Operación Púnica

Un testigo dice que un empresario llevaba a Granados “putitas de confianza” a un hotel de Sevilla

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El exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados y el que fuera su sucesor en el Ayuntamiento de Valdemoro, José Miguel Moreno, se hacían llevar al hotel Alfonso XIII de Sevilla "putitas de confianza" para amenizar su estancia en la capital hispalense durante la Feria de Abril, asegura la Guardia Civil en un informe incorporado al sumario de la trama Púnica, al que ha tenido acceso Europa Press. 

La Unidad Central Operativa (UCO) detalla que todos los gastos de estas estancias estaban sufragados por el constructor de Valdemoro Antonio Pardal que justificaba estos presentes con la siguiente frase: "Es el único político que nos ha dado de comer y hay que repartir".

Los agentes se basan en el testimonio de un empleado del constructor, Javier de Frías, que detalló en su declaración que los dos políticos del PP disfrutaban en una visita a la Feria "a todo lujo".

Para empezar se alojaban en uno de los hoteles más emblemáticos y exclusivos de Sevilla y empleaban para sus desplazamientos "coches de alto standing" standingcon chófer. Su vehículo privado les transportaba "a las casetas y las corridas de toros" pero también "a clubes de alterne".

"También ha llegado a recoger dos señoritas llegadas de Barcelona, que se alojaron en el Alfonso XIII", dice el testigo que agrega que su jefe le explicó que se trataba de "las putitas de confianza" de José Miguel Moreno.

El contructor hizo a Granados otros muchos regalos como cabezas de toros Miura, caballos, joyas o ropa de marca, detalla el informe que precisa que el cabecilla de la Púnica llegó "a colocar" en el Ayuntamiento de Valdemoro a una hija de Pardal, Clemencia, a la que puso un despacho propio.

Clemencia, causó baja como contratada en la Comunidad Madrid el mismo día que Granados cesó como Consejero de Presidencia, Justicia e Interior, el día 17 de junio de 2011.

El sumario de la Púnica desvela el submundo y las debilidades del exsecretario general del PP de Madrid a través de los presentes con los que le agasajaba el constructor. Además de las "putitas de lujo" y visitas a clubes de alterne durante la Feria de Sevilla hasta un picadero y boxes para caballos, cabezas de toros Miura y joyas Cartier, el cabecilla de la trama disfrutó de múltiples agasajos que se prolongaron durante ocho años.

Un informe de la Guardia Civil incorporado al sumario de la causa que investiga el juez Eloy Velasco, realiza un repaso por estos presentes ofrecidos por el constructor Antonio Pardal. 

Granados se llevaba estos placeres también a su casa de Valdemoro en la que disfrutaba de boxes y un picadero para albergar dos caballos, uno de ellos blanco y "del que se había encaprichado su mujer".

Tanto las instalaciones como los caballos fueron regalos de Pardal, que como promotor industrial, desarrolló naves industriales en la localidad madrileña de la que fue alcalde Granados

La adjudicación de estas obras "llevaba consigo otros muchos regalos" como joyas, ropa de alta costura y comidas en restaurantes de lujo como el Jockey o el Zalacain de Madrid. Los presentes se prolongaron entre 1999 hasta el año 2007.

En su declaración, el testigo precisó que una de las sociedades de Pardal se encargó de construir en el chalet de Granados las instalaciones para los caballos. No sólo montó los boxes y el picadero, también la piscina y "una casa de madera con porche rematada con cerámica de la Virgen del Rocío".

Otro de los detalles desvelados por el testigo es que el constructor acostumbraba a regalar a Granados trofeos de caza y cabezas de toro que adornaban las paredes de su finca.

El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil incluye fotos, en las que se aprecia un trofeo de cabra montés, junto a dos Miuras, de nombre Rompelindes y Saltador lidiados por José Prados El Fundi y Juan José Padilla en la Maestranza de Sevilla.

Los agentes han contrastado los pagos de estancias en Sevilla que Pardal sufragaba a Granados y constata que el exsecretario general del PP estuvo en la ciudad "en fechas cercanas a las corridas donde fueron liados los astados. "Los regalos taurinos se deben a que ambos son grandes aficionados a los toros", agregan.

El informe también refleja los regalos enviados por Pardal a sus amigos en las Navidades de 2004. Granados recibió entonces "un Cartier de oro" adquirido en la joyería Yanes. Otros de los implicados en la trama recibieron presentes ligeramente más modestos, como plumas Montblanc o relojes de carrillón. "Como precio orientativo un reloj de la marca Cartier de oro podría variar entre los 3.000 y 20.000 euros", dice la UCO.

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