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La situación en el PP

Rajoy intenta evitar que Aguirre lidere una rebelión interna si gana la Alcaldía

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, realiza declaraciones a los periodistas.

Por segunda vez desde 2012, el pasado viernes, el Partido Popular intentó que Esperanza Aguirre diera un paso atrás y dejase la presidencia del PP de Madrid. En septiembre de 2012, nada más abandonar la Presidencia de la Comunidad y poner la institución al frente de Ignacio González, María Dolores de Cospedal María Dolores de Cospedal fracasó en sus intentos de que dejara el partido en manos de una persona más cercana a la dirección nacional. Se hablaba por entonces de Ana Mato o Pío García Escudero. El viernes, también fracasó. Según fuentes conocedoras de las conversaciones entre ambas, cuando la número dos del PP llamó a su exjefa –fue su consejera de Transportes– para decirle que iba a ser candidata a la Alcadía llevaba una noticia buena y una mala. La buena: que encabezaría la lista; la mala: que tenía que dejar la Presidencia del partido. Que era el deseo expreso de Mariano Rajoy. Aguirre se revolvió. Ganó. De momento. Y el acuerdo llegó por vía de una solución intermedia. Si gana el 24 de mayo y se instala en el Palacio de Cibeles, cederá el testigo del partido.

El problema para la dirección nacional del partido con esta solución intermedia está en que en mayo, si gana, va a ser más difícil desembarcarla del partido. Los suyos pedirán un congreso apelando al cumplimiento de los estatutos y, con el control que todavía ejerce sobre el PP de Madrid, el resultado no está nada claro. Sea con fuere, Rajoy cuenta con ese compromiso. Una especie de pacto, según la dirección nacional del partido, que le permitirá empezar a controlar el PP de Madrid, siempre tan correoso para Génova, y salvarse las espaldas de cara a una derrota en las generales. Sin la estructura del todopoderoso PP de Madrid, la 'lideresa' tendría más difícil montar una rebelión interna a su jefe de filas en un año en el que las urnas le pueden dar muchos disgustos y desgastarle. A Rajoy y a los suyos. 

Los escándalos de corrupción que han afectado a cargos del PP madrileño podrían estar también en el origen de estos movimientos de Rajoy, según señalan algunos dirigentes. Se trata de una tesis que rechazan tajantemente en el entorno de la todavía presidenta del PP madrileño. "Aguirre ya está elegida, ahora que no nos vengan con la corrupción. Si tenían alguna duda, que no la hubiesen elegido", sostiene un diputado regional. No obstante, la misma fuente subraya que si el pacto consiste en que ha de apartarse si gana, así debe ser.

El presidente del Gobierno y de los conservadores ya sabe lo que es tener al PP de Madrid en contra. Aunque el desenlace fue luego a su favor, Aguirre y sus fieles –el presidente madrileño, Ignacio González, y Francisco Granados, ahora encarcelado en el marco de la operación Púnica– se lo pusieron muy difícil en los meses previos al XVI Congreso Nacional del PP criticando día sí y día también su liderazgo. Después llegaría el escándalo por la toma de control de Caja Madrid.

Aguirre ha vuelto a demostrar que, de momento, la última palabra la sigue diciendo ella. Y, por el camino, vuelve a dejar en evidencia el poder de la secretaria general.

En política dos meses son una eternidad. Y es difícil predecir el giro que puede dar la situación. De momento, todo apunta a que el PP dejará que Aguirre sea candidata y presidenta a la vez. ¿Y sobre las listas? En realidad, como en la candidatura a las grandes ciudades y ayuntamientos, en la de Madrid capital es Génova quien tiene la última palabra tras escuchar a la dirección regional. Aunque siempre tiene en su mano ni siquiera escuchar a la dirección regional, como ocurrió el viernes cuando optó por proponer a las candidatas para Madrid. Durante todo el día, Salvador Victoria, número dos de Ignacio González en la Comunidad de Madrid y presidente del Comité Electoral regional, estuvo pendiente de una llamada de Cospedal para que reuniera a este órgano a fin de proponer candidatos al Gobierno regional y al Ayuntamiento. Nunca se produjo. La dirección nacional del PP no quería que los conservadores madrileños se sublevaran cuando se les comunicara que González quedaba fuera.

