Pactos postelectorales

El PSOE hace un llamamiento al voto útil y abre ya el debate de los pactos postelectorales

El PSOE hace un llamamiento con riesgos al voto útil y abre la puerta a pactos de izquierdas

Ibon Uría

El portavoz del Grupo Socialista en el Senado, Óscar López, ha asegurado que el PSOE no cierra la puerta a ningún pacto tras las próximas elecciones generales. Tanto es así, que López ha barajado una posible alianza de gobierno que deje fuera al partido más votado. "Esto de las mayorías absolutas no se lleva –ha dicho–. Los ciudadanos nos piden que haya acuerdos entre fuerzas políticas". La clave, ha precisado López, es "saber interpretar" el resultado de las urnas.

Las declaraciones llaman la atención porque esa predisposición a pactar con otras fuerzas a falta de meses para los comicios es poco frecuente, según recuerdan varios dirigentes del PSOE consultados por este periódico. Algunos consideran que es un error abrir ya ese debate porque se puede interpretar como síntoma de "debilidad". Otros, en cambio, apuntan que se trata de una apelación al "voto útil de la izquierda" y de un gesto para atraer de nuevo al público socialista desencantado.

Las palabras de López han servido por ahora para que el PP agite de nuevo el discurso del miedo contra un hipotético acuerdo PSOE-Podemos y recupere los argumentos contra los "pactos de perdedores". En palabras de su vicesecretario de Ayuntamientos y Autonomías, Javier Arenas, los socialistas aspiran a "gobernar sin ganar". Arenas ha acusado al principal partido de la oposición de querer hacer "lo mismo" que en algunos municipios: unirse a "los radicales" y, junto a ellos, conducir a España al "rescate" y "la ruina".

"La suma del PSOE del señor Sánchez y los radicales es complicada", ha dicho el cargo conservador, que ha advertido que las políticas de Pedro Sánchez son "las de Zapatero" y que las de los "radicales", en referencia a Podemos, "son las políticas de Grecia". La combinación, ha rematado, plantea de cara a las generales una dicotomía: optar por la "consolidación del cambio que ha hecho el PP, con menos paro y más empleo" por o "la suma de las políticas que han llevado a Grecia a donde la han llevado".

La consigna: "Salir a ganar"

Un veterano dirigente del PSOE, influyente también en el entorno de Pedro Sánchez, admite que "no es frecuente hablar de coaliciones antes de las elecciones" y cree que abordar la cuestión antes de tiempo es un "error estratégico". "El PSOE no habla antes de las elecciones de los acuerdos", resume. Las palabras de López, en su opinión, no son la cuestión central ahora: "No creo que el PSOE esté ocupado en decidir pactos, la estrategia es salir a ganar. El PSOE está en ganar las elecciones", apunta.

En la misma línea se pronuncia otro dirigente socialista en Madrid: "La política del partido es no hablar de pactos, salvo de pactos con la ciudadanía", sostiene. Esa es la línea "oficial" para buscar el mejor resultado posible en la próxima cita con las urnas. Y es que, en su opinión, "anticipar la política de pactos no es inteligente", sino "una muestra de debilidad".

"Hasta ahora decíamos que sólo contemplábamos salir a ganar, pero eso ya no es creíble porque puede darse el escenario de que gane el PP o gane el PSOE", apunta por su parte otro cargo del partido en la Región de Murcia. "Sabemos que es difícil la victoria", añade, por lo que considera que el partido tiene que estar "preparado para gobernar gracias a acuerdos incluso si no es la primera fuerza".

Un escenario fragmentado

En lo que coinciden todos los consultados por este diario en el seno del PSOE es en que "todo está muy abierto", en que "los tiempos han cambiado" y en que "no va a haber mayorías absolutas", resume el dirigente murciano. En ese contexto, estima que la prioridad es "desalojar al PP, porque la mayoría no quiere un Gobierno del PP", y que para eso hace falta preparar el terreno, "porque el PSOE sabe que necesitará a otros partidos y quiere gobernar".

"No hay previsión de mayorías absolutas", reconoce el cargo madrileño para quien, "en ese contexto, los acuerdos no son una opción" sino "una obligación" y se necesita "sumar". Considera que el PSOE es el partido "mejor situado" para pactar porque "en las encuestas es el que menos rechazo genera". "Un pacto con nosotros tiene menos coste electoral que con el PP, que es el partido de la reforma laboral y la corrupción", enfatiza.

"El clima político es muy volátil", reconoce el representante de la vieja guardia socialista, que también cree que los conservadores tendrán más cuesta arriba la búsqueda de aliados. "Al PP no lo quiere nadie y al PSOE, al menos, no lo desprecia nadie. No sé si en el caso de Podemos es por amor hacia el PSOE o por necesidad, pero somos los mejor situados para gobernar en coalición", reflexiona.

Voto útil para frenar a Podemos

Para una dirigente de Castilla-La Mancha, mostrar predisposición a los pactos es "una apelación al voto útil para acabar con Izquierda Unida y decirles a los que dudan entre Podemos y el PSOE que si votan socialista, habrá un Gobierno de izquierdas". Cree que se trata también de un mensaje dirigido a provincias pequeñas, donde "hay pocos escaños en juego" y respaldar a los de Iglesias puede suponer "tirar el voto el voto a la basura, quitar escaños al PSOE y beneficiar al PP".

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El cargo del PSOE en Madrid coincide, y apunta como objetivo recuperar a los desencatados de Podemos que una vez votaron socialista: "Los que votaron a los antisistema han visto que con su llegada a las instituciones no se ha arreglado todo de golpe, y ven que los desahucios o la desigualdad requieren de reformas progresistas". El socialista de Murcia coincide en que "la gente que ha votado a partidos más a la izquierda puede encontrar ahora, de nuevo, refugio en el PSOE".

Sobre las críticas del PP, la dirigente castellanomanchega calcula que no pasarán factura al PSOE a la vista de lo ocurrido tras las municipales y autonómicas. "En la calle hay una pulsión de cambio y la gente sabe que, si el PP no saca mucho margen a la segunda fuerza, puede haber un Gobierno de izquierdas". De hecho, sostiene que en su comunidad el acuerdo PSOE-Podemos se dio por hecho ya en la noche electoral al no alcanzar Cospedal la mayoría absoluta, y que entenderse con los de Pablo Iglesias fue "más fácil de lo previsto".

"El PP usó el discurso del miedo el 24-M, y la gente no lo compró. En Castilla-La Mancha o Aragón la gente ha comprendido perfectamente las alianzas y los ciudadanos agradecen que se acabe con las políticas del PP", coinciden las fuentes preguntadas en el PSOE de Murcia. "Quizá el PP fije parte de su electorado y lo consiga azuzar, porque entre sus votantes Pablo Iglesias da terror –concede por su parte el representante del PSOE en Madrid–, pero entre los nuestros no va a surtir efecto".

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