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Elecciones 24-M

El PP encara el batacazo del 24-M con mínima autocrítica

El PP encara el batacazo del 24-M con mínima autocrítica

El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, no pisaba la sala de prensa de la sede nacional de su partido desde el 28 de mayo de 2012. Y este lunes, tres años después, volvía a hacer una aparición estelar –no es muy dado a las ruedas de prensa– para rendir cuenta de los resultados electorales de su formación en las municipales y autonómicas del 24-M. La ocasión no era para menos: las siglas que representa perdieron todas sus mayorías absolutas autonómicas y 2,4 millones de votos en las municipales.

Su presencia no fue anunciada hasta media hora antes de la comparecencia, a las 18.30, cuando se daba por concluido el Comité Ejecutivo Nacional que había convocado para analizar con la plana mayor del partido –muchos candidatos entre ellos– el batacazo de la cita ante las urnas. Y, por lo poco frecuente, por momentos, se especuló con que iba a lanzar algún mensaje importante, algún cambio en el partido. 

Pese a que la posibilidad de que fuera a dar una noticia se disipó en los cinco minutos que duró su intervención inicial, el ritual previo dio pie a pensar todo lo contrario: bajó a la sala de prensa escoltado por el comité de dirección del PP en pleno, por el responsable de comunicación de campaña, Pablo Casado, y por su jefe de Gabinete, Jorge Moragas. Pero, de anuncios, nada.

Pese a que admitió que su partido no puede estar satisfecho de los resultados del 24-M –"intentar negar esto sería tan absurdo como negar que hemos ganado las elecciones", dijo–, llegado el momento de hacer un ejercicio de autocrítica poco aportó a lo que ya se había dicho desde el partido tras los descalabros en las europeas y las andaluzas. Tampoco abundaron en la autocrítica algunos de los rostros perdedores del 24-M en esta reunión a puerta cerrada. Esperanza Aguirre (Madrid), Rita Barberá (Valencia), Alberto Fabra (Comunidad Valenciana) o José Ramón Bauzá (Baleares) no tomaron la palabra ante el Comité Ejecutivo Nacional. Después, no obstante, alguno de ellos sí hablaría con los periodistas.

Fallos de comunicación

El principal elemento que puso sobre la mesa en la rueda de prensa cuando se le preguntó por los motivos del hundimiento de su partido fue el de la comunicación. "He apreciado la necesidad de explicar mejor las cosas y dedicarle más tiempo a esto. No ha sido fácil", dijo.

La idea de comunicar mejor no deja de figurar en la lista de tareas del PP y de su Gobierno casi desde que ganaron las generales por mayoría absoluta en noviembre de 2011. A finales de año, el Ejecutivo anunciaba que el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, iba a reforzar este área en el Gobierno. Y en enero, Casado, diputado por Ávila y ligado tradicionalmente a Esperanza Aguirre, era nombrado responsable de comunicación de campaña para un año eminentemente electoral. Y casi al mismo tiempo, la dirección nacional del PP distribuía un vídeo de una reunión entre ellos en la que el vicesecretario de Organización y Electoral, Carlos Floriano, admitía que les había faltado "piel".

"Nos ha faltado darle un poco de piel a cada cifra positiva [...] ¿No crees, María Dolores [de Cospedal], que nos ha faltado un poco de piel, un poco de sensibilidad? Me refiero a cómo hemos contado las cosas", se le escuchaba decir.

El hecho de que Rajoy y el PP admitan fallos de comunicación implica que la estrategia no ha cuajado del todo.

Crisis y corrupción

Pese a admitir que "hay que explicar mejor las cosas", Rajoy hizo acto seguido hincapié en que "no ha sido fácil" dedicarse a otros asuntos porque "la prioridad" del partido de Gobierno ha sido la de "intentar volver al crecimiento y a la generación de empleo". Fue en este momento en el que el presidente de los conservadores añadió otro posible motivo de los malos resultados de su partido. Según dijo, gestionar en tiempos de crisis perjudica al partido del Ejecutivo. "Eso, sin duda alguna, nos ha influido", dijo.

Minutos antes, a puerta cerrada, había dicho a los suyos que los ciudadanos también han castigado en las urnas la falta de recursos impuesta por la situación económica. Pese a esta apreciación, Rajoy siempre presume de que ha gobernado sin tocar las prestaciones sociales, salvando el estado de bienestar.

Luego llegaría el turno de la corrupción, una cuestión que ha estado presente en el grueso de los territorios donde han el PP ha tenido los peores resultados. De pasada, Rajoy aseguró que los casos de corrupción "también" han afectado "mucho" a su partido. Y lo ventiló en cuestión de "segundos".

El colofón a su intervención lo pondría su anuncio de que no tiene intención alguna de impulsar cambios ni en el PP ni en el Gobierno motivados por los resultados electorales. Estoy muy cómodo y muy tranquilo", indicó, al mismo tiempo que recordaba que conocía bien al partido.

Silencios a puerta cerrada

Aguirre, Barberá, Bauzá y Fabra son algunos de los dirigentes del PP que concurrieron a las elecciones el pasado domingo obteniendo malos resultados. Ninguno de ellos tomó la palabra en la reunión interna del partido para explicar su postura y los motivos a los que achacan sus resultados.

Sí lo hizo la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi para señalar que el mapa pasaba a estar pintando de azul en lugar de rojo y que había que tomar nota del fracaso, del rechazo a la marca PP. "Hacer más política y transmitirla", resume una de sus frases un de los dirigentes asistentes. Como el valenciano Alberto Fabra, esta dirigente conservadora meditará en los próximos días dar un paso atrás. Junto a ella, tomaron la palabra el presidente extremeño, José Antonio Monago, que reclamó que su partido trabaje para que gobierne la lista más votada, el expresidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y la presidenta de Nuevas Generaciones, Beatriz Jurado.

En su turno como secretaria general, María Dolores de Cospedal, no hizo mención alguna a sus resultados en Castilla-La Mancha.

Si dentro faltó autocrítica, fuera los dirigentes explayaron más en sus declaraciones a la prensa. Fabra, por su parte, opinó que para él, el problema no es "necesariamente" una cuestión de caras sino de "comportamientos y actitudes".

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"Si no somos conscientes de que en algo nos hemos equivocado no podremos mejorar. Solamente se mejora aprendiendo de los errores y asumiendo los errores. En algo nos hemos equivocado y cada uno en su comunidad deberá analizar cuáles son esos errores", añadió Bauzá, presidente del PP de Baleares.

Desde el País Vasco, Arantza Quiroga señaló que los resultados de las pasadas municipales y autonómicas son el segundo "aviso" de los votantes al PP, que ya sufrió un importante castigo en las europeas de hace casi un año. Y pidió "tomar nota" y, entre otras cosas, intentar comunicarse mejor, informa Europa Press.

También el presidente de la Xunta de Galicia, Albert Núñez Feijóo, se mostró convencido que el PP necesita entender mejor qué le piden los ciudadanos y acercar "más y mejor" las políticas y los mensajes. Pero insistió en la idea de que el PP ha ganado las elecciones, que en su comunidad eran solo municipales, y que es el PSOE el que está en una situación "muy débil".

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