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Reforma constitucional

La Constitución española corre “peligro de esclerosis”

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Imagine una Constitución en la que la Seguridad Social y la Salud pasen a formar parte de los derechos fundamentalesderechos fundamentales. Imagine un texto constitucional que abra las listas de los partidos políticos, que rebaje las firmas necesarias para que los ciudadanos puedan proponer leyes al Congreso, que no permita que los indultos ejecutivos tengan más poder que las sentencias judiciales, que abra la creación de comisiones de investigación sin necesidad de ser aprobadas por mayoría.

Imagine también una Constitución que incluya, haciendo del derecho a la propiedad familiar un derecho fundamental, la posibilidad de que cuestiones como la vivienda, el trabajo y las pensiones puedan llevarse a los tribunales, puedan ser derechos justiciables.

Imagine que ese texto constitucional incluye un pacto lingüístico, un pacto de financiación autonómica “que no haya que estar cambiando cada año”, el establecimiento de un sistema federal “más asequible para unos y aceptable para otros” y la lista de competencias concretas que le corresponden al Estado y no a las autonomías.

Las reformas constitucionales que permiten estos avances ya están redactadas.

La Fundación Alternativas ha presentado este jueves un informe que recoge las reformas e inclusiones a la Constitución española que un grupo de 20 académicos y expertos en Derecho consideran las “mínimas necesarias” que deben tramitarse en una futura reforma constitucional.

Muchas veces “se ha exigido” desde el Partido Popular “que se diga en qué hay que reformar la Constitución. Pues bien, aquí tienen la respuesta en un informe redactado por académicos de diferentes tendencias ideológicas”, explica Nicolás Sartorius, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas.

“Acabamos de conmemorar el 36º aniversario de la Constitución española, que es la mejor que este país ha tenido en su historia, pero creo que todas las constituciones tienen que reformarse o corren peligro de caer en la esclerosis”, ha sentenciado Sartorius.

El texto ya se ha presentado ante representantes del PSOE, que se “mostraron receptivos” a algunas de las reformas planteadas, cuenta Diego López Garrido, catedrático de Derecho Constitucional y letrado de las Cortes Generales que ha participado en la elaboración del informe. “Vamos a presentarlo a todos los partidos políticos con la intención de que se inicie el debate de la reforma constitucional”.

Un debate que, han insistido, debe realizarse entre el poder político y el ciudadano. El informe, dicen representantes del grupo de académicos, ha sido el resultado de un movimiento cívico porque “hace falta que empujemos al poder político a hacer algo, porque la reforma es técnicamente posible”.

López Garrido defiende que “el 78 fue el momento de la ruptura; hoy es el momento de la reforma”. Una reforma que resulta “absolutamente necesaria porque los retos que teníamos en el 78 no son los que tenemos ahora”. Son los retos actuales los que deben ser representados en la constitución, ha insistido. Retos actuales “independientes a la cuestión territorial”.

Más del 60% de la población española con derecho a voto en la actualidad no pudo votar la Constitución en 1978 por cuestiones de edad “y eso les aleja de ella”, añade Garrido.

Además, “hay un gran problema de representación política”, reivindica Francisco Javier García Mora, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense, que también ha formado parte del grupo redactor del texto. “Los jóvenes denuncian que no les representan” y para que esa representación se haga tangible “es necesaria la reforma”.

Los representantes del grupo de académicos que han elaborado el texto han querido aclarar que no actúan “bajo instrucciones de ningún partido político” y que son independientes. “Todos los que hemos redactado el informe somos partidarios de una reforma constitucional. Esa es la razón que nos ha permitido llegar a un consenso tan difícil como el que es este texto”, ha confesado Garrido.

Para el grupo de académicos que ha redactado la reforma es imprescindible el cambio generacional en las "cabezas visibles de los partidos". "Creemos que cuando se produzca ese cambio, cuando todos los candidatos a presidente del Gobierno sean de una generación que no pudo votar la Constitución de 1978, entonces se planteará la reforma constitucional de verdad".

Derecho a la vivienda y derecho al trabajo

Según un informe de este mes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la suma total de desahucios registrada en 2014 por los órganos judiciales alcanzó los 13.341. Con estas cifras, es difícil no pensar en una Constitución que garantice completamente el derecho a la vivienda y el derecho al trabajo.

Sin embargo, Itziar Gómez, profesora de derecho constitucional en la Universidad Carlos III, que también forma parte del grupo de académicos, aclara que “la voluntad de incluir el derecho a la propiedad familiar como uno de los fundamentales va en esa vía, porque se han hecho avances jurisprudenciales en tribunales europeos en este ámbito y el objetivo de incluir ese derecho es que, a través de él, puedan entrar otros como la vivienda, el trabajo y las pensiones”.

Reformas sobre la Corona

El informe también prevé incluir en la reforma la cuestión de género relativa a la sucesión de la Corona. Si la Constitución española se reformase bajo estos términos, la infanta Leonor podría ser la heredera del trono. “¿Pero por qué solo se incluye la cuestión de género relativa a la corona?”, pregunta Berna González, directora de Babelia y moderadora del debate celebrado en Madrid en el que fue presentada la propuesta.

Para Itziar Gómez es muy importante aclarar que intentaron "partir de las reformas mínimas posibles” para posibilitar el consenso, ya que si la reforma fuese muy agresiva éste “no llegaría nunca”. Por eso, añade, “no podemos plantear el republicanismo. Si planteáramos un modelo republicano jamás habríamos llegado a un consenso entre nosotros mismos”.

La cuestión territorial

Para Francisco Javier García “sería un error pensar que vamos a arreglar el tema de Cataluña con un apaño, como se pretende por ahí. El que piense que esto se puede zanjar incluyendo una disposición en la constitución, se equivoca”, sentencia.

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La posible reforma elaborada por estos 20 expertos plantea un sistema de financiación federal “basado en la cooperación, como el que hay hasta ahora, aunque no se llame así”, dice Francisco Javier García.

Indudablemente “la mejor forma de Estado sería la federal, pero al que tenga una visión independentista en Cataluña no le van a convencer nunca, se haga lo que se haga”, añade Nicolás Sartorius. “El tema no es contentar a los independentistas, sino realizar las reformas para las mayorías catalanas que quieren quedarse”.

Diego López Garrido asegura que “con independencia de lo que suceda territorialmente en España, la constitución necesita esta reforma”. Una necesidad que, para Sartorius, solo puede llevarse a cabo con voluntad: “la clave para llegar a un acuerdo es querer acordar”, ha concluido.

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