El escándalo del pequeño Nicolás

La investigación sobre el ‘pequeño Nicolás’ desata una guerra interna en el CNI

Toma de posesión Beatriz Méndez de Vigo

No está claro hasta dónde llega la "florida ideación delirante" que observó en Francisco Nicolás Gómez Iglesias el forense que lo atendió tras su detención. Pero lo que es muy real es la guerra interna que el caso del pequeño Nicolás ha desatado en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), con dos derivadas que afectan al comisario de Asuntos Internos de la Policía y a un fiscal Anticorrupción.

La disputa se desarrolla en torno a la figura de la secretaria general del CNI, Beatriz Méndez de Vigo, una persona de la máxima confianza de la vicepresidenta del Gobierno. Soraya Sáenz de Santamaría es quien controla orgánicamente la Casa, como se conoce familiarmente a los servicios de inteligencia, y negó en su día cualquier relación con el pequeño Nicolás. "Beatriz quiere ser la futura directora [del CNI] y los viejos de la Casa se la quieren cargar", explican a infoLibre fuentes conocedoras del enfrentamiento. Los detractores internos de la número dos del espionaje español buscan involucrarla en las andanzas del pequeño Nicolás, mientras que la versión oficial del CNI es que el joven jamás trabajó para el centro.

Francisco Nicolás Gómez Iglesias –Fran para los amigos, el pequeño Nicolás para el resto de España– fue detenido el 14 de octubre y, desde entonces, se puso en marcha el control de daños. "A los dos que tenían el contacto del CNI con el pequeño Nicolás los han enviado a Panamá", señalan las fuentes consultadas por este periódico.

Además, se produjo una buena noticia para los defensores de la verdad oficial en el frente judicial. Al ser detenido, Gómez Iglesias prestó declaración ante la jueza de guardia, Mercedes Pérez Barrios, quien dictó un auto dejando al joven en libertad provisional sin fianza a pesar de que la Fiscalía solicitó prisión preventiva incomunicada y sin fianza. La jueza mostró además su perplejidad por el hecho de que el pequeño Nicolás, "con su mera palabrería y aparentemente con su propia identidad", hubiese accedido "a las conferencias, lugares y actos a los que accedió sin alertar desde el inicio con su conducta a nadie por muy de las juventudes del Partido Popular que manifieste haber sido". La jueza de guardia mandó el asunto a reparto y la investigación le tocó al Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, cuyo titular es Arturo Zamarriego Fernández. Un nombre que provocó tranquilidad en el CNI: teniente coronel auditor del Cuerpo Jurídico Militar en excedencia, el magistrado es un hombre que entiende cómo funciona la seguridad del Estado. El juez decretó el secreto de la investigación nada más asumir la causa.

Manipular la instrucción judicial

Claro que una cosa es tener sensibilidad para los asuntos de Estado y otra muy diferente que a un magistrado le pretendan manipular la instrucción. Y eso es lo que parece esconderse detrás de la filtración de una grabación que tiene como protagonistas a dos agentes del CNI y al comisario de Asuntos Internos de la Policía, Marcelino Martín-Blas. En la conversación se habla de la necesidad de convencer al juez instructor de que autorice el pinchazo del teléfono del pequeño Nicolás para incluir así en el caso las conversaciones que ya tenían grabadas de forma ilegal. Esta información fue adelantada por la web Información Sensible, que también dio en su día la exclusiva de la detención del joven.

Las fuentes consultadas por infoLibre confirman la existencia de dicha grabación y aportan diversos detalles: "Son unos seis minutos de conversación. Hay partes que se escuchan mal, están como entrecortadas. No se puede descartar al cien por cien que esté manipulada. Pero la voz de Marcelino [Martín-Blas] se reconoce. Y resulta evidente que alguien desde la Casa le ha hecho llegar la grabación al pequeño Nicolás para que se defienda".

"A cualquiera que sepa cómo trabaja el CNI no le puede sorprender el tema. Dicen que lo que han escuchado es muy fuerte, pero no lo pueden meter en el caso. Pero si logran que el juez autorice el pinchazo, pueden intentar blanquear la información", explican las mismas fuentes. El plan se ha ido ahora al traste y pocos dudan de que, a estas alturas, el juez instructor ya tiene conocimiento de la existencia y del contenido de esa grabación.