Más allá de la lista al consistorio hay otras listas que a la presidenta también le interesa controlar: la de los pueblos de la Comunidad de Madrid. Aunque cuando estalló la Púnica llegó a decir que a algunos de los alcaldes del PP salpicados ni los conocía, es un secreto a voces su férreo control de estas candidaturas. David Pérez, su exportavoz en la Asamblea de Madrid, es hoy alcalde de Alcorcón. Y otro de sus hombres, Juan Soler, rige Getafe. Ninguno de los dos tenía vinculación con las localidades que gobiernan. Si su gente sigue encabezando listas e incluso mantienen el poder, ella seguirá apuntándose tantos.

Horas de infarto

A primera hora de la tarde del domingo, la dirección nacional del Partido Popular intentaba poner algo de calma a un día intenso en sus filas focalizado en Madrid. La protagonista, como casi siempre que se trata de crisis internas en el partido, era Esperanza Aguirre.

“Ante las distintas informaciones publicadas hoy en los medios de comunicación, el Partido Popular comunica que Esperanza Aguirre acordó con la dirección nacional del partido que, si era elegida alcaldesa de Madrid, querría dedicarse en exclusiva al Ayuntamiento, y dejaría la presidencia del PP de Madrid. Por lo tanto, las informaciones publicadas hoy relativas a este asunto carecen de veracidad”, rezaba el texto [consúltalo aquí en PDF] remitido por Génova vía SMS y por correo electrónico a los medios de comunicación.

Todo se había precipitado por la mañana, después de que Aguirre, nominada candidata al Ayuntamiento de Madrid el pasado viernes, leyese en los diarios El Mundo y ABC que Rajoy quería montar una gestora en el PP de Madrid de forma casi inmediata para que fuese este nuevo equipo el que elaborase el programa y las listas electorales. En su conversación del viernes –hablaron después de que la telefoneara Cospedal– no habían quedado en eso. 

"Si ponen una gestora, no soy candidata...yo no soy un monigote", respondió a estas informaciones en una entrevista concedida a la cadena Cope.

En declaraciones a la citada emisora señaló que si la quieren poner de candidata, lo agradece "muchísimo" y así se lo dijo al presidente de su partido, Mariano Rajoy, el pasado viernes, pero insistió en que no va a dejar la Presidencia del PP de Madrid. "Si valgo para candidata no puedo salir por detrás de la Presidencia del partido. Pero esto qué es", exclamó.

"Que pongan una gestora mañana si quieren, y en ese momento que busquen otro candidato porque yo no me voy a presentar como candidata para que el programa electoral lo hagan otras personas con las que yo no coincido y la lista electoral ídem... yo no soy un monigote", subrayó

Aguirre dejó clara su posición a través de Twitter:

Aguirre aclara que si es alcaldesa no se presentará al próximo Congreso del PP de Madrid

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"Si yo soy alcaldesa, veremos lo que pasa en el partido (...) pues es muy probable que no me presente [al congreso regional]. Pero lo que no es posible es que pretendan que yo sea un candidato al que ellos le hagan el programa. Bueno, ellos, no sé, sería Manolo Cobo el encargado de hacer el programa, o Javier Arenas el de hacer la lista..., pues mire, no", reiteró la presidenta del PP de Madrid en declaraciones recogidas por Europa Press.

La líder del PP de Madrid admitió que durante la tarde del viernes mantuvo una "discusión" con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, donde se negó a abandonar la Presidencia en caso de ser candidata, tras lo que recibió la llamada del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para confirmar su candidatura.

"Me dijeron que tenía que dejar la Presidencia, y como dije que no, pues tuvieron al pobre comité electoral de receso durante casi cuatro horas (...) hasta que llegaron a la conclusión de que los estatutos dicen que hay que hacer un congreso", añadió Aguirre.

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