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Barómetro del CIS

Por qué no preocupan a los españoles la falta de Gobierno o el independentismo

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El barómetro del CIS correspondiente al mes de febrero de 2016 coloca en primera línea los problemas que más preocupan a la población. El paro –mencionado por el 78% de los españoles–, la corrupción (47,5%)  y la economía (25,1%) ocupan los principales puestos del ránking. A la cola, sin embargo, dos de los temas que más espacio obtienen en la agenda mediática y política del país: la ausencia de Gobierno y la independencia de Cataluña. Sólo un 1,4% de la población los considera prioritarioss entre los problemas que más afectan actualmente a España.

Junto a ellos, comparten los últimos puestos asuntos tan actuales como el de los refugiados, que no fue mencionado espontáneamente como problema por ninguno de los encuestados, la violencia de género (1,6%), los desahucios (0,7%) o los nacionalismos (0,2%).

InfoLibre ha consultado con expertos en Sociología y Ciencias Políticas los motivos por los que problemas de evidente importancia no calan como una preocupación real en los ciudadanos.

"Problemas reales"

Belén Barreiro, directora del observatorio My Word y expresidenta del CIS, destaca que la cuestión planteada por el organismo es una pregunta abierta. Es decir, las respuestas de los encuestados son espontáneas: "Si preguntas en tu casa cuál es la preocupación principal, sería un poco raro decir que Cataluña", razona la socióloga. "Lo normal es hablar de paro, o de corrupción", continúa, "se trata de una lógica completamente apabullante".

Lo importante a juicio de Barreiro es ver cómo evoluciona en el tiempo la relevancia de cada problema, y cómo van surgiendo nuevos temas. "Hace diez años la educación y la sanidad no eran problemas como ahora", puntualiza, y "en los años 90 aumentó la preocupación por la vivienda". Para Barreiro, en la actualidad "omitir el paro o la corrupción sería lo raro".

Un diagnóstico similar es el establecido por el catedrático y politólogo Fernando Vallespín. El también expresidente del CIS enfatiza en que se trata de preguntas abiertas, de modo que "la gente responde con lo que de verdad más le preocupa". Por el contrario, sostiene Vallespín, el resultado sería distinto si la pregunta fuera directa: "Si preguntas, ¿le preocupa a usted Cataluña? La respuesta, seguramente, sería sí", del mismo modo que cambiaría el resultado si "a la gente se le mencionaran cinco problemas y se le pidiera que los ordenaran". 

En la pregunta formulada por el CIS, el ciudadano debe poner el foco en tres asuntos, y "la gente está muy cabreada con el tema de la corrupción, con el paro y con los asuntos económicos", sostiene Vallespín. Además, añade el politólogo, "la gente está acostumbrada a leer encuestas, y reproduce los resultados que ha leído previamente". 

El sociólogo Fermín Bouza aporta otra hipótesis, relacionada también con la importancia que estos asuntos tienen para la ciudadanía, y que contrapone al tratamiento que de ellos hacen los medios de comunicación. "Cuando un tema aparece en la agenda mediática y no lo hace en la agenda pública", explica Bouza, "estamos hablando de un tema lejano para la gente, que considera irrelevante". Esto, continúa, "no quiere decir que no le importe, pero no es su problema". 

Se produce en este contexto lo que el sociólogo define como "inversión de la relevancia", es decir, "un tema principal en la agenda mediática apenas tiene visibilidad en la agenda pública, porque son dos realidades que tropiezan: el mundo que crean los medios y el mundo real". Para Bouza la realidad es que "a la gente no le importa mucho el tema catalán, aunque sí tenga relevancia en el mundo ficticio de los medios e incluso también políticamente". Finalmente, explica el resultado del CIS apelando a lo que considera como "un cortocircuito entre la realidad mediática y la verdadera", aquella que afecta a los ciudadanos y que estos tienen en consideración.

La evolución en los últimos seis años

La mayoría de asuntos a la cola en la última encuesta del CIS no han sufrido variaciones llamativas lo largo de los últimos años. La independencia catalana y la ausencia de Gobierno son temas que surgen en la actualidad –aunque en el 2010 y el 2011 apareció Cataluña como preocupación, a raíz del Estatut de Cataluña, mencionado por el 0,4% primero y el 0,2% después–, pero otros como vivienda, nacionalismos o violencia machista, llevan años dentro del ránking elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas. 

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Los nacionalismos, en concreto, han sido mencionados tradicionalmente por menos del 1% de la población, excepto en el año 2014 (1,2%), año que coincide con la celebración del referéndum del 9-N en Cataluña. Por otro lado, la violencia machista también ha rondado el 1% de menciones en los últimos seis años, excepto en el 2012 –que no fue mencionada por la ciudadanía–, el 2013 y el 2015 (0,3% en ambos casos). En la encuesta de principios de 2011, sin embargo, el 1,8% de la población la destacó como problema, después de que 2010 cerrara con 73 víctimas mortales por violencia de género, la cifra más alta desde el 2008.

Los desahucios entraron a formar parte de las preocupaciones de los españoles en el año 2013, tras las movilizaciones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca por todo el país, y la Iniciativa Legislativa Popular sobre la dación en pago propuesta por la plataforma. Respecto a la vivienda, fue motivo de preocupación para el 7,1% de los ciudadanos en 2010, tras lo que descendió hasta un 4% para no volver a superar la barrera del 2% hasta el momento.

En cuanto a los problemas más relevantes para la ciudadanía, los últimos años tampoco han registrado grandes variaciones. El paro ha sido el principal problema para la inmensa mayoría de los españoles, mientras que la economía se ha mantenido dentro del ránking alternando entre el segundo y el tercer puesto. La corrupción, sin embargo, pasó de un 2,5% en 201 a un 40% en 2013, justo después del estallido del caso Bárcenas. Antes de dicha subida, era la política la señalada como tercera preocupación más importante para los españoles, dejando fuera a la corrupción.

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