Hay otra derivada de esta historia de espionaje que afecta a un fiscal anticorrupción. En este caso se trataría de un vídeo comprometido. "Hay versiones contradictorias sobre el origen del vídeo. Hay quien sostiene que se grabó en un hotel de Vigo, otros dicen que fue en Estados Unidos o en Madrid. El fiscal siempre ha dicho que el vídeo es un montaje contra él para desprestigiarlo, que es falso", relatan las fuentes consultadas por este periódico, quienes afirman que esta historia tiene ya un largo recorrido: "El tema llegó a estar judicializado, en un caso donde había 22 imputados, pero el CNI logró que la parte del fiscal desapareciese en dos ocasiones". Ese fiscal también despierta pasiones y odios entre los agentes del CNI, así que el (presunto) vídeo se ha convertido en un aspecto más de la refriega.

Más allá de la "florida ideación delirante" del pequeño Nicolás, de momento el parte de guerra es el siguiente: una batalla por el poder dentro del CNI que se libra con escaso disimulo, un comisario de la Policía en la cuerda floja y un fiscal Anticorrupción salpicado por el caso. Y todo ello a la espera de que se levante el secreto del sumario, algo que podría ocurrir al menos parcialmente antes de Navidad.

Preguntas (aún) sin respuesta

La instrucción judicial quizá sirva para responder a las dos preguntas clave del caso: qué negocios o estafas ha organizado Gómez Iglesias y con qué apoyos oficiales ha contado.

El desparpajo del pequeño Nicolás viene de antiguo, aunque parezca extraño aplicar esta expresión a un joven de 20 años. Hace tres, cuando aún era un menor de edad, se presentó en la sede de uno de los empresarios más conocidos de España y se ofreció a desbloquear una importante obra a cambio de cinco millones de euros. "Dijo que venía en nombre de Ignacio González, entonces vicepresidente de la Comunidad de Madrid. Comprobamos que no era verdad. Pero él se presentó aquí acompañado por dos policías municipales y en un coche oficial adscrito al Ayuntamiento de Madrid. Y eso sí era verdad", recuerda en conversación con infoLibre una fuente del grupo empresarial. 

En los tres años transcurridos desde entonces, el pequeño Nicolás ha contactado con decenas de empresarios. Así que no es extraño que en el CNI, en la Policía y hasta en la Guardia Civil traten de rastrear el máximo de información posible. El objetivo es encontrar respuesta a preguntas ciertamente llamativas: ¿A quién visitaba con tanta frecuencia en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, dejando 'su' coche oficial en la puerta? ¿Es verdad que se repartió una comisión millonaria con un antiguo dirigente del PSOE de Madrid implicado en el tamayazo a cambio de intermediar en la venta de una finca? ¿Precipitó su detención un presunto negocio en el que iba a participar el dictador guineano Teodoro Obiang

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Luego está el tema de los apoyos oficiales. Él aseguró que había viajado en el coche de la vicepresidenta, que había celebrado un cumpleaños en el polémico ático de Ignacio González en Estepona (Málaga), que mantenía una relación fluida con el secretario personal de las infantas, Carlos García Revenga. Todos lo han negado tajantemente. "Ahora nadie conoce al pequeño Nicolás. pequeño NicolásPero se movía en coche oficial, manejaba información propia de los servicios de inteligencia y estaba en todo tipo de actos, incluida la recepción de la proclamación del rey. ¿Todo eso se hace sin ningún apoyo oficial?", resumen las fuentes consultadas por este periódico.

Francisco Nicolás Gómez Iglesias va camino de convertirse en una estrella televisiva, después de sus tres últimas intervenciones en el programa Un tiempo nuevo, de Tele 5. ¿Y su futuro judicial? En este momento, hay dos causas abiertas contra él. Una en el Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, tras la querella por injurias presentada por la Abogacía del Estado a instancias del CNI. Y otra, la citada del Juzgado de Instrucción número 2 a cargo del magistrado Arturo Zamarriego, que se inició por la supuesta denuncia de un empresario estafado. ¿Presunta denuncia? Sí. En este tema hay pocas cosas claras. La primera versión oficial hablaba de esa denuncia, pero el propio empresario negó haberla presentado. En todo caso, si algún día se presentó, lo que parece claro es que después fue retirada. Ello no significa que la causa vaya a ser archivada, porque también se investiga al pequeño Nicolás por la presunta comisión de los delitos de falsificación documental y usurpación de funciones públicas.

La jueza que escuchó por primera vez la versión del joven confesó su incapacidad para entender cómo había llegado tan lejos en sus andanzas. Dos meses después, su perplejidad es compartida por media España. Y todo apunta a que el espectáculo continuará.

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