Violencia machista

El 30% de las mujeres maltratadas no denuncian por presión familiar

El 30% de las mujeres maltratadas no denunciaron por presión de su familia

"Las presiones sociales son claras inhibidoras a la hora de poner denuncias por parte de las mujeres". Es una de las conclusiones alcanzadas por el estudio que ha elaborado la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género con en el que se pretendía averiguar por qué motivos las mujeres maltratadas no denuncian a su agresor. Pues bien, el 30% de ellas no lo hacen por presión familiar.

Pese a que muchas mujeres son apartadas poco a poco de sus familias –sus parejas les piden o les impiden asistir a reuniones familiares y hablar con ellos por teléfono– es precisamente la familia uno de los agentes que más les condiciona para que no den el paso. De hecho, es el segundo motivo, solo por detrás del miedo a las represalias (42% de los casos).

Para elaborar este informe, un grupo de psicólogos y expertos han entrevistado a 40 malagueñas que sufrieron violencia de género pero no la denunciaron, y a 10 que sí lo hicieron. Los autores asumen que los resultados no pueden ser extrapolados al conjunto de la sociedad pero creen que son orientativos.

Maltratos en la familia

Un dato que puede relacionarse con lo expuesto hasta ahora es que casi el 40% de las mujeres aseguran que en sus familias se dieron casos de malos tratos. Pero además, la violencia machista pudo darse en la familia del maltratador: "En mi casa nunca he visto eso [maltratos], es en la familia de él donde había esas cosas. Y mi suegra, sabiendo que a mí me estaba pasando lo mismo, no me ayudaba, no le decía nada a su hijo, porque me pegaba delante de ella y me decía cosas horribles. Hasta me encerraba en el dormitorio y no me dejaba salir hasta que él quisiera", relató una mujer a los autores del estudio.

Las familias no siempre son conscientes de la gravedad del problema e intentan tranquilizar con frases recurrentes que, por otra parte, justifican el comportamiento del maltratador. "Es una persona particular", "Es raro", "Tiene mal carácter" o "Está muy estresado" son algunas de las muletillas que dicen haber escuchado estas mujeres.

En otros casos, la presión del entorno es directamente cómplice con el maltratador: "En una pareja hay que aguantar", "Hay que seguir por los hijos", "Qué vas a hacer tu sola" o "Hay que aguantar un poquito". Los expertos que han participado en el estudio critican que en estas situaciones "la familia se presenta ineficaz como apoyo en la resolución del problema".

Estereotipos y presión de los amigos

Muchas mujeres se enfrentan también a la presión de los amigos que tienen en común con sus parejas. Es frecuente que ellos intenten relativizar la situación o que directamente "no quieran reconocerlo", aseguran los autores del informe, una actitud que de nuevo sitúa a las víctimas entre la espada y la pared. No obstante, cuando ellas deciden poner fin a la relación, la opinión de los demás les resulta indiferente: "ya da igual lo que piensen o con quién se posicionen".

Este comportamiento de amigos y familiares –dice el estudio– puede deberse a que el maltrato psicológico, "al no dejar heridas visibles, es más difícil de valorar, y las personas que lo ven pero no los sufren tienden a minimizarlo".

Las presiones sociales actúan de igual manera independientemente de la edad de la mujer. "Les resulta muy difícil exponer la situación que están viviendo por la credibilidad, el cuestionamiento que se les hace, los comentarios sobre denuncias falsas, o querer la pensión o la vivienda gratuita". De hecho, los autores aseguran que "las ayudas y recursos que se ponen a disposición de estas mujeres, resultan dañinas y se vuelven contra ellas, como si fueran la panacea y pudieran resolver la vida de una mujer y sus hijos".

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El PSOE cuestiona el informe

El Grupo Parlamentario Socialista planteó este jueves una batería de cuestiones sobre el informe al considerar que su metodología quizá no sirva para sacar conclusiones más allá de Málaga, que es la ciudad en la que se realizaron las 50 entrevistas.

Las diputadas Silvia Oñate y Ángeles Álvarez estimaron que la muestra "es insignificante estadísticamente" (más allá de su valor cualitativo, dijeron), así que quieren conocer qué criterios objetivos se han seguido para la sección de la muestra y si el Ministerio no considera que es un error metodológico emplear una muestra de mujeres víctimas con una sola comunidad autónoma, informa Europa Press.

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