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Conflictos en IU

IU aplaza otra semana la resolución de su conflicto en Madrid

Izquierda Unida lleva meses arrastrando un conflicto, el que tiene abierto en Madrid, al que nunca ha querido meter del todo mano. Ahora ya está decidida a hacerlo. Hasta el propio Cayo Lara, habitualmente remiso a soluciones internas expeditivas, ya reconoce que es "urgente" escapar del laberinto. Este viernes se vio luz al final del túnel. Será el próximo 14 de junio cuando se apruebe la salida definitiva. Entretanto, se da una semana de margen para estudiar la fórmula jurídica idónea. 

Lo aprobó así la Presidencia Ejecutiva Federal de IU, reunida esta tarde, basándose en una redacción planteada por el coordinador del órgano, José Luis Centella, también secretario general del PCE:  ordena a la Secretaría de Organización, que pilota el aragonés Adolfo Barrena, que presente una propuesta de solución de la guerra de cara al Consejo Político Federal (el máximo órgano de dirección entre asambleas de IU) del próximo 14 de junio. Todo ello con el fin de que se inicie "una nueva etapa en la historia de IU en Madrid". Una victoria más de Alberto Garzón sobre las tesis más conservadoras de Cayo Lara. 

La resolución [consúltala aquí en PDF], aprobada por 44 votos a favor (74,58%), 11 en contra –sustancialmente, los de los representantes de la federación madrileña e Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares y Montse Muñoz– y 4 abstenciones, es muy dura contra IU-CM. "Si no somos capaces de resolver las situaciones que han lastrado nuestra organización durante meses, todo plan de actuación se verá silenciado por el ruido de nuestros conflictos internos. Por ello, se constata que la actual dirección de IU-CM confronta con la política federal, llega a cuestionar al candidato nombrado por el Consejo [o sea, a Alberto Garzón] y se ha llegado a un nivel de deterioro político y económico que hace insostenible mantener este estado de cosas", dice el texto. 

Deuda de dos millones

Se refleja, pues, el hastío con el choque constante que ha habido en los últimos meses con IU-CM a cuenta de la depuración de responsabilidades por el escándalo de las tarjetas black –Olimpo, la sede federal, reclamó la cabeza de los excoordinadores Ángel Pérez y Gregorio Gordo, y aunque fueron expulsados nunca cayeron–, por las primarias, por la política de confluencia. Como se refleja el fuego nada amigo de la cúpula regional hacia Garzón. La candidata al Ayuntamiento, Raquel López, que no logró entrar, llamó "miserable" al candidato presidencial, y los dirigentes le acusaron de haber propiciado el hundimiento de IU-CM, al no conseguir el 5% necesario para mantener la representación en el Ayuntamiento y la Comunidad por primera vez en su historia. Igual que se hace referencia a la enorme deuda que arrastra desde hace años la federación madrileña con Hacienda y la Seguridad Social, ya cercana a los dos millones de euros e inasumible tras la derrota

"IU-CM no puede seguir así. En este sentido es necesario adoptar medidas urgentes para que puedan volver los que se han marchado, para que todos y todas quienes se referencian con el proyecto de IU, que no quieren ni se merecen vivir en un conflicto permanente, puedan militar en condiciones de normalidad en Madrid. Crear esas condiciones es una necesidad objetiva y para ello esta Presidencia Federal mandata a la Secretaría de Organización para que presente una propuesta al próximo Consejo", añade la resolución. 

La duda es cómo se hará. En principio, hay dos planteamientos: o desfederación o intervención. La primera es una salida más traumática. Supone, resumidamente, la expulsión, el dejar de reconocer a IU-CM como referente en Madrid de IU federal. Pero ello supondría que los 5.000 militantes de IU-CM tendrían que reafiliarse en la nueva marca impulsada por Olimpo en caso de querer continuar con su carné.

La intervención sería la solución menos lesiva. En teoría, esta última opción supondría que el federal nombrase una gestora que tomase el control de la federación y la condujese, bajo su tutela, hacia la asamblea extraordinaria, garantizando la vuelta de aquellos que se marcharon por la guerra de los últimos meses. Fue el caso de Mauricio Valiente, el ganador de las primarias internas al Ayuntamiento que se tuvo que marchar al negarse IU-CM a concurrir con Ahora Madrid. Ello también posibilitaría que se reintegrara todo el grupo cercano a Valiente que no se fue de IU pero que no reconocía a la dirección regional. Más complicada sería la vuelta del sector de Tania Sánchez, que fundó la plataforma Convocatoria por Madrid, cuyos miembros se acabaron incorporando en las listas de Podemos. 

Tampoco queda claro quien tendría que asumir el pago de la deuda de esos dos millones de euros. Una desfederación no conllevaría, necesariamente, según la lectura de algunos dirigentes, a que IU federal pudiese desquitarse de ella alegando que no es su referente en Madrid. 

Garzón se congratula

El debate, a diferencia de lo que ocurrió en el tenso encuentro anterior de la Presidencia, el 29 de marzo, discurrió sin demasiada confrontación, más allá de las cargas de profundidad que lanzaron los representantes de Madrid (Lidia Fernández y el nuevo portavoz, Julián Sánchez Urrea) contra Garzón. También porque se había liberado una válvula de presión: la dirección de IU-CM dimitió en bloque el pasado miércoles y convocó una asamblea regional extraordinaria. Cónclave que dependerá de la decisión final que adopte el Consejo Político la próxima semana. La propia IU-CM ya asume que será intervenida o expulsada, que ya no tiene escapatoria. 

Garzón se felicitó de la decisión y de la mayoría obtenida (74,58%): la dirección federal "deja atrás una época de conflicto interno" y "toma cartas en el asunto", determina "intervenir en la federación de Madrid", aunque será el Consejo del día 14 el que diga cómo. IU trabajará, dijo, con los miles de afiliados que han hecho campaña por las listas de izquierdas y con los candidatos que han formado parte de la unidad popular porque "van a formar parte de la solución". 

Esa mayoría del 74,58% da buena cuenta del giro operado por IU en unos meses. El 29 de marzo, el margen por el que se sacó adelante el no reconocimiento a Raquel López como candidata al Ayuntamiento fue más ajustado: 21 votos a favor (50%), 17 en contra y 4 abstenciones. Pero entonces no participó de la votación el propio Cayo Lara, quien meses antes había frenado el primer intento de desfederación de IU-CM

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