La situación en el PP

La estrategia de los vicesecretarios del PP busca evitar que les sepulte 'el método Rajoy'

La estrategia de los vicesecretarios del PP busca evitar que les sepulte el 'el método Rajoy'

Oficialmente, el Partido Popular señala que no hubo mensajes contradictorios a la hora de comunicar el expediente abierto a Rita Barberá. Pero los dirigentes más jóvenes de la cúpula del partido marcan distancias frente a la forma de medir los tiempos de Mariano Rajoy con el miedo a quemarse en esta batalla y a que la formación se debilite todavía más. "Son gestos pequeños, pero se les nombró como rostros de la regeneración y la renovación generacional en el PP y existe el riesgo real de que el 'método Rajoy' se los lleve por delante", señala un destacado dirigente conservador.

¿Cuál es el 'método Rajoy'? Esta expresión, acuñada por un sector del PP, se refiere a la forma de manejar los tiempos del presidente del Gobierno en funciones. Unos piensan que es un error; otros, una virtud. Consiste en dilatar la toma de decisiones hasta que o se diluyen o estallan por los aires

Para el PP, este miércoles fue el momento de digerir la decisión tomada un día antes: la de abrir expediente informativo a todos los militantes relacionados con la operación Imelsa. Y no precisamente por el grueso del medio centenar de dirigentes del partido en Valencia a los que afecta, sino porque la exalcaldesa y senadora, Rita Barberá, iba incluida en ese pack.

Un "desmarque" complicado

Como todo en el PP, la decisión de poner a trabajar al Comité de Derechos y Garantías se atribuye a Mariano Rajoy. Pero fuentes del partido consultadas por infoLibre apuntan a que la "presión" y el "desmarque" de los nuevos vicesecretarios en el último mes ha sido clave a la hora de hacer recapacitar al presidente de los conservadores para dar luz verde a una decisión que para él tiene mucho "coste personal". Y citan el último mes y no este martes, cuando Rajoy apoyaba a Barberá mientras los vicesecretarios Pablo Casado (Comunicación) y Javier Maroto (Sectorial) calificaban de insuficientes las explicaciones de la senadora porque, según indican, todos ya sabían en ese momento que iba a abrirse un expediente informativo.

Pocos niegan en el PP que en la descoordinación exhibida el martes puede haber algo de estrategia, una especie de reparto de papeles del tipo "poli bueno, poli malo" que permite a Rajoy no enemistarse en público con una dirigente que fue clave para que él fuera presidente del partido en 2008 y , por otro lado, lanzar mensajes contundentes contra la corrupción. Pero tampoco niegan que los vicesecretarios, "con grandes esfuerzos y dificultades", están intentando que cambie algo a la hora de reaccionar a los escándalos que afectan al partido. Según señalan fuentes conocedoras de los comités de dirección del partido, en estas reuniones se habla "de todo" y han sido varias las ocasiones en las que los vicesecretarios más jóvenes han compartido con Rajoy la necesidad de ser muy escrupulosos en esta materia. "El presidente siempre lo ha compartido", señalan las mismas fuentes. Otra cosa es cómo Rajoy actúe después.

Este miércoles, en una entrevista concedida a Telecinco, el presidente del Gobierno en funciones negó divisiones con los vicesecretarios y respondió que el partido no había actuado antes en Valencia porque no tenían "ni idea" de lo que pasaba.

Renovación "a medias" en la cúpula

Es precisamente la forma de actuar de Rajoy la que, a juicio de un sector del PP, "tapona y bloquea" la renovación "a medias" en la cúpula que anunció el pasado año tras el batacazo en las autonómicas y municipales de mayo. Rajoy apostó por Fernando Martínez-Maillo para sustituir a Carlos Floriano en Organización, por Pablo Casado para la Comunicación, por Andrea Levy para Estudios y Programas y por Javier Maroto para el área sectorial. Por aquellas fechas se interpretó que esos nombres iban a ser claves a partir del próximo congreso del partido, que iban a jugar un papel determinante en el futuro del partido conservador. A día de hoy no todos en el PP lo tienen tan claro.

"Si no se les permite un discurso propio, si son sólo argumentario corren el riesgo de que su recorrido termine donde termine el de Mariano Rajoy", valora un dirigente regional en conversación con este diario. "Ellos son conscientes de esto, pero tienen muy difícil desarrollar un perfil propio en un partido tan presidencialista como el PP", añade. 

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La dificultad de desarrollar un perfil propio

Desarrollar un perfil propio pasa, y los vicesecretarios lo saben, por ser contundentes y tajantes a la hora de responder a los escándalos de corrupción, por rendir cuentas y por no rehuir asuntos polémicos. Pero también saben que tienen que conjugar todo esto con la decisión última que siempre recae en Mariano Rajoy. De ahí que, por ejemplo, en el caso Barberá hayan tenido que hacer malabarismos para conciliar las palabras de su jefe de filas, que la ha defendido en público en varias ocasiones, con la reivindicación de que lo mejor para el partido era que la exalcaldesa se aparte. Un "papelón" a ojos de un veterano senador, que recuerda que esta estrategia de Rajoy ya provocó que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se quemase. Lo mismo señala de Carlos Floriano, que fue borrado de la cúpula del partido tras las municipales y autonómicas.

Tanto Cospedal como Floriano fueron las personas en las que Rajoy delegó a la hora de trasladar la reacción del partido al caso Gürtel y al de los papeles de Bárcenas. A los nuevos, que se turnan a la hora de acudir a las ruedas de prensa de los lunes, les ha tocado la Púnica y todos los escándalos que afectan al PP de la Comunidad Valenciana. Desde que llegaron a sus despachos de la sede nacional del PP, muchos de sus compañeros les han pedido que no cometan los mismos "errores". 

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