Elecciones 24-M

El PSOE exige lealtad a sus barones a cambio de dejarles libertad para pactar

Pedro Sánchez, con Micaela Navarro y César Luena, en la ejecutiva federal del PSOE, este 25 de mayo de 2015.

César Luena, secretario de Organización del PSOE, intentó matizar, quitar hierro a su afirmación, dando por sentado que no pretendía "reñir" a los candidatos y barones. Pero lo cierto es que el número dos de la dirección de Pedro Sánchez lo había dicho, y de manera textual: que la libertad que tendrán para entablar pactos será "directamente proporcional" a la "lealtad" que profesen respecto al proyecto "único" federal. 

En este lunes de resaca electoral del 24-M, la palabra insoslayable es pacto. Porque esa será la tarea pendiente que dejaron las urnas este domingo, ayunas de mayorías absolutas. Y el PSOE se siente protagonista, pues el vuelco a la izquierda que señalaron los ciudadanos pasaría por él, al mantenerse como fuerza hegemónica de la izquierda en todas las comunidades (salvo Navarra), no así en las municipales. El PSOE es primera fuerza en Extremadura y Asturias y puede presidir, con alianzas, los Ejecutivos de Valencia, Aragón, Baleares y Castilla-La Mancha, y cogobernar en Canarias y Cantabria. 

Para abordar todo ello, Sánchez abrirá a partir de mañana martes una ronda de contactos con sus barones y candidatos, a fin de discutir el "nuevo escenario político" que se ha generado en España a raíz del 24-M. A su vez, y como ya había adelantado por la mañana la dirección, el secretario general mantendrá conversaciones con los líderes de Podemos y Ciudadanos, Pablo Iglesias y Albert Rivera, y con los jefes de otras formaciones que puedan entrar en el juego de alianzas. 

Serán, en todo caso, charlas privadas, y en las que también Sánchez incluirá a la andaluza Susana Díaz, con quien su divorcio es más que evidente, como se demostró en la campaña. Además, el Comité Federal, máximo órgano de dirección entre congresos, se reunirá este sábado para "iniciar el debate" sobre la política de alianzas, "como siempre" ha ocurrido en el PSOE, según refrendó Luena. El Comité fijará los "principios y criterios" básicos, y reafirmará las "líneas rojas" del partido: limpieza democrática, recuperación económica "justa" y defensa del Estado del bienestar.

"Actitud de diálogo y humildad"

"España votó pluralidad y cambio, un cambio a la izquierda", y el PSOE ha obtenido unos "buenos resultados que confirman la recuperación gradual de sus expectativas electorales". En este "tiempo de pluralidad, de acuerdos y entendimiento", la dirección mantendrá una "actitud de diálogo y de humildad", aseguró Luena. "Vamos a aportar estabilidad y responsabilidad", añadió. 

A Luena se le preguntó si se iba a respetar el principio, enunciado por Sánchez, de que no habría pactos globales y que serían los barones territoriales los que fijaran la hoja de ruta de alianzas. Fue entonces cuando el secretario de Organización lanzó esta idea: "La libertad en el ejercicio de las responsabilidades de cualquier miembro, de cualquier dirección, es directamente proporcional a la lealtad que se debe al proyecto federal del partido. ¿Pactarán con libertad? Con la misma lealtad que tienen que tener al proyecto único del Partido Socialista. Libertad e iniciativa la tienen que tener, por supuesto, cada candidato en su territorio, pero siempre desde la lealtad. Es muy evidente". Luena precisó después que aquello no era exactamente una advertencia, sino una "explicación didáctica" para que se entendiera.

"Parece que estoy riñendo", bromeó. "A lo mejor me he pasado de frenada", comentó irónico después. Para echar agua a la hoguera, el número dos insistió en que esa doctrina "no es novedad", porque el PSOE tiene "engrasada" una maquinaria de funcionamiento federal "que va bastante bien". "Por eso tienen libertad, porque tienen lealtad a los principios del partido". 

Lo que el PSOE no quiere es trasladar una sensación de caos o de desgobierno. Y menos ahora que tiene posibilidades serias de recuperar mucho poder institucional: tanto los ejecutivos de varias comunidades como las alcaldías de ciudades y capitales de provincia. 

