La nueva legislatura

Rajoy encarga informes en busca de ideas que pongan en aprietos a Sánchez por no apoyar su investidura

"Desde el sectarismo y la negación a hablar no se construye nada". Con esta frase, el presidente del Partido Popular y del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, intentaba este martes trasladar más presión al socialista Pedro Sánchez. Pese a que los conservadores insisten en que no hay más encuentros previstos entre Rajoy y el líder del PSOE de cara a la sesión de investidura y en que no tienen "interlocutores", se han conjurado para cargar sobre las espaldas de Sánchez cualquier responsabilidad sobre la no formación de gobierno o la celebración de unas nuevas elecciones. "Si los españoles tienen que volver a votar no va a ser por nosotros", reflexiona un miembro de la dirección nacional del PP en conversación con infoLibre. Esta misma presión es la que pretenden trasladar a la sesión de investidura de Mariano Rajoy.

Los conservadores confían cada vez menos en que los socialistas den un paso atrás y se sumen a una gran coalición. El presidente lo dejó entrever este martes dando a entender que no será investido. No obstante, trabajan sobre la base de un discurso en el que Rajoy presente a Pedro Sánchez una batería de iniciativas que tenga muy difícil rechazar, que exhiba sus "contradicciones". Como cada vez que Rajoy se enfrenta a un debate de gran calado, desde Presidencia del Gobierno están recopilando informes de los diferentes de los ministerios para que pueda sacar pecho de la gestión de los últimos años. Y, paralelamente, se trabaja en iniciativas muy en la línea de la filosofía que el PP lleva defendiendo desde el día después a las elecciones. Es decir, "propuestas con posibilidad de ser asumidas por partidos que coinciden en lo fundamental", en palabras de un diputado conservador. 

"Que Sánchez se retrate"

"Sánchez tendría entonces que explicar a los españoles por qué rechaza cosas que son buenas para los ciudadanos, tendría que explicar por qué da la espalda a un programa de gobierno por el simple hecho de que sea propuesto por el PP", afirma la misma fuente. En definitiva, lo que pretenden es que "Sánchez se retrate", resume un miembro del Comité Ejecutivo Nacional.

Ha sido el propio Rajoy el que ha asegurado que había margen suficiente para un acuerdo PP-PSOE-Ciudadanos. Y no de forma provisional, sino para "cuatro años". Pero, hasta la fecha, siempre que se le ha preguntado ha rechazado concretar cuál es su proyecto. Primero, con la excusa de que en su reunión con Sánchez no tuvo margen de plantear nada porque el socialista le dejó claro que no pensaba llegar a ningún acuerdo con él. Y después, con la de que reservaba los anuncios para la sesión de investidura, que es donde realmente toca hacerlos.

Cuatro bloques

Las fuentes del PP consultadas por este diario coinciden en cuáles serán los ejes del mensaje que trasladará Rajoy. Hablan de cuatro bloques. Uno de ellos estará relacionado con la creación de empleo y crecimiento

Rajoy sigue abonado al discurso de la recuperación económica. Y considera que hay que seguir avanzando en lo que en el PP y en el Gobierno llaman la "agenda reformista". Este lunes, en una entrevista concedida a Radio Nacional de España (RNE)(RNE), el jefe del Ejecutivo en funciones si pareció dejar clara una línea roja en este sentido: no es partidario de tocar la reforma laboral.

Otro de los bloques sería el de las propuestas sociales, el de la defensa del estado de bienestar. "La próxima legislatura va a estar muy marcada por lo económico y lo social", señala un dirigente regional conservador. Para preparar este terreno, Rajoy dio en el órdenes en el último Comité de Dirección de reactivar la denominada "ruta social" del PP. En las semanas previas a la campaña, y durante la campaña, el responsable de Sectorial, Javier Maroto, mantuvo varias reuniones con representantes de asociaciones y organizaciones para escuchar sus demandas de cara a la elaboración del programa. El partido quiere que esto tenga una continuidad en el tiempo.

Unidad de España

Con el desafío soberanista como telón de fondo, otro de los apartados sería el de la unidad de España y la defensa del marco constitucional. Para ello, el PP ya ha comenzado a preparar el terreno. En la misma reunión en la que Rajoy dio órdenes de reactivar la "ruta social", pidió que el Grupo Parlamentario Popular, que comenzará este miércoles a funcionar de forma oficial después de que la Mesa del Congreso de los Diputados dé luz verde a su constitución, trabaje en una iniciativa contra la autodeterminación. La intención es que PSOE y Podemos se pronuncien sobre una eventual independencia de Cataluña.

Otra de las ideas fuerza estaría en las "reformas institucionales", un bloque en el que se incluiría, entre otros asuntos, las reformas de los reglamentos del Congreso y del Senado. Algunas de las fuentes consultadas consideran que sería en este bloque en el que Rajoy podría aprovechar para hacer un recuerdo de las medidas de regeneración aprobadas en esta legislatura y de proponer otras nuevas para, por ejemplo, clarificar el régimen de incompatibilidades de diputados y senadores. No pasa inadvertido el escándalo que durante toda la campaña ha afectado al exembajador en la India Gustavo de Arístegui y al ya exdiputado del PP Pedro Gómez de la Serna con el supuesto cobro de comisiones a cambio de mediación en contratos.

"Sánchez está en un 'o lo abandero [el Gobierno] yo, o nada", resume un dirigente conservador, que señala que el líder de los socialistas tiene, no obstante, que completar "un sudoku complicado", en alusión a las tensiones internas en el PSOE a raíz de su actuación en el Senado facilitando que ERC y Democràcia i Llibertad tengan grupo parlamentario.

Sobre la posibilidad de una reforma constitucional, en el entorno de Rajoy siguen insistiento en que si bien no iba en el programa con el que concurrieron a las generales de 2015, no están cerrados en banda siempre que se aclare con qué objetivos.

Posible calendario

La petición de Compromís de un grupo propio, algo que con casi total seguridad rechazará la Mesa del Congreso en su reunión de este miércoles, retrasaría a la próxima semana la configuración de grupos parlamentarios, puesto que hay tres días para la interposición de recursos. Esto podría aplazar a la primera semana de febrero el primer debate de investidura. Este viernes, el rey Felipe VI culminará con Rajoy la primera ronda de contactos con los líderes políticos de cara a la investidura.

El primer debate de investidura requiere que el candidato sea avalado por la mayoría absoluta de la Cámara baja –176 diputados–. De no conseguirlo, habrá una votación posterior a las 48 horas en la que ya basta con que obtenga el apoyo de la mayoría simple de los parlamentarios. Si no lo logra, el rey propondrá otro candidato. Si transcurridos dos meses de la primera votación no hay presidente del Gobierno, se disolverán las Cámaras y se convocarán nuevas elecciones.

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