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Educación

Los sindicatos acusan a Rajoy de “llegar tarde” a la informatización de las aulas

Los sindicatos acusan a Rajoy de "llegar tarde" a la informatización de las aulas

Andrea Sánchez | Mario Escribano

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presentó este lunes el proyecto Escuelas conectadas, un plan que implica la destinación de 330 millones de euros para dotar a 16.500 centros educacionales de toda España de "conexión ultrarrápida" a Internet. Según el Ejecutivo, se beneficiarán de este proyecto 6,5 millones de alumnos a partir de 2016.

Este nuevo proyecto pretende proporcionar conectividad mediante redes de banda ancha ultrarrápida (100 megabits por segundo) a los centros docentes no universitarios, además de dotar a los centros educativos de redes internas de comunicaciones (wifi), así como de equipamiento (router, antenas, sistemas de gestión de la red).  Según Rajoy, el proyecto supone "dar un salto adelante" para tener las escuelas de España conectadas, lo que representa "la palanca para mejorar la formación en una sociedad abierta y en profunda transformación".

Sin embargo, desde CCOO denuncian que este anuncio constituye más bien una estrategia "electoralista". Paco García, secretario general de la Federación de Enseñanza del sindicato, explica a infoLibre que este plan "llega tarde". "Muchos colegios ya han implantado material electrónico con dinero del propio centro, mientras que otras autonomías ya cuentan con su propio programa", apunta García, que añadió que el impulso de este proyecto resulta "contradictorio".

Y es que en 2012, cuatro meses después de tomar posesión, el ministro José Ignacio Wert liquidó el programa que desarrolló su antecesor en el cargo, el socialista Ángel Gabilondo, que en 2009 puso en marcha a nivel estatal –bajo el nombre Escuela 2.0– un proyecto que tenía como objetivo proporcionar ordenadores portátiles, pizarras digitales, proyectores y la infraestructura necesaria para acceder a Internet en las aulas desde 5º de primaria hasta 4º de ESO.

Así, Wert lo hizo desaparecer del proyecto de presupuestos de su departamento y reservó una partida de 41,5 millones de euros para Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) con un programa que no implicara el reparto de ordenadores.

Apuesta excluida

Más tarde, en los años 2013 y 2014, la apuesta por la informatización de las aulas quedó excluida de la financiación del ministerio según se deduce de análisis presupuestarios difundidos por FETE-UGT. De hecho, las TIC dejaron de contar con un programa específico en el proyecto de presupuestos de ese departamento y se incluyó en el capítulo de "otras enseñanzas y actividades educativas".

"La suspensión de programas como el de Escuela 2.0 generaron un atraso. Lo de Rajoy me parece es una serpiente vacacional", puntualizó García, quien añadió que el "electoralismo barato" del plan se agudiza con el "acercamiento" de las municipales y las autonómicas" del 24 de mayo, que se convocan oficialmente este martes. "El Gobierno de Rajoy es el que más ha despreciado la educación y ahora está tirando de fondo de armario impulsando cosas en las que habían recortado... Me parece poco creíble y poco solvente", apostilló el sindicalista, quien reivindicó la "devolución" de los "31.000 profesores que este Gobierno ha quitado de las aulas". 

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Por su parte, desde UGT creen que, en este caso, se deben "marcar prioridades". "Resulta paradójico que en plena época de recortes generalizados vayan a gastar dinero en digitalización", señala Carlos López, secretario general de la Federación de Enseñanza del sindicato, en conversación con infoLibre, en la que recuerda los "problemas a la hora de conceder becas y ayudas" o la "falta de profesores".

Aunque López matiza que cree que es "importante" este cambio en los centros educativos y muestra su respeto hacia la medida, apunta que "primero se debe recuperar y solventar lo que hemos perdido; después, abrir nuevos horizones, que también son interesantes". Un planteamiento que sintetiza en la idea: "Primero, recuperar; luego, plantear".

El dirigente de UGT también considera que se trata de una medida "electoralista", de un "brindis al sol", y advierte: "Escucharemos más planteamientos de este tipo en los próximos meses".

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