El líder de Ciudadanos insiste en implicar al PP para que no “arbitre” Podemos

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, adelantó este miércoles que su partido se sentará con el PSOE "en 24 o 48 horas" para ver en qué pueden estar de acuerdo y cuáles deberían ser las líneas de un gobierno.

No obstante, Rivera subrayó que su intención es "mantener la vía abierta con el PP", que tuvo 7 millones de votantes y "que tiene un papel importante porque si no permite un Gobierno bloquearía la situación", en declaraciones a Onda Cero, recogidas por Europa Press.

Preguntado entonces si cualquier acuerdo de C's con PSOE pasa porque el PP permita ese gobierno, respondió que "la otra opción es que lo arbitre Podemos", un partido que quiere hacer "tres referendos de autodeterminación", y que la cartera de Economía esté en sus manos. "Eso no entra en nuestro modelo de sociedad", dijo.

La igualdad no es negociable

Rivera recalcó que para Ciudadanos la unidad de España y la igualdad de los españoles no son negociables, de manera que ve "honesto decir de salida que hay una incompatibilidad de modelo territorial y de sociedad" entre Podemos y Ciudadanos. "No vamos a firmar nada que ponga en cuestión eso", dijo.

Por eso, insistió en que si no se quiere que Podemos condicione la gobernabilidad "el PSOE y el PP tienen como mínimo que aceptar que uno de los dos tiene que dar su visto bueno".

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Rivera admitió no saber si ese argumento convencerá a los dirigentes del PP, pero se mostró convencido de que sus siete millones de votantes quieren que la Constitución española, aunque se reforme, siga vigente, y que el modelo económico y social de España siga siendo el europeo –no el de Venezuela o el de la Grecia de Syriza–, y un gobierno constitucional, democrático, europeísta y reformista.

"El PP tendrá que decidir si participa en un acuerdo de esta naturaleza, si propone también cosas o si sigue enrocado en la persona de Rajoy y en su agenda personal o política, es una decisión que tendrá que tomar Rajoy", dijo.

Rivera, que está de acuerdo con el PSOE en que primero hay que hablar de las políticas y después de las personas, dijo confiar en que "no haya pinzas" y en que el orden de las cosas sea razonable. Y además, subrayó que él no se conforma "con que haya presidente del Gobierno", sino que tiene que haber "gobernabilidad" y un acuerdo que permita hacer reformas, no un Ejecutivo siempre pendiente de una posible moción de censura.