El futuro del PSOE

La dirección del PSOE sondea entre los barones afines la posibilidad de aplazar el congreso

La dirección del PSOE sondea la posibilidad de aplazar el congreso

Ibon Uría

La dirección del PSOE ha iniciado una ronda de contactos con los barones afines a Pedro Sánchez para consultarles acerca de la posibilidad de retrasar el congreso federal del partido. En ese cónclave, previsto para los días 20, 21 y 22 de mayo, Sánchez optará a la reelección como secretario general y está por ver si la presidenta andaluza Susana Díaz da un paso al frente. En el PSOE andaluz aseguran que existen de nuevo "presiones de diversos sectores críticos con la gestión" de Sánchez para que presente batalla por el liderazgo socialista.

Entre los dirigentes territoriales próximos a Sánchez y a su equipo figuran, entre otros, la madrileña Sara Hernández; el secretario general en Castilla y León, Luis Tudanca; el número uno del PSOE gallego, José Ramón Gómez Besteiro, y la balear Francina Armengol. De ellos, Armengol es la única que es preside su comunidad autónoma.

Las fuentes consultadas por infoLibre señalan que César Luena, secretario de Organización socialista, es el encargado de sondear la opinión entre las organizaciones afines. Y añaden que por ahora "no hay una decisión tomada" sobre el posible intento de retrasar el Congreso. Antes de tomar cualquier decisión, Sánchez también escuchará al núcleo duro en el partido y la ejecutiva, formado entre otros por Antonio Hernando –portavoz en el Congreso–, Óscar López –portavoz en el Senado– y José Enrique Serrano, ex jefe de Gabinete de González y Zapatero y miembro del equipo negociador con Ciudadanos, que tiene una influencia creciente en Ferraz, sede del PSOE. 

Mientras se suceden los citados contactos entre la dirección federal y algunos territorios, en Ferraz admiten que "nadie ha puesto en marcha la maquinaria" para el congreso, aunque agregan que "de eso no se puede deducir" que "se vaya a aplazar" porque "en un mes daría tiempo" a organizarlo.

El calendario del PSOE

Aunque ciertamente quedan dos meses y medio para la fecha del cónclave, el calendario del congreso incluye una serie de etapas previas que hacen que los tiempos, en realidad, sean más ajustados de lo que parece. En ese contexto la fecha clave es la del 8 de mayo, cuando los 189.167 afiliados del PSOE están llamados a elegir en primarias a su secretario general.

Si el congreso se desarrolla según los tiempos previstos actualmente, los aspirantes deberían hacer pública su intención de competir con Sánchez entre el 11 y el 14 de abril. Después dispondrían de diez días para la recogida de avales. Las candidaturas se proclamarían el 26 o 27 de ese mes y, entre el 28 de abril y el 7 de mayo, los candidatos harían campaña para pedir el voto de las bases.

La decisión de mantener el calendario actual o intentar retrasar el cónclave a después de una posible repetición de las elecciones generales el 26 de junio dependerá, lógicamente, de lo que en el equipo de Sánchez consideren que es mejor para facilitar su objetivo de repetir como secretario general. En todo caso, en Ferraz está ahora "extendida la sensación" de que la presidenta de la Junta de Andalucía y líder socialista en esa comunidad, Susana Díaz, "no dará" la batalla

Disputa interna por la fecha

La intención de Pedro Sánchez y su círculo de confianza de retrasar al máximo la fecha del congreso ha sido una constante en los últimos meses. Esta cuestión, además, ha sido la que mayores tensiones internas ha causado en el PSOE desde que el propio Sánchez proclamara, menos de 24 horas después del 20-D, que quería continuar al frente del partido.

El anuncio provocó las primeras críticas de sectores que lo consideraron extemporáneo frente a quienes defendían que haber "salvado los muebles" en las urnas legitimaba los deseos de Sánchez. El malestar de varias federaciones fue evidente durante la semana que transcurrió hasta el Comité Federal del 28 de diciembre donde, sin embargo, no se pudo abordar el fondo de la cuestión porque no estaba en el orden del día.

Las tensiones derivaron en un cruce de declaraciones entre la dirección federal –partidaria de aplazar el congreso– y barones como Susana Díaz, Emiliano García-Page o Javier Fernández, que deseaban un retraso mínimo con respecto a la fecha que marcaban los estatutos –ello habría implicado celebrar el congreso en febrero, cuatro años después de la cita en la que Rubalcaba ganó a Chacón–.

El calendario que sigue vigente se acordó en el Comité Federal del 30 de enero. Entonces Sánchez tuvo que desistir de su deseo inicial de llevar el congreso a los días 17, 18 y 19 de junio, cedió ante los barones críticos y aceptó celebrarlo en mayo. La fecha sólo puede modificarse en el máximo órgano entre congresos del PSOE y por "causas suficientes" que "justifiquen el aplazamiento", según las normas del partido.

Los críticos miran a Susana Díaz

A la espera de conocer cuáles son los tiempos internos definitivos del partido, fuentes del PSOE andaluz aseguran que Susana Díaz está recibiendo "presiones de diversos sectores críticos con la gestión" de Sánchez para que compita por la dirección del PSOE. Sin embargo Díaz "considera que no es el momento" de hablar del congreso, según estas mismas fuentes.

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El nombre de la presidenta de la Junta ya sonó en las semanas previas a julio de 2014, cuando Sánchez tomó el timón de la organización. Díaz barajó la posibilidad de presentarse a las primarias antes de que irrumpiera la candidatura de Eduardo Madina, entonces diputado en el Congreso y que se quedó fuera de la Cámara el 20-D. Finalmente la andaluza desistió, pero su nombre nunca ha dejado de sonar.

Las fuentes consultadas por infoLibre aseguran que los "descontentos" con Sánchez no aprueban algunos de sus últimos movimientos. Creen, por ejemplo, que fue "innecesario" visibilizar el sábado que se "reforzaba la alianza" del PSOE con Ciudadanos –ese día se anunció que ambos partidos negociarían "conjuntamente" a partir de ahora–, después de que ese pacto "fracasara" por dos veces en el Congreso.

El acercamiento a Albert Rivera, sostienen, ha "derechizado" al PSOE y ha "dejado a Podemos el terreno de la izquierda". Los críticos recuerdan que los socialistas han pasado de negociar con IU-Unidad Popular y Compromís en un intento por presionar a Podemos a convocar al PP a la ronda de contactos, una maniobra en la que advierten "riesgos para el partido" y que consideran que Sánchez ha diseñado, principalmente, para "reforzarse" al frente del PSOE.

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