El 21% de los hogares españoles se encuentra en riesgo de pobreza energética

La Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) ha presentado este jueves su tercer informe sobre pobreza energética. La organización, que sostiene que "la pobreza energética sigue siendo una realidad que afecta a una proporción significativa de hogares que residen en España", ha hecho públicos los datos relativos al año 2014 –trabajan con estadísticas oficiales, "que siempre llegan con retraso"–, de la mano de su director de Energía y Cambio Climático, José Luis López, y del director académico del estudio y vicepresidente de la asociación, Sergio Tirado.

La investigación señala que el 21% de los hogares españoles se encontraban en dificultades en esta área durante el 2014. Es decir, 12,1 millones de personas vivían en condiciones de pobreza energética o estaban en riesgo de padecerla.

Por otro lado, el informe destaca que el 15% de los españoles –6,2 millones de personas– destinaron más del 10% de sus ingresos anuales a la compra de energía para la vivienda, mientras que el 8% –4,2 millones– declaró tener retrasos en el pago de las facturas de la vivienda, y el 11% –5,1 millones– admitió que era incapaz de mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante los meses de invierno. Sergio Tirado destacó, en este sentido, que por primera vez en la serie España sobrepasó el promedio europeo en incapacidad para mantener la temperatura energética, si bien destacó que la situación empeora en otros países mediterráneos y del este, como Bulgaria, Chipre o Malta.

Entre los factores que agravan la pobreza energética en los hogares, el estudio apunta al bajo nivel educativo, las familias monoparentales, aquellas con miembros que tienen problemas de salud o enfermedades crónicas, las que cuentan con personas en paro, familias de inmigrantes, las que viven en viviendas alquiladas y las que emplean combustibles sólidos o líquidos como el butano.

Tirado destacó, además, que el precio del gas natural –calculado en unidades de paridad de compra (pps), utilizada para poder establecer una comparativa entre los países europeos– aumentó entre el 2008 y el 2014 un 67%, convirtiendo a España en el tercer país más caro de la UE. Asimismo, la electricidad sufrió en España un encarecimiento del 73% en el mismo periodo, siendo el cuarto estado con los mayores precios de la UE.

Soluciones y propuestas

El experto incidió también en que el 30% de las muertes de más que se producen en invierno –aproximadamente 7.100 personas– están relacionadas con la pobreza energénica, por lo que propuso una serie de medidas derivadas de los once talleres realizados en cuatro ciudades para la elaboración del informe, con la colaboración de 94 organizaciones y un total de 146 expertos.

Aunque Tirado destacó la labor de las instituciones regionales y locales, "que se han posicionado a favor del derecho a acceder a los recursos necesarios para la lucha contra la pobreza energética", destacó la escasa gestión de la administración central a la hora de combatir este problema, que "se sigue vinculando directamente con los efectos de la crisis en la sociedad española". Advirtió, además, que "el problema existe, y probablemente está creciendo".

Entre las soluciones defendidas por el experto, subrayó la necesidad de poner en marcha un plan de rehabilitación de edificios, el bono social como "única medida con un claro enfoque hacia el consumidor en riesgo", la necesidad de solucionar la problemática de los cortes de suministros –"en los hogares vulnerables el corte de suministro, sobre todo en invierno, no puede ser la respuesta", sostuvo–, y defendió una mejora de la información y la investigación, mediante medidas de microeficiencia y sensibilización, así como la coordinación de las administraciones y los diferentes actores.