Un total de 3.666.816 alumnos escolarizados eligieron la
enseñanza católica durante el curso 2015-2016 en España,
145.446 estudiantes más que el año pasado, lo que supone un incremento del 4,1% respecto al curso 2014-2015.
En cambio, el porcentaje de alumnos que recibió este tipo de enseñanza
disminuyó de un 63,5% del año pasado a un 63% del actual curso escolar, si se tiene en cuenta el total de alumnos escolarizados en España, que también aunmentó durante este curso.
Así lo revelaron los datos ofrecidos y elaborados por la Comisión de Enseñanza de la
Conferencia Episcopal Española (CEE), con información recabada de 69 diócesis.
De hecho, el número total de alumnos escolarizados durante el curso 2015-2016 aumentó en 267.630 estudiantes, pasando de los 5.544.013 del pasado año a los 5.811.643 de este año, es decir, aumentó un 4,8%, informa Europa Press.
Según la CEE, el descenso global respecto al año anterior "no es muy significativo" dadas
las "dificultades" por las que pasa la enseñanza de Religión y recalcan que la "tendencia a la baja" se debe a varios factores.
En primer lugar, la CEE atribuye esta disminución a l
a secularización que se vive actualmente en España, "que introduce una censura de la dimensión religiosa de la persona humana". Por este motivo, aconseja a los padres y educadores cristianos que adopten una "actitud positiva", o bien reclamando sus derechos a la hora de inscribir a sus hijos en la clase de Religión, o "apoyando con su palabra y testimonio a sus hijos".
Según la CEE, la clase de religión sirve "para saber juzgar y superar, con la luz de la fe,
las dificultades que el cristiano se encuentra cuando desea vivir el gozoso testimonio del hecho cristiano".
También recuerda que la enseñanza religiosa escolar
forma parte del derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones religiosas y es a ellos a quien corresponde esta labor "y no al Estado", tal y como se desprende de la Constitución.
"La eliminación de estas libertades debilita significativamente nuestra democracia y conduce a la imposición de un paradigma antropológico que, en ocasiones, se opone a la recta razón y a la revelación cristiana", señala la institución, que incide en la idea de que "
al Estado no le corresponde imponer su visión del mundo y del hombre ni una ética determinada, sino servir al pueblo, formado por diversas sensibilidades, credos y formas de entender la vida".
Primero hicieron los dioses, luego la religión, después los templos y al final un manual llamado catecismo. No se puede meter a un niño todo lo dicho de una tacada, pues terminaría zumbado
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