La situación en el PP

Bodas gais y aborto: dos debates sin cerrar en el PP que se cuelan en su agenda social

Bodas gais y aborto: dos debates que se cuelan en la agenda social del PP

"Hay que prestar mucha atención al tema social". Así se pronunciaba este lunes Mariano Rajoy ante el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular (PP) mientras fijaba las prioridades de su formación de cara a los próximos meses. Hace ya un año que el partido del Gobierno detectó que había estado tan volcado en la economía desde que arrancó la legislatura que se estaba alejando demasiado de los ciudadanos y que había que ponerle remedio. Pisar más calle y poner el énfasis en las políticas sociales. La estrategia está en marcha, sobre todo desde que se creó un área de sectorial en la reestructuración de la cúpula del PP que Rajoy llevó a cabo en junio, pero el partido sigue encontrándose piedras en el camino que a veces se ponen entre ellos mismos.

De todo esto hay dos ejemplos muy recientes y que han coincidido en el tiempo: el último trámite parlamentario de la reforma de la ley del aborto y la polémica suscitada a raíz de la publicación de una información según la cual el PP y el Gobierno habrían estado debatiendo la conveniencia de que Rajoy acudiese a la boda civil de Javier Maroto, vicesecretario de Sectorial del partido, con su novio. ¿El motivo? Que es el presidente de la formación política que llevó la ley que permite al exalcalde de Vitoria casarse con su pareja ante el Tribunal Constitucional.

En la dirección del PP señalan que estos debates son agitados por sectores internos cada vez menos representativos y menos numerosos, pero admiten que hacen "daño" porque les pone ante el espejo de sus contradicciones y de su pasado. Esto, en lo que respecta a puertas adentro del partido. Puertas afuera, está el sector más conservador de su electorado, considerado un votante muy fiel, que también presiona, sobre todo en lo que tiene que ver con la interrupción del embarazo. En esta legislatura, los antiabortistas han salido a la calle para protestar contra la marcha atrás dada por Rajoy al texto inicial de reforma presentado por Alberto Ruiz-Gallardón, exministro de Justicia.

Pérdida de voto por el centro

Los conservadores son conscientes de que cada paso que se da en estas materias es mirado con lupa y que no están para perder votos. Pero también son conscientes de que en todas las elecciones que se han celebrado desde las generales de 2011 en España el mayor porcentaje de voto que han perdido ha sido por el centro.

Precisamente en esto pensó Rajoy cuando retiró la reforma de la ley del aborto de Gallardón, según fuentes conocedoras de este proceso. El texto, que provocó la caída del ministro, volvía a la ley de supuestos anterior a la de Zapatero y suprimía el de malformación fetal. "Rajoy vio que incomodaba a un sector muy amplio del PP y del Gobierno y que el descontento social era enorme y optó por retirar el texto asumiendo el riesgo del enfado de los sectores más conservadores del partido y del electorado", señalan esas fuentes. Esto ocurrió hace exactamente un año. Es ahora, cuando la reforma alternativa a la de Gallardón ha recibido el visto bueno del Senado. Ocurrió este miércoles y, como en el trámite parlamentario en el Congreso, el PP votó dividido: tres senadores rompieron la disciplina de voto al considerar que los cambios introducidos por su partido eran insuficientes y suponían un incumplimiento del programa electoral con el que concurrieron a las generales.

Para evitar un desgaste directo del Gobierno, Rajoy encomendó la tarea de presentar la reforma al Grupo Parlamentario Popular, que registró una proposición de ley –se saltaba así la fase de informes consultivos– que introducía la obligatoriedad de que las jóvenes de entre 16 y 18 años que quisiesen interrumpir su embarazo lo hiciesen con el consentimiento paterno. Este es el texto que ha llegado al Senado esta misma semana y que ya está listo para ser incorporado al Boletín Oficial del Estado (BOE)

Pero Rajoy sabe que con este trámite no cierra el asunto y que en el PP hay quienes creen que habrá un continuará en el programa electoral con el que concurrirán a las próximas elecciones generales. 

El aborto y el programa electoral

"No descarto que sea un asunto que volvamos a plantear en la próxima legislatura pero, en ésta, nos hemos quedado en el compromiso adquirido con los electores", declaraba el ministro de Justicia, Rafael Catalá, en una entrevista concedida a Europa Press el pasado agosto. Y este jueves, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, tampoco descartaba, en una entrevista en Onda Cero, que el programa electoral hiciese alguna alusión a este tema «en términos positivos» y de «compromiso de desarrollo futuro». 

En 2011, en la fase de desarrollo del programa electoral, el PP vivió un fuerte debate interno por la forma en la que debía incluirse el compromiso respecto a la introducción voluntaria del embarazo.

Al final, la falta de consenso provocó que la redacción fuese muy genérica: "La maternidad debe estar protegida y apoyada. Promoveremos una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas, especialmente a las que se encuentran en situaciones de dificultad. Impulsaremos redes de apoyo a la maternidad. Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores".

Otra de las bazas que tiene el PP es la del Tribunal Constitucional. Este ha de pronunciarse sobre el recurso que los conservadores interpusieron contra la ley de plazos de Zapatero. De hecho, cargos de la formación eran partidarios de no tomar ninguna medida al respecto hasta conocer esta sentencia que ya no se espera para esta legislatura.

La boda de Maroto

También el PP llevó ante el Constitucional la ley que permite la unión entre personas del mismo sexo. Pero con poco éxito. A una semana de la boda que unirá a Javier Maroto con su novio, el diario El Mundo ha publicado una información que apunta a que tanto el PP como el Gobierno estaba debatiendo la conveniencia de que Rajoy acuda a este enlace al que está invitado.

Tanto desde la dirección nacional del partido como desde el Ejecutivo señalan que esta discusión no ha estado sobre la mesa en los últimos días. "No estamos en nada de esto. Ni hay debate, ni lo deja de haber. Es un asunto personal de Javier, de la esfera privada", señala un miembro de la dirección nacional. "Se hace para enredar, a lo mejor desde sectores minoritarios, creo, pero es un tema que tiene poco recorrido y que no irá más allá de la boda", añade al tiempo que mantiene que el debate sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo está ya superado.

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En el entorno del presidente del Gobierno aseguran que acudirá a la boda de su responsable de Sectorial si su agenda se lo permite. Pero que hay que tener en cuenta que tiene lugar en pleno ecuador de la campaña electoral de las elecciones catalanas, en las que Rajoy se quiere volcar acudiendo, al menos, a cinco actos. Sí contará seguro con la presencia de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP, y Andrea Levi, responsables de Estudios y Programas. Ambos son, como él, miembros de la nueva dirección del partido. Tampoco faltará el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, amigo personal de Maroto.

Tras conocer la información, el propio Maroto subrayó que ha percibido "normalidad" en torno a su boda y que la ley ya está "asumida" por su partido porque, de lo contrario, la habría modificado gracias a su mayoría absoluta en el Congreso. En este sentido se pronuncian también quienes recuerdan que en base a esa "normalidad" Rajoy apostó por él para dirigir el área Sectorial del partido, la encargada de desarrollar las relaciones con los diferentes sectores sociales. "No se entiende muy bien que ahora resulte polémica la asistencia de Rajoy a su boda", valora un diputado.

Pese a que el PP habla de "normalidad", el revuelo levantado por esta información demuestra que el debate no está del todo cerrado. "Son los de siempre. Y cada vez son menos. No podemos seguir anclados en el siglo pasado", añade un dirigente regional.

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