se pide crear una subcomisión se hace sobre la base de un acuerdo político previo. Así que si Sánchez lanza la idea, siguió, es para "aparentar públicamente" que está por cambiar la Carta Magna. ¿Y qué votará la formación magenta? "Todavía no está decidido, es muy prematuro", contestaron fuentes oficiales. 

CiU, Amaiur y ERC, en el proceso soberanista

El sentido del voto tampoco lo tiene claro CiU. No obstante, su portavoz en la Comisión Constitucional, Montse Surroca, aprobó el gesto del secretario general. "Podría significar un cierto diálogo y un debate sobre una cuestión importante", ya que la Ley Fundamental "es reformable y sería necesaria en diferentes aspectos". La federación nacionalista, sin embargo, se sitúa "en otro escenario", el proceso soberanista, que va "más allá" de una modificación en la Carta Magna. “Ante el inmovilismo del PP al que estamos acostumbrados, tampoco podemos ser excesivamente optimistas sobre esta posibilidad de diálogo", aseguró desde Barcelona Surroca, que pertenece a Unió. 

El PNV no ha fijado postura aún y quiere examinar con detenimiento el escrito del PSOE, según fuentes del grupo en el Congreso. Su portavoz, Aitor Esteban, eludió pronunciarse. 

Desde Amaiur, su diputado Xabier Mikel Errekondo encajó la propuesta en un "contexto de máxima rivalidad entre PSOE y PP". Los socialistas, aseguró, necesitan "visualizar como sea un mínimo de iniciativa política". "En lo que nos respecta a nosotros, ya hemos dicho que cualquier cambio que pueda ser avalado por nuestra coalición o por el movimiento soberanista vasco pasa por que se reconozca el derecho de autodeterminación de Euskal Herria. Todo lo demás sería más de lo mismo. O sea, prolongar el déficit democrático del actual marco autonómico", remachó. ¿Y qué votará Amaiur? Igual respuesta: no hay nada decidido. "Se verá cuando llegue el momento. Ahora bien, no nos hemos opuesto a que se cree ningún foro que permita dialogar, aunque ello no quiere decir que votemos a favor. No es nuestra batalla".

Amaiur es la cabeza del Grupo Mixto, al disponer de siete diputados. Y con silla en la Comisión Constitucional, igual que ERC. "No nos toca impulsar ningún tipo de reforma de la Constitución española. Nuestro objetivo es tener una Constitución propia –señaló a este periódico su portavoz en la Cámara baja, Alfred Bosch–. A pesar de ello no nos parece mal que los españoles quieran mejorar sus normas pero nuestro objetivo es dotarnos, como catalanes, de propias. Si el objetivo de la reforma es buscar el encaje de Cataluña en España, le decimos al PSOE que llegan tarde". 

Oramas (CC): "Negarse me parece ilógico"

Aunque ninguna otra formación integrante del Mixto tiene asiento en la Comisión Constitucional, infoLibre preguntó a los representantes de BNG, Coalición Canaria, Compromís-Equo, Unión del Pueblo Navarro y Geroa Bai. Sólo en los tres primeros casos apoyan con entusiasmo la solicitud de Sánchez. "Aunque no compartimos la propuesta de reforma del PSOE, sí que estamos a favor de que se abra el debate y se cree una subcomisión, de que se parta del diálogo", señalaba la nacionalista gallega Olaia Fernández Davila. "¿Por qué no se va a poder discutir? –se preguntó Ana Oramas, portavoz de CC–. Hay una demanda de la ciudadanía, y hay muchísimas cosas para reformar. Podemos hacerlo sin prisas, sin calendario, justo lo contrario de lo que ocurrió con el artículo 135 [en 2011, pactado sólo por conservadores y socialistas]. Además, hay una nueva generación de políticos en casi todos los partidos. Debatamos. Negarse me parece ilógico, pero yo creo que unos se miran a otros, están en clave electoral, marcando territorio, y no oyen lo que dice la sociedad, ni los jueces". Joan Baldoví, de Compromís-Equo, cree asimismo que "hay que abrir la discusión".

Uxue Barkos, de Geroa Bai, cree que cualquier reforma ha de partir del cambio del 135 –cuya modificación Sánchez calificó de "error"– y no ve "rumbo" ni "definición" en la iniciativa socialista. Barkos es este mes portavoz rotatoria del Mixto, pero no adelanta qué votaría porque no le tocará pronunciarse en la comisión. Carlos Salvador, de UPN, duda "mucho" de que apoyara al PSOE, porque "no hay acuerdo previo" con el Gobierno y "no se sabe para qué se abre la caja de Pandora". "El PSOE es una caja de sorpresas. Abres la subcomisión hoy y ¿quién será su líder en junio, si hay una debacle en las autonómicas y municipales?". 

En la dirección del Grupo Socialista se percibió "normal" la reacción de los grupos. "Cada uno está a su rollo, y nunca aplauden al PSOE, pero veremos qué ocurre el día que haya que votar, porque todos están por reformar la Constitución, aunque cada uno defienda su modelo". "No entendemos que no se quiera debatir. A lo mejor les hemos pillado a contrapié –agregaban fuentes próximas a Sánchez–. Serán políticos de corta mirada, y puede haber electoralismo en ellos. Pero hay que tener altura de miras. Lo que queremos es que se debata, nada más, no que compartan nuestra propuesta". A Ferraz no le ha "sorprendido" tampoco la negativa tajante de Rajoy y del PP, dado el "inmovilismo perpetuo" del Ejecutivo. "Pero hay una necesidad urgente. Y vamos a trabajar para que cambie de postura". No parece factible, pero el PSOE no quiere tirar (aún) la toalla.

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 *Este texto se modificó a las 12 horas del 5 de diciembre de 2014 para incluir, entre los grupos que apoyan la propuesta socialista, al diputado de Compromís-Equo en el Congreso, Joan Baldoví.diputado de Compromís-Equo en el Congreso, Joan BaldovíJoan Baldoví

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