Entrevista a la portavoz nacional del BNG

Ana Pontón: “El BNG no puede ser una sucursal de Podemos”

La portavoz nacional del Bloque Nacionalista Galego, Ana Pontón.

Ana Pontón (Sarria, Lugo, 1977) empezó a militar en el Bloque Nacionalista Galego a la edad de 16 años. El hasta ahora último paso de su carrera se plasmó el pasado domingo, tras ser elegida portavoz nacional de la formación, convirtiéndose así en una de las pocas mujeres en la primera línea política de Galicia. El anuncio se hizo público el 29 de febrero, fecha escogida por la organización para celebrar su XV Asamblea Nacional, en la que participaron más de 3.000 militantes con el fin de abordar una renovación en las líneas de la propia formación.

El escenario político nacido tras las municipales ha dado voz a quienes pedían la incorporación del Bloque al conjunto de fuerzas que se han coaligado en Galicia –EU, Podemos Galicia y Anova con las mareas ciudadanas–. Sin embargo, la falta de acuerdos y las discrepancias en las prioridades –fundamentalmente en la ausencia de garantías para conseguir un grupo parlamentario propio–, llevó a los nacionalistas a presentarse a las últimas elecciones generales bajo la coalición Nós-Candidatura Galega –integrada por las fuerzas minoritarias Partido Galleguista, Coalición Galega, Partido Comunista do Povo Galego y Fronte Obreira Galega, junto al BNG–, formación pensada para "responder a los intereses de Galicia". A pesar de la nueva fórmula, los nacionalistas no consiguieron, por primera vez en 20 años, tener representación en el Congreso.

A raíz del fracaso electoral, que forzó la dimisión del antecesor de Ana Pontón, Xavier Vence, el BNG se vio obligado a replantear sus estrategias de cara un futuro inmediato marcado por la convocatoria de elecciones autonómicas en 2016. La formación fijó en su agenda la celebración de la XV Asamblea Nacional el 29 de febrero, dividida entre quienes apostaban por caminar hacia la confluencia de las mareas, y quienes se mantenían firmes en la idea de una candidatura 100% gallega, tesis defendida, entre otros, por el sector de la Unión do Povo Galego (UPG), mayoritaria en el BNG y al que pertenece Ana Pontón. Finalmente, la sesión del domingo concluyó con el refuerzo de la UPG y las corrientes afines a ella.

Los planteamientos de la Asamblea se han visto empañados, sin embargo, por el anuncio de bajas como la del histórico Carlos Aymerich, diputado en el Parlamento Gallego y portavoz de la organización hasta el 2012, quien comunicó su marcha poco después de celebrarse el acto. Menos de una semana después, el exvicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, se unió a la despedida tras asegurar que "la militancia no puede estar motivada sólo por sentimientos de amistad y recuerdo con los tiempos pasados".

El BNG trata ahora de iniciar un cambio de ciclo, con unas elecciones autonómicas por delante para las que descarta compartir papeleta con fuerzas estatales. Por un lado, las bajas y las voces críticas de la formación la sitúan en la que es, posiblemente, una de sus etapas más complicadas. Por otro, la voluntad de renovación esgrimida por Ana Pontón y la militancia que apostó por ella el pasado domingo, abren un nuevo frente que dice estar dispuesto a encarar los retos que necesariamente plantea el actual escenario político en Galicia.

PREGUNTA: Tras la Asamblea del pasado domingo, usted habló de la necesidad de que el nacionalismo reconecte con una parte de la ciudadanía. ¿Cuáles son las líneas a seguir para conseguir esa reconexión?RESPUESTA:

Esa es una labor que no tiene una única receta, sino que se basa un conjunto de actuaciones. En todo caso, nosotros vamos a estar mucho más al pie de la calle, en el día a día de los problemas que tienen los gallegos y gallegas. Vamos a tener un discurso claro, contundente, un discurso donde se puedan ver reflejados los problemas de esa juventud que está claramente estafada por esta crisis, a la que se le ofrece un futuro de precariedad o emigración; de las mujeres, porque queremos tener igualdad de oportunidades y estamos reclamando espacios de participación. En definitiva, actuar en el día a día.

Vamos a trabajar con entusiasmo, con ilusión, iniciando una nueva etapa con un diálogo abierto a todo el conjunto del pueblo gallego, porque creemos que tenemos mucho que aportar para construir un futuro más digno que el que nos ofrecen las políticas neoliberales.

