Un total de
1.796 militares españoles que están desplegados en el exterior –un 81% de los que participan en misiones internacionales o están embarcados en buques de la Armada– ya han ejercido su derecho al voto para las
elecciones generales de este domingo.
Según informaron a Europa Press desde el
Ministerio de Defensa,
el mayor número de solicitudes para poder votar en estos comicios correspondió al personal destacado en Líbano, Irak –los dos contingentes más numerosos, con 600 y 300 efectivos, respectivamente–, Turquía, Malí, Yibuti, Senegal y Gabón.
Entre los solicitantes se encontraban también las
dotaciones de las fragatas Victoria, desplegada en la operación
Atalanta de lucha contra la piratería en el océano Índico;
Canarias, en el marco de la operación
EUNAVMED SOPHIA de lucha contra las mafias de la inmigración en el Mediterráneo; y
Blas de Lezo, integrada en la Agrupación Permanente de la
OTAN SNMG-1, también en el Mediterráneo.
Asimismo, también solicitaron ejercer su derecho al voto los militares embarcados en el
buque oceanográfico Hespérides, que se encuentra en el puerto de Punta Arenas (Chile) para la campaña Antártica, y en el
buque de acción marítima Meteoro, en aguas de Senegal mientras realiza el tránsito de regreso a España tras finalizar su despliegue en la operación Atalanta.
¿Cómo votan los militares que están en misiones?
El sistema de votación de los militares que están desplegados en misiones en el exterior se repite en todos los procesos electorales de la misma manera y
difiere del voto por correo ordinario, ya que en muchas ocasiones estos uniformados se encuentran en países o zonas de conflicto en los que no funciona el servicio postal.
Una vez que se abre el periodo para solicitar el voto por correo, los militares que están desplegados en el exterior y desean votar informan a sus mandos para poder realizar los trámites pertinentes. En esta ocasión han sido los efectivos de
24 lugares diferentes del mundo.
Posteriormente, funcionarios del Ministerio de Defensa se desplazan a las misiones, sea el lugar que sea, para
recoger los votos de los militares, que se depositan en una urna que después queda sellada para evitar cualquier tipo de incidente que haga no válida la votación.
Los funcionarios traen de vuelta a España los votos emitidos y es en territorio nacional donde se llevan a Correos, donde se entregan de forma certificada y
se contabilizan como si se hubiesen emitido por correo ordinario.
Situación de privilegio harto sospechosa. Para que esto no fuera verdad debería hacerse extensiva esta forma de voto al resto de los compatriotas en el exterior. Otra evidencia del clamoroso retroceso, pues no cabe llamar "democrático" a un régimen político que obstaculiza el derecho al voto haciendo que éste tenga que ser "rogado", adjetivo de hondo calado que revela la verdadera esencia de un sistema más deudor de la oligarquía y del caciquismo de nuestro siglo XIX, que de la Declaración Universal de los Derechos Humanos del siglo XX, supuestamente inspiradora de nuestra Constitución. ¿Qué piensan hacer los nuevos partidos y las instituciones implicadas para poner fin a este flagrante atropello al sufragio universal? ¿Qué piensa hacer la ciudadanía afectada? ¿Llegaremos a las próximas elecciones en la misma situación de desprotección y obstruccionismo burocrático? ¿Hará de este derecho conculcado campaña informativa la llamada prensa libre e independiente? Está por ver.
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