La nueva legislatura

Cinco escenarios a los que se enfrenta Rajoy

Cinco escenarios a los que se enfrenta Rajoy tras su cita con el rey

La cita es la tarde de este viernes a las 17.00 horas en el Palacio de la Zarzuela. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el rey Felipe VI echarán el cierre a la primera ronda de contactos con los representantes políticos de cara al debate de investidura. Cuando el jefe del Ejecutivo concluya su conversación con el monarca, éste podrá hacerse una composición completa de quién es el líder político que, a priori, está mejor ubicado para enfrentarse al escrutinio del Congreso de los Diputados. O de si necesita más tiempo. 

Con el pesimismo de que no dan los números instalado en el Partido Popular, en los últimos días han circulado todo tipo de tesis por las filas conservadoras. Se ha dicho que a Rajoy no le vendría nada bien enfrentarse a un debate en el que tiene poco que ganar. Y se ha dicho lo contrario. Veinticuatro horas antes del encuentro, la cúpula del PP se conjuraba para trasladar a la opinión pública la idea de que el presidente en funciones tiene la "firme" determinación de acudir a ese debate dado que es el representante del partido más votado. Pero no todo está en sus manos. Si algún líder político ha acudido o acude a la Zarzuela –antes de Rajoy se sentarán con el rey Pablo Iglesias (Podemos) y Pedro Sánchez (PSOE), también este viernes– sólo lo sabrá Felipe VI. Y en base a ello tomará una decisión que comunicará al presidente de la Cámara baja, Patxi López.

infoLibre analiza los cinco escenarios a los que se enfrenta Rajoy con las ventajas e inconvenientes que los suyos ven en cada uno de ellos. No sólo se juega seguir en la Moncloa. También la estabilidad de la formación que lidera y que está pendiente de un congreso que se celebrará cuando esté resuelta la Presidencia del Gobierno.

1. Aplazamiento de la investidura

Un escenario

que las fuentes consultadas no descartan, sobre todo después de escuchar a los dirigentes políticos que han ido pasando por la Zarzuela, es la de que Felipe VI considere que necesita más elementos de juicio y más información para decidir qué persona propone a Patxi López para la primera sesión de investidura

Legalmente no habría problemas porque si hay algo que no esté regulado es precisamente el tiempo que tiene que transcurrir entre que se constituyen las Cámaras y se celebra la primera sesión de investidura. La costumbre es la que ha ubicado este acto dos o tres semanas después, pero en una situación como la actual no hay nada seguro al cien por cien pese a que la mayor parte de fuentes consultadas coinciden en que podría celebrarse la primera semana de febrero.

En la dirección nacional del PP consideran que no conviene dilatar mucho en el tiempo esta situación, porque, además de prorrogar en el tiempo a un Gobierno en funciones con una casi nula capacidad legislativa, dispara los nervios en el partido y se alimentan todo tipo de teorías como la de que lo mejor sería que Rajoy no se enfrentase a una investidura en la que todos los partidos van a ir contra él, contra las medidas que ha tomado en los últimos años y contra su reacción a los escándalos de corrupción que han afectado al partido.

En la noche del jueves, el propio presidente del Gobierno aseguró que lo mejor es que todo quedara resuelto "en 15 días"

2. Dar un paso atrás

En el mismo acto en el que Rajoy se mostró partidario de que no dilatara mucho en al tiempo la investidura –una entrega de condecoraciones en el Museo del Prado–, Rajoy lanzó un mensaje tanto en clave interna, a los suyos, como a los partidos de la oposición. "Evidentemente", dijo cuando se le preguntó si pensaba presentarse a la investidura. "Fuerzas, las tengo todas", añadió. No obstante, sectores del PP coinciden en que, en política, "todo es posible". Y pese a que el escenario no parece tener muchas opciones, hay quien cree, los menos, que el presidente podría abrir un periodo de reflexión una vez que haya escuchado a Felipe VI. 

También un paso atrás tendría una importante dosis de inconvenientes para Rajoy, que lleva desde el 21 de diciembre insistiendo en que le corresponde someterse a la investidura porque fue el candidato más votado y en que no iba a apartarse para ceder el puesto a nadie de su partido

Internamente, en clave PP, el gesto de tirar la toalla supondría un fuerte impacto a su liderazgo.