P.: Sostiene, además, que la refundación apunta a "tomar conciencia de los errores cometidos". ¿Cuáles son esos errores?R.:

Creo que esa es una respuesta que también puede tener muchos aspectos sobre los que podríamos incidir. En algunas ocasiones se nos pudo ver un poco alejados. Creo que, en las prácticas que pudimos hacer en las instituciones, no fuimos lo suficientemente contundentes y coherentes con las posiciones que viene defendiendo el nacionalismo. También tuvimos problemas que incidieron en la imagen y percepción social, tanto como en el propio BNG. Es importante dejar atrás esa etapa, iniciar un nuevo período en el que la organización se ponga a trabajar por reconstruir la ilusión en torno al proceso nacionalista, y eso para mí es lo más importante. Vamos a hacer un proceso de refundación en el que también analizaremos en mayor detalle y profundidad cuáles son todos esos errores, y cómo iniciamos una nueva etapa en la que no se vuelvan a producir.

P.: Existe una crítica común, planteada también por cargos actuales y escindidos, sobre la presencia prácticamente exclusiva de la UPG.R.:

Creo que la realidad desmiente esa crítica. Si vemos quién está en las alcaldías del BNG, si vemos cómo es la conformación de la ejecutiva o la composición desde el punto de vista orgánico e institucional, lo que vemos es que es muy plural, y todos sus militantes tienen las mismas oportunidades y posibilidades de participar, estar y decidir. Lo otro son lecturas interesadas y críticas destructivas de personas que estuvieron en un momento en la organización y decidieron abandonarla. No quiere decir que yo no entienda que dentro del propio debate que hay abierto en el BNG hay personas que consideran que debemos tejer mejor la relación con las personas independientes y las que están en colectivos: ahí hay un amplio margen para mejorar. Pero el BNG es una organización democrática de afiliación individual, donde el voto de cada militante tiene el mismo valor. En el BNG debatimos sobre ideas, esa es una cuestión importante, y en el debate todo el mundo se puede expresar sin ningún tipo de problemas y con todas las facilidades, favoreciendo que cualquier voz crítica de los órganos de dirección pueda debatir su posición en cada asamblea comarcal.

En otras formaciones políticas vemos que se destituye a toda la dirección y a sus órganos por cuestionar las líneas oficiales. Creo que un ejemplo práctico de cómo la realidad desmiente muchas de esas visiones distorsionadas que se hacen sobre el BNG.

P.: ¿Cómo valora la decisión de Carlos Aymerich?R.:

Estoy decepcionada, no me gusta que ningún militante del BNG se dé de baja. Carlos Aymerich tuvo siempre todo el apoyo de la organización, tanto para tener responsabilidades en la ejecutiva del BNG y en el Consello Nacional, como para ser en su momento diputado en Madrid y diputado en el Parlamento gallego. Tuvo siempre un espacio y un apoyo importante, y creo que sus críticas son injustas con la realidad

P.: Aymerich dijo que quería hacer nacionalismo desde otros lugares. ¿Es posible alcanzar objetivos para el soberanismo de izquierdas desde otros lugares?

R.:

Cada uno es libre de tomar sus propias decisiones, las sociedades son plurales y yo no voy a juzgar lo que hacen los demás. Yo participo en un espacio, que es el Bloque Nacionalista Galego, una estructura de carácter frentista, plural, diversa, democrática, y es el espacio en el que creo que tendremos capacidad para construir un nacionalismo que realmente permita avanzar al país.

P.: Desde el anuncio de Aymerich surgió el rumor de que integrantes de Abrente –corriente liderada hasta el momento por Aymerich–,  valoran abandonar también el BNG.R.:

Sobre rumores no puedo hacer valoraciones, hay que valorar hechos. Desde luego el BNG es un espacio donde todos y todas las nacionalistas tienen cabida, y vamos a trabajar para que eso se amplíe y se fortalezca en esta etapa.

P.: Sólo una semana después, ha sido Anxo Quintana quien anunció su baja.R.:

Sólo puedo lamentar cualquier baja que se produce. Todos y todas somos necesarios. El BNG es una organización con espacio para trabajar, pero hay que respetar las decisiones de cada uno.

P.: Quintana dijo que "la visión crítica de la organización, en vez de ser excepción, se convierte en norma".R.:

Yo no puedo entrar en valoraciones sobre las opiniones de los demás.

P.: ¿Podría hacer un diagnóstico del 20-D?R.:

Hay un mapa político del Estado plural, donde se rompe el bipartidismo de una manera clara, aunque también tenemos la sensación de que a veces más que una ruptura del bipartidismo hay un nuevo bipartidismo al cuadrado. Estamos viendo cómo Galiza está claramente desaparecida, no actúa con voz propia, ni sin tutelas, y por lo tanto creemos que es fundamental para el futuro recuperar ese espacio y esa voz para nuestro pueblo, porque tiene problemas y retos muy importantes por delante, y pensamos que es fundamental que podamos estar en cualquier espacio donde se tomen decisiones que nos afecten.

