Elecciones 26-J

La negociación del valenciano Ximo Puig con Podemos provoca un amplio malestar en el PSOE

Ibon Uría

Los socialistas valencianos, con el presidente autonómico Ximo Puig a la cabeza, insisten: buscarán hasta el último minuto un pacto con Podemos y Compromís para que tras el 26-J la mayoría de senadores valencianos sean de izquierdas. Pero las conversaciones del PSPV están muy lejos de la línea oficial del PSOE marcada por Pedro Sánchez, que este martes respondió tajante con un "no, gracias" a la oferta de Podemos de una coalición entre socialistas y morados para la Cámara alta. De modo que el pulso de la federación valenciana ha provocado un amplio malestar en el partido, tanto entre los barones próximos a Ferraz como en los territorios tradicionalmente alineados contra Sánchez.

El portavoz del Comité Electoral socialista, Antonio Hernando, dijo a primera hora de este miércoles que el acuerdo valenciano a tres bandas no es posible por "coherencia, programa y modelo", y aseguró que Ximo Puig iba a "entender" que no podía aliarse con Podemos. Hernando advirtió al PSPV de que el Comité Federal "no será favorable" a una propuesta de esas características, de modo que podría tumbarla si la federación valenciana no desiste antes de que este viernes se reúna la Comisión Federal de listas y de la reunión, un día después, del máximo órgano entre congresos del PSOE. Y, finalmente, dejó sobre la mesa otra posibilidad: una lista PSPV-Compromís. Con esa alternativa, zanjó, "no habría problema".

Ya a última hora del martes la ejecutiva del PSPV aprobó una resolución a favor del acuerdo a tres. Este miércoles, pese a que Pedro Sánchez trasladó directamente al presidente Puig su "discrepancia", la federación valenciana dejó claro que mantiene sus planes. El propio Ximo Puig pidió a Ferraz que "estudie" su propuesta y su secretario de Organización, Alfred Boix, añadió que "hasta el último momento" estarán por el pacto: "Hasta el final", "convencidos", con "toda la insistencia" y "todas las fórmulas posibles", subrayó. A última hora de la jornada los socialistas valencianos dieron un paso más e hicieron público un documento con más de 200 firmas de alcaldes y portavoces de la federación a favor del acuerdo valenciano a tres bandas en el Senado [ver en PDF].

Incomprensión y rechazo

La actitud de Puig y los suyos ha enfadado incluso a las federaciones que habitualmente están en contra de Pedro Sánchez y dirección federal. Uno de esos territorios alejados de Ferraz califica incluso de "deslealtad" al partido la posición del PSPV, toda vez que considera que en la Comunitat Valenciana se están "anteponiendo intereses partidistas" en el tablero de juego de la política regional al "interés general" del PSOE. El momento, aseguran, es totalmente "inoportuno". En este escenario apuestan por "rebajar" lo antes posible "los efectos de esta crisis" y "dar la vuelta" al arranque de la precampaña porque de momento, admiten, "Podemos lleva la iniciativa".

Preguntada por este asunto, la presidenta andaluza Susana Díaz dijo que "no hay rebeliones" en el PSOE y se mostró convencida de que "habrá diálogo" en el seno del partido. Díaz agregó en que todos los socialistas quieren "lo mejor para Valencia y para todos los territorios". Un cargo próximo a la presidenta de la Junta recuerda que "todos conocen la posición de Susana [Díaz] sobre Podemos" –contraria a un pacto con la formación de Iglesias– y subraya que no hay "cambios" en ese aspecto. Si su rechazo de la presidenta al pacto con Podemos y Compromís no fue más "explícito", añade, es porque "no quería alimentar ni calentar el debate". "Tenemos que centrarnos y dejar de hablar de nosotros", añade esta fuente.

"Cuesta entender el movimiento de los compañeros de Valencia", aseguran en el PSOE de Andalucía, donde se advierte de que la campaña estará muy "polarizada" entre el PP y Podemos, de que el escenario ya "presenta muchas dificultades para el PSOE" y de que un acuerdo con el partido morado en la Comunitat Valenciana "no favorece a la campaña". "Tanto el PP como Podemos nos lo podrían echar en cara después", "no caben estos movimientos", añaden.

Cargos de Andalucía y otras federaciones habitualmente críticas con la dirección federal advierten de que la polémica por las listas al Senado se suma a otros tropiezos en estas semanas previas a la campaña electoral para los comicios de junio, como las declaraciones del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que el lunes afirmó creer que Susana Díaz se presentará al próximo congreso federal del PSOE, en el que podría disputar el liderazgo a Pedro Sánchez. "Está siendo una semana de ruido innecesario", comenta un cargo de Castilla-La Mancha. "Lo de Vara fue un error de primero de primaria, porque ya hemos dejado claro que hasta después de las elecciones no habrá congreso", añade un dirigente del PSOE andaluz.

"Está fuera de lugar"

Entre los barones más próximos a Sánchez también hay malestar por las negociaciones en la Comunitat Valenciana y un rechazo explícito a la oferta de Podemos para concurrir en coalición al Senado. "Lo de Iglesias fue una ocurrencia y un jueguecito", critica un barón regional en sintonía con la dirección federal, para quien es inconcebible que el partido morado, "que votó no a la investidura de Pedro [Sánchez]" y "tardó cuatro meses en sentarse a negociar un Gobierno" para después hacer "un paripé", pretenda ahora "cerrar un acuerdo en tres días" para la Cámara alta. "Esto no es una serie de política americana", censura este cargo autonómico.

El movimiento de la federación socialista valenciana también está "fuera de lugar" para estas fuentes, que respaldan la respuesta tajante del secretario general Pedro Sánchez al ofrecimiento de Podemos. "Ni siquiera hay que entrar a negociar, porque eso alimenta el debate mediático. Y algunos han entrado en ese debate –agrega otro dirigente regional en referencia a la dirección del PSPV–. Es incomprensible".

En el núcleo duro de Pedro Sánchez hay quien ve una "parte buena" en toda la polémica. "La parte buena –dice un miembro del Comité Electoral– es que se ha visibilizado que el PSOE dice no a Podemos". Para este dirigente de la máxima confianza del secretario general, ese gesto puede atraer a cierto electorado.

Otras federaciones socialistas que también sondearon un posible acuerdo con la formación morada y otros partidos de izquierda para el Senado han desistido finalmente. En Aragón, donde toda la izquierda entabló conversaciones, el PSOE se presentará en solitario tras imponer Podemos varias condiciones que no se consideraron aceptables. Y en Baleares, según fuentes socialistas, Podemos rechazó cualquier acuerdo. La federación insultar, según explicaron fuentes del partido a este diario, tampoco se planteó "desmarcarse de la línea marcada por Pedro Sánchez, que es muy clara".

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