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Cargos del PP empiezan a cuestionar que Rajoy se someta a la investidura para perderla

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Dirigentes del PP consultados por Europa Press empiezan a cuestionar la conveniencia de que Mariano Rajoy acuda al Congreso en febrero para someterse a la primera votación de investidura cuando no cuenta con apoyos parlamentarios suficientes y se da por hecho que la perderá.

Además, esa tesis que ya defienden en privado numerosos cargos conservadores ha cobrado fuerza en las últimas horas ante las informaciones que apuntan a que el socialista Pedro Sánchez estaría explorando un acuerdo con Podemos, PNV e IU para lograr una mayoría parlamentaria suficiente que le permita ser investido presidente del Gobierno.

Rajoy se reunirá este viernes con Felipe VI, cerrando la ronda de consultas que ha abierto el monarca para buscar un candidato que presida el Ejecutivo. Fuentes del PP consideran que a esas alturas el rey tendrá más datos tras entrevistarse con todos los líderes y sabrá quién puede concitar apoyos, por lo que debería coordinarse con Rajoy para ver si debe afrontar ese primer debate de investidura.

"Lo razonable es evitar ese trámite si va a perder", asegura un veterano parlamentario del PP, una opinión que comparten más miembros del Comité Ejecutivo, que creen que no tiene sentido acudir a ese primer debate de investidura para "inmolarse" si ya está "cerrado" un pacto entre PSOE y Podemos.

Rajoy tiene "un plan B"

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, desveló este jueves que el presidente del Gobierno en funciones tiene "un plan B" de cara a la gobernabilidad de España y que no tira la toalla. No le consta que en el PP se estén planteando renunciar a someterse al debate de investidura y precisa que Moncloa ya está preparando el discurso para esa cita.

En el marco de una entrevista en Antena 3 recogida por Europa Press el ministro había sido preguntado acerca de la actitud de Rajoy y las voces que hablan de una supuesta apatía. En ese momento se le ha cuestionado acerca de si el presidente tiene un plan B. "No tenga ninguna duda", respondió tajante el ministro para añadir después que, de conocer ese plan B, no lo contaría. Rechazó la insistencia de los periodistas a ofrecer más detalles al respecto: "no, no digo nada".

Antes de esas palabras, el ministro recordó que fue Rajoy quien había tomado la iniciativa de las negociaciones al proponer un gran pacto de Estado, pero que fue el líder del PSOE, Pedro Sánchez, quien lo había rechazado. La entrevistadora recurrió entonces al símil boxístico al comparar los argumentos del ministro con tirar la toalla. "¿Cómo que tirando la toalla?", le interrumpió Fernández Díaz, quien luego matizó que "de tirar la toalla, nada".

Un debate de todos contra el PP

Además, en las filas de la formación admiten que será un duro enfrentamiento parlamentario de "todos contra el PP", en el que además, según auguran las fuentes consultadas, atacarán de nuevo a Mariano Rajoy con asuntos como el caso Bárcenas.

"Exponerse a eso, hay gente en el partido que tiene dudas", reconoce otro dirigente, que cree que puede "debilitar" al PP. Por el contrario, otros miembros del partido defienden que Rajoy acuda a ese debate para exhibir un perfil de Estado, denunciar la "alternativa radical" con la que está "obsesionado" Sánchez y obligar a los demás a "retratarse".

Aunque el pesimismo se ha instalado en el PP, en Génova creen que Mariano Rajoy puede seguir en Moncloa por "un proceso por descarte", si es investido en la tercera o cuarta votación de investidura.

El vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto, dijo en Onda Cero que hay que "esperar a que el propio Pedro Sánchez se caiga del guindo, alguien en Podemos le diga 'no acepto tus condiciones', o las voces que cada vez son más en el PSOE digan 'hasta aquí hemos llegado, esto no puede seguir y vamos a poner orden en el partido y en España'".

Sánchez, en una carrera para buscar apoyos

Algunos cargos del partido ven ahora más lejos la opción del PP de seguir gobernando, sobre todo tras el préstamo de senadores a ERC y Democracia y Libertad en el Senado, un paso con el que, según los conservadores, Sánchez busca conseguir la abstención de los independentistas.

También enmarcan en esa línea el hecho de que el PSE-EE haya respaldo en el Ayuntamiento de Vitoria –gobierna el PNV– dar una subvención a Udalbiltza, la asociación de municipios independentistas del País Vasco. En el PP creen que Sánchez está "pagando favores" antes de la investidura y "sembrando para poder recoger", en palabras de Maroto.

Mientras tanto, en el PSOE recalcan que ahora es el "tiempo" de Rajoy y si "fracasa", le tocará el turno a Pedro Sánchez. El portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, dijo este miércoles que espera que Rajoy se someta al debate de investidura "cuanto antes" y no demore el proceso "artificialmente".

Hasta febrero no se prevé la primera votación

El Pleno de investidura en el Congreso se celebrará como pronto la primera semana de febrero. Hasta ahora, siempre ha sido candidato el líder del partido con más diputados, pero nada implica que deba ser siempre así porque en el sistema parlamentario priman las negociaciones y recabar el apoyo más nutrido en la Cámara.

Desde la misma noche electoral, Rajoy ha confirmado públicamente su intención de intentar formar gobierno y someterse por tanto al debate de investidura. De hecho, fuentes de su entorno sostienen que será en esa sesión parlamentaria donde desgranará sus propuestas y se verá hasta donde está dispuesto a ceder para lograr la abstención de C's y Podemos en segunda o tercera vuelta.

Sin embargo, dentro del partido algunas voces cuestionan en privado que Rajoy no esté moviendo ficha para ganarse apoyos y que no haya vuelto a llamar ni a Pedro Sánchez ni al líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

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