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España exporta un 25% más de armas en el primer semestre de 2015

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Ibon Uría

España vendió un total de 1.727 millones de euros en armas y material de defensa a terceros países durante los seis primeros meses de 2015, lo que representa un incremento del 25,3% respecto al mismo periodo del año anterior, según un informe de la Secretaría de Estado de Comercio al que ha tenido acceso infoLibre.

El documento, que el Gobierno en funciones debe presentar próximamente al Congreso de los Diputados, recoge también que la Junta Interministerial encargada de dar luz verde a las ventas de material bélico –la JIMDDU– autorizó exportaciones futuras por importe de 1.409 millones de euros, un 6% más que en los seis primeros meses de 2014.

Por países, los diez mayores clientes de la industria armamentística española fueron Arabia Saudí, Reino Unido, Malasia, Francia, Egipto, Alemania, Omán, Vietnam, Australia e Italia. En total, sólo uno de cada tres euros vendidos en armas tuvieron como destino países de la OTAN o de la UE. El restante 66,1% se vendió a Estados que no pertenecen a ninguna de esas organizaciones.

La cifra representa un vuelco con respecto a los seis primeros meses del año anterior, cuando algo más de la mitad del material de defensa español exportado recaló en países europeos o de la OTAN (53,5%), mientras que el restante 46,5% fue a parar a terceros estados.

Arabia Saudí, principal comprador

En el desglose de las cifras por países destaca el caso de Arabia Saudí, que se convirtió en el principal cliente de España con la adquisición de dos aviones de reabastecimeinto en vuelo, repuestos para aviones de transporte, piezas para motores de cazas de combate, munición, una estación de control remoto para armas y pistolas de uso deportivo. La factura fue 447,6 millones, el 25% del total.

En septiembre de 2015, varias ONG advirtieron de que las armas vendidas por España a Arabia Saudí podrían emplearse para cometer "violaciones graves y sistémicas" de los derechos humanos, pues en ese país "se ha aplastado sin piedad a la incipiente sociedad civil y a las organizaciones independientes" mediante "el uso excesivo de la fuerza" en los últimos años.

Pese a ello, y además de las ventas realizadas, España autorizó entre enero y junio de 2015 otras ocho licencias para vender en el futuro nuevo armamento a Arabia Saudí por valor de más de 27 millones de euros. España no denegó ninguna operación de exportación de las solicitadas por las empresas y autoridades saudíes en ese periodo.

Este lunes, los directores de Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermón enviaron una carta a Navantia y a Rajoy en la que manifestaron su oposición a la firma de un contrato para la construcción de cinco fragatas para la armada saudí, pues podrían emplearse en bloqueo naval al que somete a Yemen, lo que calificaron de "violación grave del derecho internacional humanitario".

Ya entre 2012 y 2014, Arabia Saudí fue uno de los clientes estrella de las empresas de armas de España, que facturaron en total 720 millones de euros a ese país. En 2012 supuso el 1% de las ventas de la industria bélica española, en 2013 el 10,4%, en 2014 el 9,1% y, en los primeros seis meses de 2015 alcanzó el citado 25% del total. 

Clientes bajo sospecha

Además de Arabia Saudí, entre los principales receptores de armamento español también figuran otros países donde diferentes organizaciones han alertado de que el material bélico fabricado en España podría emplearse con frecuencia para vulnerar los derechos humanos de la población local.

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Es el caso de Egipto, quinto país que más armas compró a España entre enero y junio, con una factura total de 100 millones de euros; y también de Bahréin –3 millones de euros–, Colombia –5,8 millones–, Irak –37 millones–, Israel –1,2 millones–, Pakistán –1,5 millones– y Venezuela –13 millones de euros–.

En este último caso, el de Venezuela, España vendió en los seis primeros meses del año un 22% más de armas a aquel país que en el mismo periodo de 2014. En concreto, se entregó a las Fuerzas Armadas venezolanas un sistema de artillería y ametralladoras ligeras.

El Gobierno español, sin embargo, rechazó vender a Venezuela recambios para camiones y herramientas para reparar vehículos blindados. Las autoridades españolas argumentaron para denegar esa operación que "la situación interna del país" y la falta de "respeto de los derechos humanos en el país" lo desaconsejaban.

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