Fascismo

Mehdi, el francés de origen árabe que desafió a los neonazis que desfilaron por la Gran Vía

El centro de Madrid reunió este sábado, según fuentes policiales, a 1.500 manifestantes de ideología neonazi llegados de varios puntos de España, que estuvieron fuertemente vigilados en todo momento por la Policía Nacional en una marcha que fue autorizada por la Delegación del Gobierno. Puños en alto, banderas nacionales, eso sí constitucionales, y alguna que otra esvástica tatuada fueron algunos de los símbolos recurrentes en una marcha que ya desde el comienzo se inició con un cruce de insultos y amenazas con ciudadanos que les salieron al paso.

No había empezado a andar la manifestación cuando un hombre con un cartel entre sus brazos se situó en la cabeza de la marcha para expresar su repudia ante tal concentración. “Sois racistas, eso es lo que sois. Estamos en el siglo XXI y esto es una vergüenza. Lo que hizo el nazismo es una vergüenza”, exclamó ante el silencio de los convocantes, Hogar Social Madrid, situados en primera línea.

En el centro de la pancarta que abría la marcha se ubicó Melisa Ruiz, presidenta de la asociación, quien defendió ante la prensa que “es inadmisible que haya españoles que vivan en la calle” y que estén “buscando todos los días en un contenedor intentando buscar restos para poder llevarse a la boca”. En su particular ensalzamiento de lo español, instó a que las ayudas oficiales sean para los "nacionales" ya que han de primar sobre los extranjeros.

Esta idea también fue compartida por Paloma, una mujer de mediana edad que envuelta en una bandera rojigualda afirmó a infoLibre que “es indignante que haya españoles a los que no se les dan ayudas pero luego bien que nos traen a los inmigrantes”. Paloma, quien necesitó varios segundos para responder que sí daría de comer a un inmigrante si ve "que se está muriendo de hambre”, reconoció que lo haría porque es “cristiana y católica”, pero lo ve como “una discriminación brutal”.

El caso de Irina es diferente. Esta rusa residente en España acudió a la manifestación junto con su hijo y su pareja para defenderla. “Mientras haya un español que necesite ayuda que les den” a los extranjeros, apuntó. “Lo siento mucho pero primero tienen que ser los españoles porque sus padres han levantado este país, han cotizado todo esto”, añadió impertérrita.

“Yo no he pedido nunca ayuda porque si soy rusa tengo que pedir ayuda a Rusia, no venir a España para hacerlo”, subrayó ante la pregunta de qué hubiese hecho si fuese ella quien hubiese necesitado alimentos.

"Quieren que desaparezca yo y gente como yo"

Muchos ciudadanos que pasaban en ese momento por la Gran Vía madrileña protestaron ante los agentes policiales por la marcha, exigiendo su disolución. Algunos como Mehdi, un francés con origen árabe, optó por mantener su puño en alto en completo silencio mientras escuchaba los pitos e insultos de los manifestantes. “Dúchate perro” o “hijo de puta” fueron dos de las muchas frases que recibió.

“Quieren que desaparezca yo y gente como yo”, expresó luego a infoLibre alegando que “hay que enfrentarse” ante los racistas. “No lo soporto, no los aguanto”, añadió con voz entrecortada.

Mehdi no fue el único. Ya en la Plaza 2 de Mayo, David y Gregory, una pareja gay que se encontraba en Malasaña, decidieron besarse en numerosas ocasiones como protesta ante la manifestación fascista. “No entiendo que en pleno siglo XXI se pueda permitir esto”, reconoció a este diario el primero de ellos, quien alegó que “al igual que ellos están expresando su derecho, nosotros estamos expresando el nuestro”.

“Estamos en Madrid y es nuestro tiempo libre”, señaló Gregory al tiempo que David destacó que “supuestamente somos un país libre pero parece ser que nadie lo recuerda”.

Una manifestación antifascista se desarrolló a la vez en Madrid

Esta marcha se produjo al tiempo que otra antifascista se desarrolló unos kilómetros más abajo. Bajo el lema Madrid para Todas, los asistentes a esta marcha reivindicaron que la capital "no es hogar para el fascismo" y que la "homofobia, la transfobia y el racismo no tiene cabida" en la sociedad. 

Cientos de personas partieron de Atocha a las 19.00 horas en una manifestación que promulgó el "Hogar criminal", en referencia al grupo neonazi Hogar Social Madrid, organizadores de la otra manifestación.

Madrid Para Todas

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señaló a Europa Press que "los grupos de extrema derecha ni han desaparecido ni forman parte del pasado". "Se hace palpable con el aumento del número de agresiones de carácter racista y homófobo en los últimos meses en todo el Estado español", añadieron.

Asimismo, la asociación explicó que el objetivo de estos "grupos de extrema derecha es dividir a la clase trabajadora a costa de un discurso xenófobo, focalizando las causas de la crisis económica en las personas migrantes y refugiadas, en vez de en las grandes empresas".

Hogar Social es una organización de ideología fascista con un pasado inquietante. La última acción que se les atribuye fue lanzar bengalas sobre la mezquita de la M-30 tras los atentados de Bruselas. Creada en 2014 en el barrio de Tetuán ocupó un edificio en el que sus actividades se incluían únicamente a pobres con nacionalidad española. En la actualidad mantienen ocupado el edificio del antiguo NO-DO.

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