Podemos "está en las instituciones"

A Luena se le recordó la ristra de descalificativos que la dirección del PSOE vertía sobre Podemos, ahora convertido en un interlocutor indispensable. De hecho, en septiembre Sánchez rehusaba citar al partido por su nombre, lo despachaba como "populista" y rechazaba los acuerdos. El secretario de Organización sostuvo que, "más allá de consideraciones terminológicas", Podemos "está en las instituciones". Ya lo estaba en el otoño pasado, porque había entrado en el Parlamento Europeo, pero ahora irrumpe con fuerza en comunidades y ayuntamientos, donde sí está en juego poder.

Luena pidió "prudencia" porque el diálogo no ha arrancado, pero sí recordó ele sabe lanzado en las urnas, que "los españoles no quieren que les gobierne la derecha". Y ahora, con Podemos, hay "posibilidad o no de llegar a acuerdos en base a programas", y eso "no es incompatible con las definiciones" que hacía el PSOE del partido de Pablo Iglesias en el pasado, como tampoco "con otras cosas que han dicho otros partidos" del PSOE.

Podemos pone por delante, para todo entendimiento con el PSOE, un "giro de 180 grados". A ese respecto, Luena recordó que el PSOE tiene un programa y unas políticas "apoyadas y votadas por los españoles" en las urnas, y han quedado por encima de las del partido morado, y eso Iglesias "lo sabe".

Buena decisión reemplazar a Gómez

Pero el PSOE tendrá que apoyar también a otras formaciones de izquierdas en plazas simbólicas como Madrid (y a su candidata, la exjueza Manuela Carmena, de Ahora Madrid), Barcelona (Ada Colau, de Barcelona en Comú), Zaragoza (Pedro Santisteve, de Zaragoza en Común) o Valencia (Joan Ribó, de Compromís). Luena pidió "prudencia" cuando se le preguntó si apoyaría un pacto de su candidato municipal, Antonio Miguel Carmona –que bajó de 15 a 9 ediles–, con Carmena, porque no se han abierto conversaciones. En todo caso, el PSM tendrá, dijo, "mucho que decir" y será una "fuerza decisiva en el futuro". 

Respecto a Madrid, Luena subrayó que los resultados confirmaron que fue una buena decisión –hecha con el "sello personal" de Sánchez– destituir a Tomás Gómez como secretario general y candidato y reemplazarlo por el exministro Ángel Gabilondo. El PSM aguantó como segunda fuerza en la Comunidad y el cabeza de lista le sacó diez puntos en la ciudad a Carmona. Gómez, vocal de la ejecutiva federal, no fue por cierto a la reunión de este lunes.

El PSOE no da por perdido siquiera el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Luena se atuvo a las palabras de Gabilondo en la noche del 24-M: es Cristina Cifuentes la que, como primera fuerza, debe intentar formar Ejecutivo, y si no lo consigue, los socialistas están dispuestos a liderarla, y para ello necesitarían la abstención de Ciudadanos.

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"Esutdio a fondo" en las ciudades

Ferraz se da por "satisfecho en general" con los "buenos resultados" del 24-M –en las municipales cae dos puntos respecto a 2011, del 27,79% al 25,03%–, aunque reconoce el bajón en las grandes ciudades, y que ahí tiene un problema. Luena se comprometió a que la dirección hará un "estudio a fondo" de las causas, porque es un asunto "complejo" en el que debe meter mano. Y para ello comenzará a tomar decisiones "desde ya". El secretario de Organización recordó, no obstante, que el 13 de junio, cuando se constituyan los ayuntamientos, y más adelante, cuando se conformen los Gobiernos autonómicos, se verá cómo el mapa de poder ha cambiado radicalmente, y a favor de su partido. De cualquier modo, la dirección de Sánchez no esperaba una "remontada", sino una "recuperación gradual" desde el batacazo de las europeas y es la que se ha producido, a su juicio, este 24-M, y antes en las andaluzas. 

Luena, igual que no quiso comentar los datos de ninguna ciudad concreta, tampoco quiso hacerlo del PSC de Miquel Iceta, que ha visto cómo ha sido desplazado de segunda a quinta fuerza en Barcelona. Quien sí lo hizo fue Carme Chacón, la secretaria de Relaciones Internacionales de la ejecutiva federal. Para ella, el PSC ha de cambiar, porque "a la gente no le gusta la confusión". "No seré yo el que le diga al PSC lo que tiene que hacer, mucho menos sin hablar con su dirección", replicó el número dos.

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