Elecciones 20-D

El PP trata de blindar a Rajoy para que no se abra el debate sobre una candidatura alternativa a presidente

El PP trata de blindar a Rajoy para que no se abra el debate sobre una candidatura a presidente alternativa

Un día después de la celebración de las elecciones generales, el Partido Popular asegura que todos los escenarios están abiertos, incluso el de la celebración de nuevos comicios si transcurridos los dos meses que marca la ley el nuevo Congreso de los Diputados salido de las urnas no consigue investir a un presidente del Gobierno por mayoría simple de la Cámara. Los conservadores saben que el día después tendrían que decidir si Mariano Rajoy vuelve a ser el candidato o cede el testigo, por ejemplo a Soraya Sáenz de Santamaría. Pero hasta ese momento, la formación se ha conjurado para no mantener vivo un debate que, a ojos de los dirigentes consultados por infoLibre, "sólo interesa al PSOE y a Ciudadanos": el de la posibilidad de que Rajoy renuncie a la presidencia a cambio de amarrar apoyos para que el PP gobierne.

"No podemos entrar en eso. No entremos en eso. Eso es letal. Si entramos en eso, mal. No tiremos piedras a nuestro propio tejado", señala un miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP preguntado por la posibilidad de que, apartando a Rajoy, los socialistas estuviesen dispuestos a dejarles seguir cuatro años más en La Moncloa. "Es algo que se está comentando ahora en círculos socialistas igual que durante toda la campaña se especuló con que esa fuese a ser una de las condiciones que pusiese Ciudadanos para apoyarnos en la investidura", añade un diputado recién elegido este domingo.

En la dirección nacional del PP no quieren agitar este debate en ninguno de los sentidos. Subrayan que ha llegado la hora de la "alta política" y que lo que tienen que primar son los "programas", el ponerse de acuerdo en cuáles deben ser las líneas de la legislatura. Y no las personas. "No hay debate posible. Rajoy ha sido el ganador de las elecciones y esa es la voluntad de los españoles. Los ciudadanos le han votado a él. Ha salido elegido", señalan en su equipo.

"No adelantar acontecimientos"

El propio Rajoy evitó este lunes responder sobre esta cuestión en dos ocasiones en la rueda de prensa que ofreció en la sede nacional del PP para valorar los resultados del 20-D, una cita en la que su número de escaños en el Congreso se desplomó desde los 186 a los 123. "Adelantar acontecimientos tiene bastante poco sentido y permítame que yo no lo haga", dijo cuando se le cuestionó sobre si podría descartar la repetición de las elecciones y, en ese caso, si volvería a concurrir. 

"Eso no lo ha pedido nadie. No tiene sentido. Ni se ha producido, ni se va a producir", añadió después de que una periodista le preguntara si descartaba un Gobierno del PP que no estuviese presidido por él.

"Otra cosa será si hay nuevas elecciones

. Ahí ya se verá todo de nuevo. Pero no es un ejercicio que tendrá que hacer solo el PP y su presidente, Mariano Rajoy, sino todas las formaciones que se han presentado a estas elecciones y sus respectivos líderes", valora un dirigente regional.

Rajoy tuvo que pronunciarse si está dispuesto a ceder su cabeza a cambio de que el PP gobierne el mismo día que el expresidente del Gobierno José María Aznar seplantaba en el Comité Ejecutivo Nacional tras cuatro años de ausencia y le pedía que convocara un congreso "abierto" de su partido. Un cónclave al que, según aseguró, él no se presentará. 

Aznar complica el escenario

Si el contexto no fuese el que es. Y si la relación entre el presidente de honor del PP y Rajoy fuese buena poco habría extrañado a los presentes que Aznar recordarse a su partido que tocaba celebrar congreso. Habría sido un simple asunto de agenda. Pero el líder de FAES, el laboratorio de ideas del partido, lleva meses llamando la atención al hombre que él escogió a dedo para sucederle por los malos resultados electorales cosechados en las últimas citas ante las urnas.

