La situación en el PP

El PP promueve que gobierne la lista más votada en los ayuntamientos pero no en las comunidades

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Tras unos meses de aparente silencio, el Partido Popular ha vuelto a abrir el debate sobre la reforma de la ley electoral para que gobierne la lista más votada. Se trata de una promesa de los conservadores que figuraba de la siguiente forma en el programa con el que se presentaron a las generales de 2011: "Promoveremos la reforma del sistema electoral municipal para respetar la voluntad mayoritaria de los vecinos garantizando, al mismo tiempo, la estabilidad de los ayuntamientos". Una promesa a la que Mariano Rajoy se vio obligado a renunciar al comprobar que no iba a contar con el apoyo del PSOE. Ahora, a las puertas de las municipales y autonómicas, la iniciativa ha sido retomada por los equipos que redactan los programas marco para las elecciones del 24 de mayo. Salvo cambios de última hora, el compromiso de promover una reforma electoral para que gobierne la lista más votada sólo figurará en el programa marco de las municipales. Pero no en el de las autonómicas. 

Según ha podido saber infoLibre, en los documentos que darán lugar al programa marco de las elecciones municipales figura el compromiso de promover una reforma electoral para que en los siguientes comicios locales, es decir en los de 2019, el alcalde sea aquel que pertenece a la "lista más votada". Esta redacción no se ha traslado hasta ahora al programa homólogo de las autonómicas. Ambos textos están prácticamente concluidos y, si no han sido presentados todavía en actos de partido es por dos motivos principales. Uno: la tardanza de Mariano Rajoy a la hora de designar candidatos. Y dos: la convocatoria de las elecciones andaluzas por parte de la presidenta Susana Díaz (PSOE). El PP ha tenido que modificar sobre la marcha la agenda de actos y anteponer a la presentación de los programas marco dos grandes actos del presidente del partido y del Gobierno en Andalucía para respaldar a su candidato, Juanma Moreno.

La exclusión de este asunto del borrador del programa marco de las autonómicas choca con la estrategia que los conservadores han empezado a desplegar en Andalucía, comunidad autónoma en la que, por cierto, no lograron gobernar en las autonómicas de 2012 pese a que la lista encabezada por Javier Arenas fue la más votada. Desde que Susana Díaz anunciara autonómicas para el 22 de marzo, el PP de Andalucía la ha instado a pronunciarse sobre si accederá a que la Junta sea gobernada por la formación más votada.

"Pactos de perdedores"

El pasado 3 de febrero, en una entrevista concedida a Los Desayunos (TVE), Moreno se dirigió a Díaz para preguntarle "si estaría dispuesta a respetar que la lista más votada gobernara". "Yo estoy dispuesto", añadió. "Si yo gano las elecciones, ¿el PSOE va a hacer lo que hizo hace tres años, un pacto de perdedores?", volvió a insistir en su mensaje.

Un día después, Díaz le cogió el guante. Y respondió de forma irónica. "Él no va tener problema; creo que el PSOE va a ganar las elecciones en Andalucía y si eso es lo que él quiere pues ya está, va a poder hacer lo que él quiere: que gobierne la más votada".  "Va de ocurrencia en ocurrencia", añadió Díaz sobre el cabeza de lista de los conservadores.

Este mismo lunes, en rueda de prensa en la sede nacional del partido, el portavoz de la campaña, Pablo Casado, agitó de nuevo el debate al reclamar a la socialista que aclarase "si va a respetar que gobierne la lista más votada". "Esperemos que no se alíen los perdedores", confió. 

El caso andaluz

Pese a que, en público, los dirigentes conservadores dan por ganador a Moreno, en privado admiten que habría faltado unos meses más de recorrido para ser más conocido y para asentarse. No hace ni un año todavía desde que llegó a la presidencia de la formación regional aupado por Rajoy. En este caso en concreto, las encuestas del PP reflejan que el partido más votado será el PSOE. De mantenerse este escenario el PP tendrá una prueba de oro a la hora de demostrar si apoya que gobierne la lista más votada.

Ya el pasado verano, cuando el PP resucitó la promesa electoral de que en los ayuntamientos imperase la denominada "elección directa de alcaldes", algunos barones alzaron la voz para pedir lo mismo en las comunidades. Y la respuesta que se les dio desde Génova, sede nacional del partido, fue que ese caso es más complicado todavía. Además de reformar las leyes electorales autonómicas exige, argumentaban, tocar los estatutos de autonomía. Y, en algunos casos, para ello se requiere más de mayoría absoluta.

