Ocurrió este martes en el Senado, en la sesión de control al Gobierno. El presidente del Ejecutivo,
Mariano Rajoy, respondió negativamente a una pregunta del socialista
Óscar López encaminada a saber si seguía pensando que
"su problema son los medios de comunicación".
"En respuesta a la pregunta que me ha formulado, le digo no", señaló Rajoy antes de abordar el discurso en el que mejor se mueve: el de la herencia recibida y
la recuperación económica. No pasó inadvertido, no obstante, que pocos días después de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 24 de mayo, en un acto con empresarios catalanes en
Sitges (Barcelona), el presidente atribuyó, en parte, los malos resultados del
Partido Popular a "el martilleo constante en todas las televisiones" con los casos de corrupción.
En los últimos comicios, los
conservadores perdieron todas las mayorías absolutas en las comunidades autónomas y 2,4 millones de
votos en las municipales.
Este fin de semana,
infoLibre ha dado cuenta de cómo
la estrategia diseñada desde Moncloa para condicionar a las cadenas privadas tras la pérdida de canales se ha venido abajo. Y es que la capacidad de presión sobre las mismas se difumina tras el acuerdo millonario al que han llegado en los últimos días las cadenas para
la retirada en el Supremo de un recurso que estaba a punto de costarles el cierre de ocho canales más.
En uno de sus turnos, López acusó al Gobierno de “andar amenazando a las televisiones porque no les gusta lo que sale”, y le recordó que, a su juicio, el problema del Gobierno no es lo que dice, sino lo que hace”.
"Da igual quién cuente la reforma laboral. No importa que quite usted a Floriano o a Cospedal de los telediarios. La reforma laboral sigue estando ahí. No es problema de lo que dicen, sino de lo que hacen", insistió
el nuevo portavoz del PSOE en el Senado.
"No son las televisiones los que le martillean. Es usted el que martillea a los trabajadores, es usted el que martillea a los estudiantes, y a la sociedad española. Y es usted el que ha martilleado el disco duro que le pidió un juez como
prueba de su financiación irregular”, añadió.
A vuelta con los pactos
En su última intervención, se ocupó de cargar contra el líder del PSOE,
Pedro Sánchez, recordando que públicamente dijo que no pactaría con Podemos, unos hechos que, a su juicio, evidencian que no tiene "credibilidad" y que
hacen que sea "imposible" que "nadie" se lo tome "en serio". Rajoy tiró de hemeroteca y leyó a los senadores algunas frases en las que el socialista sentenciaba que no iba a pactar con el partido liderado por
Pablo Iglesias.
Además, criticó el fichaje del exministro socialista Jordi Sevilla para elaborar el programa electoral del PSOE.
"Ahora ponen al señor Sevilla a ver si arregla esto, venga bueno", zanjó. Minutos antes, López había acusado al PP de "alimentar la estrategia del miedo" porque tiene "miedo a perder el sillón".
Claro, el problema es que el PP no ha sabido explicar que la crisis, gracias a los recortes brutales del gobierno, se ensañaría con los desfavorecidos: empleados temporales, jóvenes sin empleo, trabajadores poco cualificados, etc. Mientras que la casta político-bancario-empresarial, no solo no sufriría esa crisis, sino que en muchos casos les iría mejor. Es fácil de explicar, y todos lo entendemos. En cuanto al Senado, no solo sobra él. Pero que yo sepa, NINGÚN partido político se plantea seriamente reducir la administración hipertrofiada. Hay mucho amiguete al que colocar.
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