La petición de Aznar llega cuando Rajoy está en horas bajas, cuando ha dado a su partido el peor resultado de la historia desde 1989. Y a su entorno le duele. De ahí que gran parte de la cúpula del PP bajó a acompañarle en su encuentro con los medios de comunicación. 

El presidente del PP intentó quitar hierro a la petición de un congreso por parte de Aznar señalando que en su partido este tipo de cónclaves son abiertos. E hizo el esfuerzo de vestirlo de normalidad. Toca, dijo. Y todo será a su debido tiempo: cuando se solucione el Gobierno de España.

Y, por si fuera poco, dijo a los suyos que por supuesto, que se veía con ganas de volverse a presentar para dirigir la formación conservadora otros tres años más. En el PP, la tesis más extendida es que Rajoy no tiene todavía decidido si va a presentarse y que todo dependerá, entre otros asuntos, de lo que ocurra con el Gobierno.

Las fuentes consultadas mantienen que ahora no es el momento, cuando está a punto de empezar los contactos con otros partidos, de abrir ningún tipo de fisura interna sobre su liderazgo. "Ya veremos. Ahora no se puede", señala un destacado dirigente.

Objetivo prioritario: PSOE y Ciudadanos

No lo dijo expresamente, pero Rajoy dio a entender en la rueda de prensa que en la ronda de negociaciones va a centrarse en los socialistas y en el partido de Albert Rivera. Para Rajoy, es fundamental que "una mayoría de españoles han votado a fuerzas políticas distintas, que tenemos opiniones diversas en muchos asuntos, pero que nos unen" tres asuntos que "son capitales" en tanto en cuanto "constituyen la base de nuestra convivencia". Él hablo de tres certidumbres.

Primera certidumbre: "Tiene que haber certidumbre sobre el rumbo institucional que pueda tomar nuestro país" para que, según dijo, cualquier reforma se haga con el máximo consenso. La "segunda certidumbre" es la que tiene que ver con el rumbo económico y social. “Para ofrecer a los españoles una senda segura y compartida” de consolidación de crecimiento económico, garantía de creación de empleo y avance de la sociedad del bienestar. Y, por último, "la certidumbre sobre la posición de España en la Unión Europea, para asegurar a los españoles y europeos que España va a seguir avanzando económica y socialmente respetando los compromisos de nuestro país en todas las materias".

Este mismo lunes, los socialistas anunciaron que votarían no a la investidura de Rajoy. Además de suponer un varapalo para los defensores de la gran coalición, este anuncio llevó a los conservadores a sostener en privado que no es descartable la celebración de nuevas elecciones. Y a confiar en que Pedro Sánchez cambie de postura a medida que avancen las conversaciones que van a abrirse de cara a la investidura. Señalan que es a ellos, al PSOE, a quienes peor les podrían venir otras elecciones.

"Altura de miras"

Rajoy y sus ministros se van de vacaciones

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"Los españoles han expresado su voluntad y ahora nos toca a los políticos gestionar con responsabilidad y con sentido de Estado. La fragmentación de fuerzas políticas que se va a producir en el nuevo Parlamento no puede ser, porque sería enormemente negativo para los intereses generales de todos los españoles, un elemento de parálisis, bloqueo o inacción. España no puede permitirse un periodo de indefinición política que dé al traste con los avances que, gracias al esfuerzo de todos los españoles, se han conseguido en estos años", demandó Rajoy en la rueda de prensa en una clara alusión a Sánchez.

Con los 40 escaños de Ciudadanos, que sumarían 163 junto a los del PP, a Rajoy no le bastaría para ser presidente, de ahí la llamada al PSOE a la responsabilidad.

"Nosotros vamos a abordar este diálogo con generosidad, amplitud de miras y con la vista puesta en el interés general de España”, sostuvo.

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