Directo
Ver
La gran paradoja del 21A: un Parlamento más soberanista, una ciudadanía menos independentista

Elecciones catalanas 27-S

Diada masiva por la independencia

Ibon Uría

Decenas de miles de personas salieron este viernes a las calles de Barcelona para participar en la gran manifestación de la Diada por la independencia. La movilización, organizada por Ara és l'hora –que agrupa a la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural– congregó a 1.400.000 personas de acuerdo con los datos de la Guardia Urbana de Barcelona. El año pasado, según esta misma fuente, acudieron 1.800.000 manifestantes. La Delegación del Gobierno en Cataluña, por su parte, calculó que asistieron entre 520.000 y 550.000 manifestantes. En 2014 estimó una horquilla de entre 470.000 y 520.000.

Desde las 17.14 horas, una flecha amarilla gigante avanzó por el recorrido de la denominada Via Lliure (Vía Libre) entre gritos favorables a la independencia y portada por una serie de corredores vestidos con camisetas blancas. A su paso, los participantes en la concentración alzaron cada uno un puntero de un determinado color, y apuntaron en dirección al Parlamento de Cataluña.

El recorrido estuvo repartido en 135 tramos, tantos como escaños tiene el Parlament catalán. Los participantes portaron punteros de diez colores diferentes, en representación de los diez ejes sobre los que consideran que debería basarse una futura República catalana.

Esos ejes son la regeneración democrática, el bienestar y la justicia social, la diversidad, la solidaridad, la igualdad, la sostenibilidad, el equilibrio territorial, la educación y la cultura, la innovación y una Cataluña abierta al mundo. Se trata de la cuarta movilización multitudinaria consecutiva que las entidades soberanistas impulsan con carácter anual para el derecho a decidir y la independencia.

Al término del citado recorrido, se leyó un discurso en el que se reivindicó una "vía libre a la democracia". "Este pueblo quiere decidir su futuro", dijo Quim Torra, presidente de Òmnium Cultural, una de las entidades organizadoras. Torra acusó al Estado de "utilizar todos los discursos para amenazar" y definió la situación actual como un "punto irreversible". "Nuestra fuerza es la fuerza de la mayoría. La libertad no se negocia", concluyó.

Por la ANC, Gabriel Rufián, uno de los miembros de su Secretariado, aseguró que el proceso independentista "es una respuesta al anhelo de un pueblo" y que "trasciende" cuestiones como el origen o la lengua materna. "No hay nada imposible –dijo–. Venimos a ganar". También se leyó un mensaje en inglés en el que se señaló que los catalanes "quieren un Estado independiente".

Asisten Junts pel Sí y las CUP

La manifestación multitudinaria coincide este año con la primera jornada de la campaña para las elecciones del próximo 27 de septiembre. Entre los asistentes figuran miembros de la lista soberanista Junts pel Sí –aunque Artur Mas no acudió– y de las CUP, mientras que los representantes de PSC, PP, Ciudadanos y Unió prefirieron ausentarse, al entender que la marcha tiene tintes electoralistas.

El número uno de Junts pel Sí, Raül Romeva, deseó que la multitudinaria manifestación sea el preludio de una "victoria masiva" del independentismo y destacó que es el cuarto año consecutivo que los catalanes salen a la calle para reivindicar la independencia. "Que el mundo entero escuche lo que está pasando en Cataluña", agregó.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, aseveró que Junts pel sí "hará todo los posible para que sea la última Diada antes de la independencia de Cataluña". Junqueras calificó la movilización de extraordinaria y confió en que en las elecciones se produzca "un paso decisivo para hacer una Cataluña independiente y una república catalana".

El candidato de la CUP a la Presidencia de la Generalitat, Antonio Baños, manifestó por su parte que "para llenar el Parlament primero hay que llenar las calles", que es lo que hacen esta Diada, y se dijo convencido de que con la manifestación empieza la "lucha" por la ruptura con el Estado español y con las políticas de austeridad de la Troika.

El resto de partidos se ausentan

El resto de partidos, en cambio, prefirieron ausentarse de la marcha por considerarla electoralisa. El primer secretario y candidato del PSC, Miquel Iceta, señaló en la mañana del viernes que la Diada es la fiesta de "todos los catalanes" y pidió que no se fomente la división. El líder socialista admitió que hubiera preferido que la campaña electoral no coincidiera con la Diada.

Por su parte, el candidato del PP a las elecciones del 27-S, Xavier García Albiol, consideró que la de este año es la Diada "más triste" porque se ha expulsado a los que no defienden la independencia de Cataluña y se ha apartado la bandera catalana, la senyera, que engloba a todos, sustituyéndola por la estelada. 

La cabeza de lista de Ciudadanos, Inés Arrimadas, aseguró en un acto en Tarragona que “cuando gobierne Ciudadanos, el 11-S será la Diada de todos los catalanes y saldremos a la calle a celebrarlo con la señera”. Arrimadas criticó que “los separatistas" se hayan "apropiado" de esta jornada festiva, pero prometió "girar la tortilla política de Cataluña si el 27-S" si se llenan "las urnas de ilusión y sensatez”.

Finalmente, el candidato de Unió, Ramon Espadaler, reiteró tras la ofrenda floral a Casanova que la Diada es de todos los catalanes y apostó por "transformar desde el diálogo el desencuentro con el conjunto del Estado", de forma que Cataluña sea reconocida como nación en la Constitución, si bien subrayó que el catalanismo de Unió no es "rupturista".

Más sobre este tema
stats