"Mera declaración de intenciones"

Sin restar valor a la intención de legislar para que gobierne la lista más votada, las fuentes conservadoras consultadas sostienen que plasmar esto en un programa local "no es la biblia". "Requiere una modificación en Cortes", añaden. Es decir, que la verdadera intención de los conservadores se destapará en las generales, si vuelven a incluirlo en el programa electoral como ocurrió en 2011. De hecho, en el programa marco de las municipales de 2011 no figuraba esta cuestión. No obstante, el escenario era bastante diferente y se contaba, como ocurrió, con que el PP arrasase.

Fue el pasado verano cuando el PP anunció, dentro del paquete de medidas de regeneración democrática, la denominada "elección directa de alcaldes". Durante todo el mes de agosto, destacados dirigentes del partido insistieron en estaban dispuestos a consensuar la medida con el resto de formaciones políticas. Pero que si no había acuerdo se servirían de su mayoría absoluta en el parlamento para aprobarlo. 

Las fuentes consultadas señalaron que el debate de retomar esta promesa electoral tenía su origen en una serie de reuniones de Carlos Floriano con dirigentes regionales y provinciales tras las elecciones europeas del mes de mayo. Estos, que trasladaron su miedo de llevarse un nuevo batacazo en las municipales y autonómicas, exigieron que se abriera el debate para que en los ayuntamientos gobernase la lista más votada. Según justificaban, era la única forma de mantener ayuntamientos tan emblemáticos como Madrid o Valencia, las joyas de la corona de los conservadores.

La realidad frente a los datos

El PP siempre ha justificado la necesidad de esta reforma en el hecho de que es la única forma de acabar con pactos oscuros en los despachos el día después de las elecciones. Pero la realidad y los datos chocan con los argumentos de los conservadores

En las últimas elecciones locales se eligieron 8.082 alcaldes en España. infoLibre ha analizado quién gobierna en todos los municipios y el resultado es concluyente: 7.593 alcaldes proceden de la lista más votada, lo que supone el 93,95% del total. Esta cifra demuestra que es absolutamente minoritario el supuesto problema que el PP dice querer solucionar con su reforma electoral. Es más, la inmensa mayoría de los Gobiernos municipales gozan en España de una enorme estabilidad. En 6.536 ayuntamientos –el 80,87% del total– el partido vencedor obtuvo mayoría absoluta.

Además, los acuerdos postelectorales que el PP ha definido como "pactos oscuros de despacho" suelen colocar en el sillón de alcalde al candidato de la lista más votada: de las 1.546 corporaciones donde no existe una mayoría absoluta, en 1.057 el regidor es del partido que logró mayor respaldo en las urnas. En definitiva, sólo hay 489 localidades donde el alcalde no fue el más votado por los ciudadanos.

Por otro lado, es el PP el partido que más se ha beneficiado de esos pactos que ellos denominan "oscuros". Tiene 135 alcaldes, en 14 autonomías, que gobiernan pese a que perdieron las elecciones en 2011.

Sin documento concreto

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En el tiempo que el PP mantuvo viva la propuesta no se hizo ninguna concreción sobre la forma de articularla. Tampoco en los borradores del programa marco municipal de ahora se concreta. No va más allá del compromiso de promover una reforma de la ley electoral. Una de las ideas que le fue trasladada a Rajoy desde Génova apostaba por otorgar la mayoría absoluta a la lista que obtuviese el 40% de los votos.

Teniendo en cuenta este porcentaje y utilizando como base los resultados de las últimas municipales, el PP sería la formación más beneficiada. Los datos son contundentes. Si se toman las 78 principales ciudades del país –las que superan los 100.000 habitantes y las capitales de provincia– la reforma electoral de Rajoy daría a su partido la mayoría absoluta en ocho ciudades donde hoy no la tiene. Y más contundente aún: trasladando el listón del 40% a los resultados de 2011, puede concluirse que el presidente del Gobierno buscaba que su partido mantuviese el poder en medio centenar de grandes ciudades.

Cuentan en el Gobierno que Rajoy tuvo claro desde el primer momento que el tema no iría adelante si el PSOE no daba su brazo a torcer. "El presidente no quiso reformar una ley de tanto calado sin ir de la mano del principal partido de la oposición", añaden desde Moncloa. Pero no sólo le dieron la espalda los socialistas. El resto de partidos de la oposición afearon al PP que resucitara esa promesa electoral a las puertas de unas elecciones municipales.

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