P.: ¿Por qué se descartó caminar hacia una confluencia con En Marea?R.:

El BNG hizo durante los meses de verano un esfuerzo muy importante para generar una candidatura gallega, sin dependencia de las fuerzas políticas en el ámbito estatal, y vimos cómo no había voluntad por parte de otros actores políticos por constituir esa candidatura. El tiempo viene a darnos la razón. Otros espacios que se crearon no respondían a esos parámetros, y por lo tanto ahí había una decisión con la que no podíamos estar de acuerdo, porque no permitían una voz propia, firme, sin dependencias en el ámbito estatal. Además, supimos durante este proceso que había pactos y acuerdos entre esas fuerzas políticas que no sólo atañían a las elecciones generales, sino que también incluían a las gallegas, por lo que se trata de un espacio cerrado donde hay una preponderancia muy clara de una fuerza política de ámbito estatal.

El BNG es una fuerza dialogante, lo llevamos en nuestro ADN, pero creemos que el diálogo no es convertirnos en una sucursal de Podemos. La alternativa que defendió la militancia el pasado domingo es la conformación de una candidatura nacionalista donde puedan participar todas aquellas personas y organizaciones nacionalistas que sientan la necesidad de fortalecer el soberanismo en nuestro país, que cree una alternativa de futuro que realmente derrote las políticas que están llevando a Galiza a ser uno de los países más envejecidos del mundo, a que la gente emigre y no tenga futuro. Para mudar esa realidad creemos que tenemos que hacer una acumulación de fuerzas sobre la base del propio país, y romper esa dependencia. Ahí van a tener cabida todas las personas y todas las organizaciones que quieran construir con nosotros.

P.: Voces de Anova, concretamente el alcalde de Compostela, 

Martiño Noriega, aseguró que "el proceso de confluencia se cerraría con el BNG".R.:

Creo que son declaraciones para prensa. Me da la impresión de que, vista la experiencia, ese es un espacio cerrado, un espacio que además tiene unos acuerdos decididos con la dirección estatal de Podemos en Madrid. Sí que representa una alternativa legítima, cualquiera en política tiene derecho a hacer los pactos que considere, pero lo que creo es que el BNG no puede ser una sucursal de Podemos.

P.: ¿Cree que En Marea tiene capacidad para abordar las cuestiones que preocupan a la ciudadanía gallega?R.:

No hago valoraciones sobre otras formaciones políticas, creo que eso lo tiene que juzgar el conjunto de nuestro pueblo, con todo el respeto para los partidos políticos que actúan.

P.: Es usted la primera mujer que ostenta el cargo de portavoz nacional del BNG. ¿Cuál es la importancia en relación a la presencia de mujeres en política?R.:

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Creo que es un paso importante que damos colectivamente para visibilizar a las mujeres en el ámbito de la política, que es una aportación democrática importante en un mundo tan masculino. Sigo teniendo esa sensación de que los ámbitos de poder, los ámbitos políticos, son muy masculinos y están muy dominados por esos valores. Hay una revolución en la que las mujeres tenemos que participar y cambiar esos espacios. Al mismo tiempo, que el hecho de que una mujer ocupe un cargo sea noticia es el mejor síntoma de la desigualdad que tenemos en todos los ámbitos.

P.: ¿Por qué es necesaria una papeleta nacionalista en las elecciones autonómicas, y cómo puede evitar el debacle de las generales?R.:

En las elecciones los comportamientos de las personas varían, por tanto no se pueden hacer extrapolaciones. Nosotros defendemos una papeleta nacionalista que busca poner en marcha un programa de rescate social, de cambio político que ponga a Galiza en el mapa, y de derrota de las políticas del PP, de la derecha. Una propuesta nacionalista y de izquierdas que siga siendo importante para que los problemas de los gallegos se puedan solucionar. Estamos viendo como Galiza está perdiendo peso político, primero porque tenemos un Gobierno, Feijóo, que deliberadamente la quiere situar en la irrelevancia, y segundo porque a nivel de Estado, nuestra voz propia, sin interferencias, cada vez se escucha menos. Lo que queremos es recuperar y poner en marcha políticas claramente pensadas desde el país, situadas desde la izquierda y que nos devuelvan dignidad, futuro y esperanza a todos los gallegos.

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