El juez
José Castro salió este jueves al paso de las críticas vertidas contra él ante el hecho de que sus opiniones sobre el
caso Nóos pudieran estar "contaminadas", respondiendo al respecto que "
ni tengo el ébola ni estoy manchado de chapapote".
En declaraciones a los medios a las puertas de los Juzgados de Vía Alemania de Palma, el magistrado respondió así a las afirmaciones efectuadas en este sentido por el presidente de la Audiencia Provincial de Baleares,
Diego Gómez Reino, que manifestó que si por "contaminado" se refiere a alguien que ha instruido durante años una causa "no está diciendo más que la absoluta verdad".
Y es por ello que, alegó Castro,
la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim) establece que "los que instruimos un caso no podemos fallarlo después" puesto que esto derivaría en una "contaminación procesal".
En concreto, el martes Castro consideró una "
falta de respeto" que se diga que Hacienda "no somos todos". "Lo de que Hacienda no éramos todos, era algo que uno ya se temía, pero que te lo digan a la cara, me parece
una falta de respeto hacia a quienes ingenuamente hemos pagado nuestros impuestos creyendo en ese principio", manifestó.
Así se manifestó, en declaraciones a
Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press, después de que la Abogacía del Estado en el
caso Nóos defendiese durante la primera sesión del juicio la aplicación a la infanta Cristina de Borbón de la denomina
doctrina Botín –que impide juzgar a alguien si únicamente acusa la acción popular– y rechazase que esta posibilidad pudiera basarse en que "Hacienda somos todos" porque ésta es una expresión que fue creada en su día para el ámbito publicitario y no puede ser aplicada al derecho.
Es un orgullo como ciudadana española tener en nuestro Poder Judicial alguien como vd. que predica y ejerce la independencia judicial a pesar de los ataques, injurias y un largo etc... que hemos ido conociendo. Su propia modestia, su lenguaje común y entendible para cualquier lector, cuando explica algún fundamento legal u opinión jurídica, es muy de agradecer y reconforta mucho. Sí, reconforta conocer a un ciudadano tan normal como cualquier otro, cuya profesión es la de juez y que pese a quien pese, instruye según su criterio, a, aunque lo ataquen Y lo genial de este ciudadano- juez es su discreción, su normalidad "escandalosa" ejerciendo su independencia. Todo un lujo y un ejemplo para esta sociedad democráticamente tan ramplona y miserable.
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