El futuro de la izquierda

Corbyn: un partido aliado del PSOE, unas ideas próximas a IU y Podemos

Corbyn: un partido aliado del PSOE, unas ideas próximas a Podemos

La elección del nuevo líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, ha hecho correr ríos de tinta en Reino Unido, pero también ha tenido eco en España, donde partidos como el PSOE o Podemos han tratado de subirse a la ola de popularidad del veterano político equiparándose con sus propuestas. 

"Resulta sorprendente, paradójico, incluso irónico, que muchos medios comparen a un veterano laborista como Jeremy Corbyn con nosotros. Y, sin embargo, tienen toda la razón en hacerlo", aseguraba hace unos días el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en un artículo publicado en el diario El País sobre la elección de Corbyn. No ha sido la única muestra de aprobación del partido, que el mismo día que el político británico se impuso en las primarias laboristas le felicitó porque, a su juicio, es muestra de que "soplan vientos de cambio en toda Europa".

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, también ha querido vincularse públicamente con Corbyn, con quien comparte partido a nivel europeo –tanto el Partido Laborista como los socialistas españoles están encuadrados en el Partido de los Socialistas Europeos, la alianza continental de partidos socialdemócratas–. Sánchez criticó que Iglesias quisiese vincular sus políticas a las del británico –"el Podemos del Reino Unido no es Jeremy Corbyn", aseguró– y afirmó que no puede "defender a la vez" a Corbyn y al ex primer ministro griego Alexis Tsipras, "el Tsipras del tercer rescate", un rescate que el propio PSOE apoyó.

No obstante, a nivel propositivo, las iniciativas que defiende el nuevo líder de los laboristas están más cerca de la izquierda alternativa que representan Iglesias o Tsipras que de las de la socialdemocracia europea que representa Sánchez. Así lo sostiene Fernando Vallespín, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), que ofrece una comparación con los socialistas españoles: a su juicio, la victoria de Corbyn tendría su equivalencia en que José Antonio Pérez Tapias, líder de la corriente del PSOE Izquierda Socialista, se hubiese impuesto en las primarias a la Secretaría General que lo enfrentaron a Eduardo Madina y Pedro Sánchez en 2014.

Las nacionalizaciones, un pilar de las ideas de Corbyn

Corbyn propone, en primer lugar, la nacionalización de algunos sectores, como el energético o el ferroviario, una iniciativa que planteaba el Podemos que se presentó a las elecciones europeas de 2014, si bien en su programa para las autonómicas de 2015 sólo proponía "la creación, por parte de cada comunidad autónoma, de una empresa comercializadora de electricidad de titularidad pública". Los socialistas, por el contrario, creen que la solución del mal funcionamiento del sistema eléctrico español pasa por su "rediseño"para "permitir que el mercado recupere su capacidad para asignar de forma eficiente los recursos".

No obstante, el PSOE descarta expresamente "prescindir del mercado como instrumento útil para avanzar en la eficiencia que el sector eléctrico debe proyectar sobre la economía", según la resolución de su Conferencia Política de 2013. Ese concepto es totalmente contrario a las ideas del nuevo líder del laborismo británico, que también plantea la necesidad de invertir desde el sector público en infraestructuras, energía, transporte o vivienda. Y, para ello, ofrece la creación de un "Banco Nacional de Inversiones" que serviría para canalizar estas actividades y que se financiaría a través del Banco de Inglaterra –es decir, aumentando el flujo monetario– y de una reforma fiscal.

La propuesta de Corbyn tiene semejanzas con la que recogía Podemos en su programa para las autonómicas, si bien los deseos del partido de crear una "banca pública" estaban encaminados a posibilitar "el acceso a la financiación en condiciones asequibles" para familias y empresas y no a invertir directamente, algo que también estima como necesario el partido. El PSOE, por su parte, también propuso en su Conferencia Política de 2013 fundar "una Banca Pública de Inversión que proporcione financiación a la economía real y combata la sequía de crédito que existe", para impulsar "la creación y consolidación de empresas".

En estos dos puntos, el partido español con propuestas más parecidas a las de Corbyn es precisamente uno que no ha querido sumarse a las felicitaciones al político británico: IU. La federación liderada por Cayo Lara plantea nacionalizar el sector eléctrico por considerarlo estratégico, y además propone "mantener en el sector público de forma permanente todas las instituciones financieras intervenidas por el FROB", es decir, Novagalicia Banco, Catalunya Banc y BFA/Bankia. Esta última medida es calcada a otra propuesta del líder de los laboristas británicos: renacionalizar el Royal Bank of Scotland, que tras su rescate en 2008 sigue mayoritariamente en manos del Estado, que vendió el mes pasado un 5,4% de las acciones.

En este sentido, Fernando Vallespín explica que Corbyn también ha prometido volver a reintroducir en los estatutos del Partido Laborista un artículo muy simbólico que retiró el ex primer ministro Tony Blair: el que reza que el partido "tenderá, en la medida de lo posible, a la nacionalización de los medios de producción", una de las bases de las antiguo socialismo que el nuevo líder quiere recuperar. "Se trata, al fin y al cabo, de volver a la vieja política socialdemócrata", comenta el politólogo.