3. Ser el primero en acudir a la investidura

Sin conocer la impresión que el rey se ha llevado en sus contactos, esta es la opción por la que apuesta la cúpula del PP  y el grueso de las fuentes consultadas. Y la que Rajoy dice en público barajar. No obstante, en la conversación que mantuvo con un falso Carles Puigdemont, y emitida en directo en un programa de radio, dejó caer que no las tiene todas consigo. 

"Le propongo una cosa, esta semana está el rey con las consultas, según cómo quede este asunto, porque claro yo no sé cómo va a acabar este asunto, yo creo que el lunes 25 le puedo llamar y en función de si hay investidura o no hay investidura, como tengo la agenda muy libre, nos podemos ver en 24 o 48 horas", dejó caer a su interlocutor en el espacio El matí i la mare que el va parir de Ràdio Flaixbac.

De ser este el escenario válido, el presidente del Gobierno podría vender que ha cumplido con su palabra de ser el primer líder político en presentarse a la investidura. Y, de paso, erigirse en garante de la estabilidad. "Es el primero en tomar la palabra y obliga a los demás a pronunciarse, a retratarse", señala un miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP

De todos modos, si va sin los apoyos necesarios, como ocurre a día de hoy, se enfrenta al desgaste de dos votaciones en las que se le rechazaría. "No hay ningún contexto perfecto", asegura un dirigente regional.

4. Acudir a la investidura tras Sánchez

Al tiempo que a lo largo de esta semana surgieron las voces que dudaban de la oportunidad de que Rajoy se someta a un debate de investidura para perderlo, otras hacían circular que quizá sería más oportuno dejar que Sánchez se enfrentase primero al debate. En la dirección del PP subrayan que se trata de una opinión nada representativa que puede haber sido agitada desde las filas socialistas. No pasa, no obstante, por alto que este escenario también desgastaría al jefe del PSOE por ser el primero en presentar su programa de gobierno, salvo que ya fuese a él con todos los apoyos necesarios para ser investido.

"Es demasiado arriesgado. Pero no se puede descartar nada porque el orden lo marca el rey, no los políticos", señala un dirigente conservador. La misma fuente señala que el debate es "ficticio" porque "lo importante es contar con los apoyos". 

El hecho de que Rajoy fuese el segundo candidato en acudir a la investidura tras los intentos de Sánchez implicaría que el proceso se alargase y no hay que perder de vista que la ley establece un periodo de dos meses desde la primera sesión de investidura antes de convocar nuevas elecciones. Ese es el último escenario.

5. Nuevas elecciones

Era, hasta hace unos días, la opción por la que apostaban destacados miembros de la dirección nacional del PP al ver que ni ellos ni el PSOE parecían lograr los apoyos necesarios. Ahora creen que se está moviendo una posible alianza de la izquierda.

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En el PP señalan que no es a ellos al quienes más perjudicarían unas nuevas elecciones. Pero que tampoco pueden ser concluyentes porque los ciudadanos podrían castigar la falta de acuerdo de los políticos con la abstención. ¿Podrían celebrarse elecciones para que saliese de las urnas una situación similar a la actual? Las fuentes consultadas sostienen que sí.

Pese a que Rajoy ya ha asegurado que él repetiría de nuevo como candidato, este asunto podría conllevar algo más de debate interno. Como, por ejemplo, sobre la conveniencia de celebrar un congreso del partido que debería haber tenido lugar en 2015. El expresidente José María Aznar reclamó la convocatoria de este cónclave y pidió que fuese abierto en el Comité Ejecutivo Nacional que el PP celebró un día después de las generales.

Hay sectores del partido del Gobierno que consideran que si se convocan elecciones de nuevo para la primavera, todas las formaciones harán una lectura de sus resultados y de hasta dónde quieren llegar y el PP no se podrá mantener ajeno a ese proceso. De convocarse un congreso, de éste saldría ya proclamado el candidato a las generales. Se trata de algo que viene ocurriendo desde el XVI Congreso Nacional que se celebró en Valencia en junio de 2008. De todos modos, Rajoy ya se ha curado en salud asegurando que el congreso se celebrará cuando haya un nuevo Gobierno.

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