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Valencia: una adjudicación que incluye fútbol y cinta elíptica para discapacitados físicos indigna al sector

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Sergi Tarín | Valencia

Partidos de fútbol, talleres de revelado de fotografía y uso de cinta elíptica para eliminar la obesidad. Estas son algunas de las propuestas de Palma Servicios Sociales S.L., empresa adjudicataria de la Generalitat Valenciana para la gestión del Centro de Día de Velluters (Valencia) para discapacitados físicos severos, con grados II y III. Unas actividades inasumibles para este perfil de usuario, sin apenas movilidad y en sillas de ruedas en su mayoría.

La licitación ha causado una gran indignación en el sector de la discapacidad. De hecho, Codifiva (Coordinadora de Discapacitados Físicos de la Comunidad Valenciana) presentó el 10 de abril un recurso ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. El escrito, al que ha tenido acceso infoLibre, califica de “insulto” y “aberración” la licitación a Palma y, en 42 páginas, relata una sinfín de “errores en la metodología”. Codifiva gestiona este centro desde hace 12 años y se situó en tercer lugar con 77,87 puntos. Por delante de ella quedaron Gerocleop con 82,57 y Palma con 90,50 puntos.

La primera crítica de Codifiva es que las otras dos firmas carecen de experiencia sobre un perfil tan concreto como el de los discapacitados físicos severos. Gerocleop es una constructora con derivaciones en residencias de la Tercera Edad. Y Palma proviene del negocio de los concesionarios automovilísticos. Su presidente, Manuel Palma, es concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Paterna, gobernado por el Partido Popular. “Sabemos de Tercera Edad y de discapacitados psíquicos con algún problema físico. Pero solo físicos jamás hemos tenido”, reconoció a este diario María José García, coordinadora de los centros de Servicios Sociales de Palma. García también admitió que ni su equipo técnico ni ella han visitado nunca el centro de Velluters. “No todas las veces se va a los centros”, se excusó.

Fútbol y jardinería

Codifiva señala en su recurso la existencia de “faltas graves” como por ejemplo que Palma y Gerocleop incluyan en su memoria “cena y número de habitación”, cuando se trata de una residencia de día que abre entre las 10.00 y las 18.00 horas. Y en cuanto a las actividades, Palma propone fútbol, revelado de fotografía, revista e informática. Respecto a lo primero, Codifiva es contundente: “una aberración metodológica que anula por completo la puntuación”. Gerocleop incorpora jardinería y elaboración de aromas naturales en una instalaciones que carecen de jardines ni terrazas. Ambas empresas también hablan de programas de control de la obesidad con cinta de andar, correr y elíptica. Algo que, según el recurso, “más bien supone un insulto al mundo de la discapacidad física”.

Otra de las críticas corresponden al porcentaje de cuidadores por discapacitado. Palma propone 2 profesionales, más uno de apoyo, para 16 usuarios. “Un total desconocimiento, alcanzando la negligencia, ya que los usuarios del centro mayoritariamente utilizan en sus desplazamientos sillas de ruedas, por lo que este protocolo de salida es erróneo y temerario”, señala Codifiva, quien introduce un cuidador por cada discapacitado y propone, como mínimo, una excursión a la semana para actividades culturales y de ocio frente al protocolo de salida cada dos meses de Gerocleop. Las otras dos firmas, además, plantean “modelos de autorización paterna”, “algo más propio de usuarios con discapacidad psíquica y no física”, subraya el recurso. De hecho, los usuarios del centro de Velluters están en plenas facultades mentales.

Por otro lado, Codifiva lamenta que la Consejería de Benestar Social le sancione por no seguir estrictamente el orden del pliego cuando Gerocleop, por ejemplo, excede el número de hojas y no se le penaliza. Tampoco se valora, según Codifiva, el enfoque “biopsicosocial y rehabilitador” frente al “asistencialismo” de las otras dos entidades. En ese línea, tanto Palma como Gerocleop se ciñen al pliego, que reduce la plantilla en una terapeuta ocupacional, media jornada de un trabajador social y otra media de una fisioterapeuta. Codifiva no solo mantiene estos perfiles, sino que incluye una enfermera para usuarios con necesidades de alimentación con sonda nasogástrica.

Finalmente, en el aspecto económico, la gestión para los próximos cuatro años supone un coste de 1.939.920€ para Palma frente a los 2.008.458€ de Codifiva. Pese a ello, esta última, al ser una ONG y estar exenta de IVA (el 4%), ofrecería la oferta más ventajosa, además incorporando más trabajadores, cosa que no tiene traslación en la valoración económica, donde Palma obtiene 49 puntos frente a los 45,62 de Codifiva.

Falta de objetividad

Por todo ello, la coordinadora concluye que la comisión técnica ha seguido “criterios poco claros y definidos, omitiendo errores metodológicos graves, con gran dureza a unos licitadores frente a la benevolencia constatable a otros con no sabemos qué fines puesto que escapan a todo principio de objetividad, racionalidad, imparcialidad, coherencia”. Y solicitan la anulación de la licitación a Palma y la adjudicación a Codifiva.

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No es la primera vez que la Consejería y la coordinadora hacen públicas sus discrepancias. El junio de 2014, Codifiva expulsó a su secretaria general, Juana Andrés, quien también se desempeñaba desde 1996 como defensora del discapacitado, figura dependiente de Bienestar Social. Codifiva le acusó de un abuso continuado de poder: utilizar un auxiliar de servicios para traslados particulares, higiene personal, pasear a su mascota y realizar la compra; además de cargar gastos personales a la coordinadora. Esta denuncia, junto al malestar del sector, que acusó a Andrés de no tramitar las numerosas quejas sobre copago y convertirse en una figura complaciente para el Consell, le costó el cese el 20 de octubre de 2014, aunque su marcha se justificó por motivos de salud. Meses después, en marzo de 2015, Mònica Oltra, diputada de Compromís, reveló que Andrés había cobrado 11.600 euros en 2008 por impartir una misma conferencia, en tres localidades distintas, sobre mujer y discapacidad.

Según fuentes del sector, Andrés es una persona muy cercana al Manuel Escolano, secretario autonómico de Autonomía Personal y Dependencia, quien se negó a atender a infoLibre: “el recurso [de Codifiva] está totalmente desubicado y yo tengo mucha prisa”. Fuentes de la Consejería apoyaron la adjudicación: “es una decisión técnica impecable por parte de tres funcionarios de carrera, lo demás es frivolizar”.

Mientras tanto, el ambiente en el centro de día de Velluters es de creciente malestar. Tras conocer el contenido de la licitación, los usurarios escribieron al Síndic de Greuges para solicitarle amparo. Según Amparo Pérez, representante de los dependientes del centro, “es injusto lo que están haciendo, ni siquiera nos han preguntado si estamos o no a gusto”, e interpreta la nueva licitación como un castigo político a Codifiva “por ser crítica con el Gobierno”. “Primero fue el copago, que hizo que 9 compañeros se dieran de baja y ahora estén en su casa muriéndose de asco. Después vino la tasa. ¿Y ahora esto?”, censura. El centro, con 35 plazas, cuenta con 17 usuarios atendidos por 16 trabajadores. “Somos una familia, reímos, lloramos, nos apoyamos. No podemos permitir que se meta cualquiera”, defiende Pérez.

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