Reforma fiscal y control de la actividad privada

En cuanto a la UE, Corbyn ha mostrado sus reticencias con respecto a la política que están llevando a cabo los Veintiocho actualmente, pero ha anunciado que hará campaña para que Reino Unido permanezca en la organización tras el referéndum que tendrá lugar en 2016. Lo que sí rechaza de plano el nuevo líder laborista es el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, en sus siglas en inglés), algo que comparte con Podemos pero no con el PSOE, que sí apoya la firma del tratado siempre que se cumplan algunos requisitos.

También propone Corbyn acabar con la intervención privada en el sistema de Sanidad público, ya que desde los años 90 los diferentes Gobiernos han incentivado la participación de capital privado en la construcción y gestión de los hospitales estatales. Su dureza retórica –calificó de "desastre" este modelo– coincide con la de Podemos, que prometió en su programa para las autonómicas poner en marcha "un Plan de Reversión al Sistema Público de Salud de los Centros y Servicios privatizados". El PSOE, por su parte, mostró su "compromiso" con la Sanidad pública frente al "proceso de privatización de la gestión y desmantelamiento del Sistema Nacional de Salud". 

La reforma fiscal "para que paguen más los que más tienen" es, asimismo, otro de los pilares del discurso de Corbyn, que utiliza una expresión calcada a la usada por Podemos. El laborista no ofrece demasiados detalles al respecto, si bien uno de los documentos de su campaña para las primarias sostiene que "el Gobierno está perdiendo cerca de 120.000 millones de libras anuales" en ingresos impositivos: 40.000 millones por la falta de medios de la Hacienda británica y la ingeniería fiscal de las empresas –Corbyn critica las exenciones tributarias–, y otros 80.000 millones por la evasión de impuestos.

PSOE y Podemos son también muy insistentes en la necesidad de abordar una reforma fiscal, y coinciden en algunos aspectos, ya que ambos quieren, por ejemplo, eliminar la distinción a la hora de pagar impuestos entre las rentas del trabajo y las del capital y proponen reintroducir un impuesto que grave la riqueza, así como modificar el de sociedades y eliminar algunas deducciones para las rentas altas. En este sentido, las dos formaciones hacen hincapié en la necesidad de luchar contra el fraude, pero Podemos es más específico, ya que cifra en 90.000 millones de euros el impacto de su reforma fiscal unida a la persecución de la evasión.

Muchas más discrepancias existen en cuanto a la conveniencia de pertenecer a la OTAN. Corbyn es un conocido activista por la paz –se opuso muy sonoramente a la invasión de Irak en el año 2003 promovida por el entonces primer ministro Tony Blair– y ha pedido iniciar "un serio debate sobre los poderes" de la organización, si bien ha admitido que la sociedad británica no está mayoritariamente a favor de una salida. Podemos, igualmente, nunca ha planteado oficialmente que España abandone la OTAN, pero Pablo Iglesias sí que señaló que le gustaría celebrar un referéndum sobre el tema.

Tsipras, con las manos atadas por el rescate

¿Y Tsipras? El ex primer ministro griego, que este domingo se enfrenta a unas elecciones anticipadas tras ejercer el Gobierno tan sólo unos meses, ha pasado en muy poco tiempo de ser la gran esperanza de la izquierda alternativa europea a a encontrarse en una comprometida situación tras haber firmado el tercer rescate a su país a cambio de duros recortes. Su campaña electoral se está centrando en tratar de convencer a los votantes de que Syriza es la formación que mejor podrá gestionar la aplicación de las duras medidas de recorte, algunas de las cuales aún no han terminado de concretarse.

Su margen es muy escaso, ya que el memorándum de entendimiento que Grecia firmó con sus acreedores establece un férreo control en asuntos como el sistema bancario –"no se tomarán medidas fiscales u otras acciones políticas de forma unilateral que puedan perjudicar la liquidez, solvencia y viabilidad futura de los bancos"– o las privatizaciones –el nuevo fondo que Grecia creará para tal fin estará "bajo la supervisión de las instituciones europeas pertinentes"–.

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Lo que ofrece Tsipras es negociar sobre asuntos como las pensiones o la reforma del mercado laboral para que las consecuencias de los recortes sean lo menos lesivas posibles para los griegos. En este sentido, el memorándum recoge fuertes ajustes en el sistema de pensiones, pero también señala que "las instituciones están preparadas para tener en cuenta otras medidas estructurales [...] que tengan un efecto equivalente", y un apunte similar se establece al hablar del mercado de trabajo.

Fernando Vallespín rechaza, no obstante, que se pueda comparar a Tsipras con Corbyn, precisamente porque las situaciones en Grecia y Reino Unido son absolutamente diferentes. El ex primer ministro griego "no es equiparable a nada porque tiene un suplemento nacionalista que pretende ofrecer una respuesta a un país que se siente humillado", sostiene Vallespín, que detalla que "la excepcionalidad griega hace que los partidos no sean equiparables a los del resto de Europa".

En cualquier caso, las medidas que propuso el exmandatario en la campaña electoral que le llevó a ganar las elecciones el pasado enero tenían mucho que ver con las de Corbyn. Además de un programa de urgencia para proveer de suministros básicos a las familias en riesgo de pobreza, Tsipras planteaba una reforma fiscal y en el establecimiento de mecanismos para aliviar la deuda privada de familias y empresas, como moratorias y quitas. De igual forma, una de las primeras medidas de Syriza al llegar al Gobierno fue paralizar las privatizaciones en sectores como el energético, considerado estratégico por la formación.

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